El Euroairport Basel-Mulhouse (BSL) da servicio a una región transfronteriza que incluye las ciudades de Basilea (Suiza), Mulhouse (Francia) y Friburgo (Alemania).
En 2023, algo más de 8 millones de pasajeros usaron este aeropuerto, que tiene easyJet como principal operador, seguido de Wizz Air. El resto del tráfico está repartido entre varias aerolíneas; destacan las conexiones con Turquía y varios destinos mediterráneos.
En 2024, BSL tenía dos únicas rutas regulares de largo radio: a Dubai (DXB), operada por flyDubai, y a Montréal-Trudeau (YUL), operada por Air Transat durante la temporada de verano.
Un aeropuerto internacional en el sentido literal del término
El elemento más singular de BSL es el régimen internacional por el que se rige y que lo convierte en un caso único en el mundo. Es algo que me sorprendió la primera vez que lo visité.
Aunque el aeropuerto está situado en territorio francés, un tratado franco-suizo de 1949 confiere a Suiza, cuya frontera dista unos dos kilómetros de la terminal, la potestad de gestionar parte del aeropuerto.
A nivel práctico, esta peculiaridad se manifiesta en el hecho que la terminal está dividida de forma simétrica en dos mitades: un sector francés y uno suizo.
Cada uno de los dos países se encarga de gestionar y prestar servicios en su sección del aeropuerto. Aduanas, moneda, números de teléfono, correos y otros servicios dependen de la sección del aeródromo en que uno se encuentre.
Hasta el acceso de Suiza al espacio Schengen (y durante un breve periodo cuando la pandemia de COVID-19), las dos secciones del aeropuerto estaban separadas físicamente. Ahora se puede transitar libremente por ambas (antes de pasar los controles de seguridad), aunque las zonas siguen demarcadas.
Cuando se llega a BSL por aire, se accede al sector francés o al suizo según el origen del vuelo. Asimismo, cabe mencionar que, aunque no gozan del mismo estatus de extraterritorialidad, las autoridades alemanas también tienen una participación minoritaria en el consejo de administración del aeropuerto para dar servicio a la región fronteriza de Baden-Wurtemberg.
Llegar a BSL en transporte público
Desde Basilea se puede llegar en la línea 50 del autobús urbano, que enlaza el sector suizo de BSL con la estación central de Basilea (Bahnhof SBB), donde es posible conectar con la extensa red ferroviaria suiza. El trayecto dura unos 20 minutos.
Se pueden adquirir títulos de transporte en las máquinas dispensadoras del sector suizo del aeropuerto, que es lo que yo hice al llegar a BSL y lo que recomiendo.
Algunos hoteles de Basilea también ofrecen una mobility card (hay que verificar que este servicio esté especificado en la reserva), que incluye el transporte público gratuito desde el aeropuerto hasta la ciudad. Esta tarjeta puede canjearse por una BaselCard, que permite acceder a otros servicios en la ciudad al llegar al hotel.
Un autobús lanzadera (no gratuito) conecta también el sector francés con la estación de tren más cercana, Saint-Louis, en territorio francés, y distante aproximadamente un kilómetro de la terminal. El autobús pasa cada 15-30 minutos.
La estación de Saint-Louis está ubicada en la línea ferroviaria que conecta Basilea con Estrasburgo a lo largo de la orilla francesa del Rin. Pasan trenes cada media hora aproximadamente. El operador de autobuses interurbanos Flixbus también conecta BSL con la ciudad alemana de Friburgo.
Llegar a BSL en automóvil
BSL está situado junto a la autopista francesa A35, que recorre toda Alsacia y enlaza con la red suiza de carreteras en Basilea.
Desde el lado suizo es posible acceder al aeropuerto por la llamada «ruta aduanera», que no dispone de control fronterizo. Con Suiza actualmente dentro del espacio Schengen, el elemento fronterizo ha perdido importancia, pero antiguamente esta carretera permitía a los pasajeros suizos acceder a su sector del aeropuerto sin tener que pasar por la aduana francesa.
