Hoteles en Florencia

Uno de los mejores hoteles de Florencia, y el más lujoso, es el Rocco Forte Hotel Savo, un verdadero hotel para amantes del arte. Aquí encontrarás suites especiales donde artistas contemporáneos han creado obras que se exhiben y venden allí en exposiciones regulares.

Con un estilo impecable, el diseño interior cuenta con muebles y estampados seleccionados por Olga Polizzi y Laudomia Pucci (hija de la famosa diseñadora de moda). Muchas de las 80 habitaciones, incluidas 30 sofisticadas suites, tienen balcones y combinan el estilo contemporáneo con la Florencia renacentista, con suelos de parquet, telas de inspiración toscana y obras de arte originales. Además, encontrarás muebles personalizados fabricados por artesanos locales y baños con acabados de mármol y mosaicos.

El chef Fulvio Pierangelini, reconocido con dos estrellas Michelin en su restaurante Gambero Rosso, dirige la cocina de Irene, en el que disfrutarás una auténtica experiencia culinaria toscana. El tartar de gamba roja con alcachofas y burrata es increíble, y la lasagnetta con ragú es por sí sola un motivo más que suficiente para viajar a Florencia.

El Relais Santa Croce es uno de los hoteles boutique más elegantes y con estilo de Florencia. Se encuentra en un edificio del siglo XVIII que una vez perteneció al Marqués Baldinucci, un compositor y tesorero del Papa. Sus 24 habitaciones cuentan con muebles antiguos y telas finas, y algunas tienen camas con dosel y vigas a la vista.

Y las suites superiores mantienen los frescos originales en los techos. Desde todas las habitaciones se disfrutan vistas panorámicas de los tejados de Florencia, el Duomo o la Basílica de Santa Croce, aunque solo la Suite Junior Terrace cuenta con un balcón privado. Y, sorprendentemente, ni siquiera es la más cara.

El restaurante toscano Guelfi & Ghibellini, ubicado en el mismo hotel, también cuenta con unos bonitos frescos que puedes admirar. Si quieres una experiencia gastronómica más exclusiva, no te pierdas la Enoteca Pinchiorri, con tres estrellas Michelin, que está ubicada en el mismo inmueble. Como un guiño al dueño original del palacio, me encanta que la encantadora sala de música todavía se use para conciertos en directo durante todo el año.

El Helvetia & Bristol Firenze está ubicado en un elegante palacio recientemente reformado, justo enfrente del museo de arte contemporáneo Palazzo Strozzi y la famosa Via de Tornabuoni, perfecta para ir de compras. La tapicería de seda, las lámparas de cristal de Murano y las de porcelana china, junto a las pinturas del siglo XVII, le dan un ambiente especial al ala Helvetia, que es donde yo me alojé.

En el edificio contiguo, que era un antiguo banco, la recién creada ala Bristol cuenta con 25 habitaciones diseñadas en un estilo más contemporáneo por la británica Anouska Hempel. El spa del hotel, ubicado en las antiguas bóvedas del banco, es el más grande del centro histórico, y su sala de relax tiene un suelo de cristal que permite ver los cimientos medievales.

El conserje del hotel nos dio un consejo muy útil para evitar las largas colas del Uffizi: ir el martes a visitarlo, ya que ni siquiera los propios florentinos saben que está abierto hasta las 10 de la noche Pude disfrutar de 'El nacimiento de Venus' de Botticelli prácticamente yo sola en la sala.

Si la idea de alojarte en el centro lleno de gente te agobia un poco, esta es una excelente opción. A pesar de su cercanía a los principales lugares de interés, el Four Seasons Hotel Firenze se encuentra en los jardines privados más grandes de Florencia, un oasis de tranquilidad repleto de flores, fuentes y esculturas. Incluso si no te alojas en el hotel, puedes visitar estos jardines y tomar algo en el Pool Tree Bar.

Si buscas un hotel exclusivo en Florencia, este es ideal. Te sentirás como un miembro de la aristocracia rodeado de auténticos frescos del siglo XVII y baldosas de cerámica pintadas. El Palazzo della Gherardesca, antigua residencia del contable de los Medici, cuenta con habitaciones exclusivas equipadas con modernas comodidades y exquisitas antigüedades, terciopelos y brocados.

En el restaurante Il Palagio, que cuenta con una estrella Michelin, encontrarás los platos clásicos toscanos con un toque contemporáneo. Puedes comer a la carta o probar alguno de sus menús degustación, de cinco u ocho pases. No te pierdas los agnolotti de mozzarella de búfala y gallo con trufa.

Este palacio del siglo XIII rememora la época del Renacimiento temprano en todo su esplendor y brinda una experiencia única en cada una de sus 62 habitaciones. Cada piso de Il Tornabuoni se distingue por su exclusiva paleta de colores, con mobiliario y papel tapiz personalizados, antigüedades y lujosos terciopelos

Es, sin duda, uno de los mejores hoteles de Florencia, donde la opulencia alcanza su máximo esplendor. La enorme suite Lorenzo Il Magnifico tiene unos magníficos frescos que llegan hasta el techo, mientras que la suite Tornabuoni, ubicada en el último piso, cuenta con una hermosa terraza. Las suites cuentan con modernos lujos como una carta de almohadas, radios Marshall, máquinas de espresso y neveras de vino.

