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El A321 que utilizaban en este vuelo tenia una configuracion imposible de asientos. Yo con 1.88m de altura no podia sentarme comodamente, dado que no habia espacio para mis rodillas. menos mal que era solo una hora. En autobuses urbanos he viajado mas comodo

La tripulación bastante descortés para el servicio.. La comida debe mejorar un montón mucha harina mucho sandwich, la comodidad del avión es cada vez peor y los baños sucios siempre.

Mala experiencia, vuelo atrasado, en embarque nos tuvieron 30 minutos en el bus y luego otros 15 minutos en el bus al lado del avión,

No vuelvo a comprar más el vuelo de las 17:55, ya van dos veces que lo he tenido que comprar y SIEMPRE se retrasa 3 horas. En ambas veces he perdido mi conexión de autocar a las 22:30 de la noche que es el horario real en el que llega este vuelo.

El persona de cabina es sumamente amable y eficaz. Los tiempos de demora y puntualidad son un espanto, horribles.

Casi me dejan fuera del vuelo. Tenia un boarding pass impreso y me decían que no era parte de los pasajeros del vuelo. He tenido que esperar hasta 1 hora antes de que cerrase el vuelo, para ver si efectivamente podian agregarme. Llamando por teléfono a Iberia, no pudiendo despachar la maleta,

Me gustó la puntualidad. También que, aunque el avión era pequeño y el equipaje de mano no cabía en las sombrereras, Te lo recogían y entregaban en la puerta. No me gustó que tuviéramos que usar el bus.

Me cancelaron el vuelo 2 veces en menos de 36 horas. Me lo re agendaron, pero luego casi me dejan fuera del vuelo y no querian despachar mi maleta. La comida fue escasa y mala. El trato de una de las azafatas ha sido asqueroso y penoso.

La experiencia de la tarjeta de embarque en Buenos Aires un desastre hay q hacer todo en mostrador cuando uno ya lo tiene en el celular. En vez de simplificar complican. El servicio de comidas mucho q desear la cena pésima, breakfast no hubo, desayuno malisimo un mini bocadillo asqueroso (literal).

Todo bien menos la comida que ha vuelto a empeorar

Lufthansa, como prácticamente todas las compañías aéreas, abusan de sus clientes lo que les da la gana sin restricciones. Como al volar siento cierta ansiedad además de pagar el ticket normal tengo que pagar un sobreprecio al comprar los asientos y resulta que luego Lufthansa a pesar de haberme cobrado por esos asientos me los cambia a su voluntad lo que prácticamente supone una estafa. En mi último vuelo es lo que hizo y por ello mi vuelo fue nefasto. Estamos en unos tiempos en que los abusos están a la orden del día y parece ser que nadie tiene la intención de pararlos.

No me gusto el retraso de hora y media en la salida del vuelo

Nos obligaron a facturar y pagar 50€ por una maleta cuando la Ida de Madrid- Frankfurt nos la perdieron y rompieron, las personas que nos atendió no nos gustó el trato