El aeropuerto también conecta con la red viaria alemana gracias a varios puentes cercanos sobre el Rin.
En lo que concierne al alquiler de coches, es importante tener en cuenta que los servicios de alquiler de coches también están duplicados, uno para cada sector nacional. Un mismo operador puede ofrecer el mismo tipo de coche con precios y condiciones de alquiler diferentes según el sector.
Aunque en general no hay restricciones para cruzar las múltiples fronteras de la zona, siempre es recomendable confirmar las condiciones con la empresa de alquiler.
También hay que tener presente que para circular por las autopistas suizas es necesario pagar un importe fijo, la llamada vignette. Es bastante probable, como me pasó a mí una vez que alquilé un coche en BSL, que, aunque se alquile el coche en el sector francés, ya lleve la vignette suiza incorporada.
Salas VIP y otros servicios
BSL dispone de un salón VIP, la Skyview Lounge, que es parte del network de Aspire Lounges (propiedad de Swissport).
El Skyview Lounge se encuentra pasados los controles de seguridad en la parte de la terminal que hace de nexo entre la zona pública del aeropuerto y la terminal en forma de Y en la que están ubicadas la mayoría de las puertas de embarque.
Este salón VIP está distribuido en tres niveles y cuenta con amplios ventanales que le dan mucha luminosidad. Dispone también de una gran terraza con vistas a las pistas.
Se puede acceder pagando o con la tarjeta del programa Priority Pass. BSL ofrece también un servicio premium llamado Time Saver que incluye atención personalizada en la facturación de maletas, servicio de fast track y acceso al Skyview Lounge.
El aeropuerto también cuenta con un business center con diez salas de reuniones de diferentes tamaños (pueden acomodar de 2 a 90 personas) y vistas a las pistas.
La conexión wifi es gratuita y sin restricciones en todo el aeropuerto. BSL cuenta también con su propia app móvil para informarse del estado de los vuelos y encontrar información actualizada sobre los servicios del aeropuerto.
Restaurantes y cafeterías
Cuando visité BSL, la oferta gastronómica era algo limitada y se ceñía a una panadería-café Paul en el sector francés, un establecimiento de comida rápida en el lado suizo y un par de cafés (uno en cada sector) en la zona pública.
Una vez pasado el control de pasaportes, también era posible encontrar algún café y establecimientos de comida rápida. En la quinta planta de la terminal, y para el público general, había un par de establecimientos más, incluida una cervecería.
Sin embargo, cabe destacar que la empresa gestora del aeropuerto ha decidido reestructurar completamente su propuesta hostelera durante la temporada de invierno 2024/25 y se espera que a partir de marzo de 2025 la oferta de restauración sea radicalmente diferente.
Oferta comercial
La oferta comercial se encuentra también, en gran parte, duplicada en función de las secciones del aeropuerto.
En la zona pública de salidas de la terminal, por ejemplo, hay dos tiendas-quiosco, una por cada sector, donde es posible comprar prensa, libros, comida y bebidas.
Aunque ambas tiendas están muy cerca la una de la otra y la oferta es muy parecida, los precios pueden variar significativamente. También hay que tener en cuenta que, dependiendo del sector del que se trate, los pagos se harán en euros o en francos suizos.
Mi experiencia es que los precios en el establecimiento suizo suelen ser más altos: reflejan el nivel general de precios, más alto, de Suiza, aunque esto podría fluctuar dependiendo del producto en cuestión. Como en tantas otras cosas, antes de comprar, es recomendable comparar precios entre las tiendas de ambos sectores.
En BSL hay varias tiendas libres de impuestos (aunque los precios solo son realmente duty free si se viaja a un destino que no esté en la zona Schengen) pasados los controles de seguridad. También hay uno de estos establecimientos en la zona de llegadas.
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