Frente al hotel está el Palazzo Spini-Feroni, la sede del imperio Ferragamo. Aquí está uno de mis rincones favoritos en Florencia, un museo del calzado que te sumerge en la vida de Salvatore Ferragamo, un hombre que pasó de ser un humilde trabajador a convertirse en el zapatero de las celebridades.

Ubicado a orillas del río Arno, en un palacio del siglo XV diseñado por Filippo Brunelleschi (el diseñador del Duomo), el St. Regis es uno de los mejores hoteles de Florencia. Se encuentra a pocos minutos de la Galería Uffizi, donde se expone la mayor colección de arte renacentista de artistas como Botticelli, Miguel Ángel y Leonardo Da Vinci.

Su imponente vestíbulo, con las lámparas de cristal, está decorado con frescos, mientras que las lujosas habitaciones pueden presumir de paredes doradas, camas con dosel y muebles hechos a medida. Algunas de ellas también tienen vistas al río. Entre ellas, la Suite Bottega Veneta superior, diseñada en unos calmantes colores neutros por el director creativo de Bottega, Tomas Maier, y que cuenta con elegantes muebles, una chimenea y productos de Acqua di Parma.

El Winter Garden Restaurant me encanta por su ambiente tranquilo. Aquí podrás disfrutar de la cocina tradicional toscana en lo que antiguamente era un patio para carruajes de caballos.

El Palazzo Vecchietti, una antigua residencia construida en 1578 para la adinerada familia Vecchietti, es actualmente uno de los mejores hoteles de Florencia. Las 12 habitaciones del hotel están exquisitamente restauradas y cuentan con antigüedades de madera y cuero, colchas de terciopelo, chimeneas originales y baños de mármol negro.

Si te alojas en la suite Leonardo da Vinci Premier, también contarás con una cocina bien equipada y un gran balcón con vistas al patio. Para que tu experiencia florentina sea aún más dulce, estarás a pocos minutos de uno de mis lugares favoritos para comer un riquísimo helado, el Perchè No.

Los helados son lo primero que suelo pedir al llegar a cualquier ciudad italiana, y más si cabe en Florencia, considerada por muchos como la cuna del gelato. Olvídate de los conos de helado artificial y de colores brillantes que encontrarás en otros lugares de la ciudad y disfruta del auténtico gelato artesanal de este local.

Villa Cora, un oasis de paz al otro lado del río con vistas a los impresionantes Jardines Boboli, es uno de los hoteles más destacados de Florencia. Este lugar, popular desde la década de 1960, es una residencia del siglo XIX diseñada por el famoso arquitecto Pietro Camparini. Desde entonces ha sido objeto de múltiples reformas y ahora forma parte de The Leading Hotels of the World collection.

La piscina climatizada, que está abierta durante todo el año, es una de las cosas que más me gustan de este hotel. Está ubicado en un hermoso jardín de estilo italiano, con más de 100 variedades de rosas y rodeado de centenarios robles. Las lujosas habitaciones del tercer piso de la Villa tienen balcones con vistas al bonito jardín.

También puedes sentir una experiencia diferente en la suite Imperial, donde estuvo alojado el emperador japonés Akihito. Los muebles antiguos, los frescos originales y las dos amplias habitaciones con camas con dosel convierten este conjunto de habitaciones en un lugar inolvidable para alojarse.

Este sofisticado hotel de 4 estrellas, ubicado en un palacio del siglo XVI y un edificio gótico del siglo XIX, es uno de los mejores hoteles históricos de Florencia. Los llamativos interiores cuentan con sillas, camas y armarios de terciopelo de colores brillantes, y el conjunto del diseño lo completan las paredes de ladrillo visto, los suelos de terrazo y los baños de estilo Art Déco.

Entre las excelentes opciones gastronómicas se encuentra el Meze, con su menú mediterráneo para compartir (su pan casero y sus salsas son una comida por sí mismos). Por otro lado, Angel Rooftop, una de las terrazas más hermosas de la ciudad, es el lugar perfecto para disfrutar de una bebida al atardecer con vistas panorámicas de la ciudad.

Justo al lado del hotel está el mercado de cuero Mercato Porcellino, un lugar ideal para comprar una billetera o un cinturón, y también se encuentra el cine Odeon. El Odeon no es un cine cualquiera. Es un palacio renacentista con una librería en la planta baja y 200 cómodos sillones en la entreplanta, donde puedes relajarte y disfrutar de una película gratuita en la pantalla gigante.

Para los amantes del arte, entre quienes me encuentro, el Hotel Lungarno es uno de los mejores hoteles de Florencia. Este lujoso establecimiento cuenta con una colección privada de arte de aproximadamente 500 obras, entre las que se encuentran un original de Picasso, obras de Jean Cocteau y muchas otras joyas de artistas italianos. Su ubicación a orillas del río es espectacular, y la mayoría de las 63 habitaciones tienen hermosas terrazas y elegantes interiores con alfombras azul marino, madera oscura y telas color marfil.

Me encanta la glamurosa decoración de estilo años 50 del restaurante Borgo San Jacopo, que tiene una estrella Michelin, y me agradaron especialmente los menús degustación, en particular el vegetariano, que incluye platos como la berenjena con naranja amarga, la salsa de apio y ajo, y el risotto con limón, mozzarella y alcaparras. Además, el hotel tiene un hermoso bar en la azotea con vistas al río en el que podrás probar deliciosos cócteles, como el clásico Negroni o un Daiquiri Nuclear.