Hoteles en Milán

El Four Seasons es uno de los mejores hoteles de Milán. Conserva los frescos originales de un convento del siglo XV y esconde muchos otros detalles interesantes. Las fastuosas habitaciones, de diseño italiano contemporáneo, están dispuestas alrededor del patio ajardinado interior que, en su día, funcionaba como huerto para las monjas, y ahora es un atractivo lugar para disfrutar de un aperitivo en el bar.

Incluso las habitaciones más sencillas tienen tejidos de felpa de Fortuny, suelos de madera y baños de mármol con bañeras profundas. Por su parte, el magnífico spa de la bodega, obra de la arquitecta española Patricia Urquiola, cuenta con un gimnasio abierto las 24 horas del día, baño turco, sauna, salas de tratamiento y una preciosa piscina.

Si quieres ir de compras, el lujoso barrio del Quadrilatero te queda muy cerca, y encontrarás las mejores tiendas de moda en Via Montenapoleone, Via della Spiga y Via Sant'Andrea.

Otro de los mejores hoteles de Milán, el Park Hyatt, está en una ubicación excelente, cerca de la Piazza del Duomo y del histórico Teatro alla Scala, un paraíso para los amantes de la ópera. (Consejo: las entradas para la ópera suelen estar agotadas, pero a veces se pueden comprar entradas de última hora desde dos horas antes de la función, con un 25% de descuento).

El diseño italiano contemporáneo alcanza su máximo esplendor en las suites superiores del hotel, con abundantes mármoles en los cuartos de baño, suelos de parqué oscuro y armarios de madera clara. La Suite Fiori Chiari es una de mis favoritas, con sus altos techos abovedados y su gran balcón con vistas al centro histórico de la ciudad.

La comida y la bebida son excelentes en el restaurante La Cupola Lounge, que está abierto todo el día, y en el exclusivo Pellico 3 Milano (los espaguetis con almejas y calamares son fantásticos). Por la noche, te recomiendo el Mio Lab, un bar de copas muy animado con actuaciones de DJs por las noches.

Como parte de la colección Relais & Châteaux, esta joya del Art Nouveau se encuentra justo fuera del centro, en el distrito de Monforte, con vistas a la elegante Piazza Tricolore. El Chateau Monfort era originalmente una residencia privada y ahora es un hotel que tiene un bar en el lobby con una bóveda de cristal, y esto lo convierte en uno de los hoteles más especiales de la ciudad.

El diseño de los interiores está inspirado en cuentos tradicionales y óperas como Madame Butterfly, de Puccini. De hecho, la Suite Butterfly está decorada en rojo y dorado con motivos orientales y patrones florales que evocan la famosa ópera.

La zona de spa también es muy especial, gracias a su sauna, a los baños turcos y a su piscina de agua salada. La Galería de Arte Moderno está a diez minutos andando y está ubicada en una bonita casa de estilo neoclásico que antes era una villa real. Allí podrás visitar una impresionante colección de arte de los siglos XIX y XX.

El spa de la azotea y la terraza exterior con vistas a la ciudad son razones más que suficientes para alojarse en el Hotel Principe di Savoia. Este famoso hotel tiene mucha historia y lleva acogiendo a ilustres huéspedes desde 1927, entre los que se incluyen miembros de la realeza y artistas de todo el mundo.

Los detalles ornamentales Art Deco evocan sentimientos nostálgicos y las habitaciones pueden presumir de una mezcla deliciosa de arte moderno y decimonónico. Estos toques lo convierten en uno de los mejores hoteles de Milán. Las habitaciones están decoradas con grandes cortinas italianas, papel tapiz con texturas y unos preciosos azulejos de cerámica en el baño.

En una visita reciente, me encantó el tour de arte del hotel, cuyo protagonista era Lucio Fontana, un artista moderno famoso por sus lienzos rasgados

La pasta que preparan todos los días en el Acanto es excepcional, y los postres son tan bonitos que da pena comérselos. A diez minutos de allí, el Moebius es un lugar genial para cenar de tapas y tomar alguna copa, con actuaciones en vivo e incluso una tienda de vinilos.

Casa Baglioni es uno de los mejores hoteles boutique de Milán. Está en el barrio artístico de Brera y su estilo recuerda al ambiente milanés de los años 60. El diseño corrió a cargo de arquitectos milaneses, la iluminación es de Panzeri, el mobiliario de Rubelli Casa y, además, los espacios comunes y las 30 habitaciones cuentan con obras de arte originales de artistas italianos.

La cocina está dirigida por el chef Claudio Sadler, que ha trasladado al hotel su restaurante de una estrella Michelin, el Ristorante Sadler. En consonancia con el título de "ciudad de la moda" que suele recibir Milán, a sus huéspedes les ofrecen una experiencia personalizada en su propia habitación con el diseñador de sombreros Borsalina, que es la marca de sombreros de lujo más antigua de toda Italia.

Otro aspecto destacable es la visita privada al Museo Poldi Pezzoli en lo que se llama "El punto de vista femenino", que consiste en una muestra de esculturas y pinturas creadas por mujeres o en honor a ellas.

Este hotel, que es uno de los mejores de Milán se ubica en una villa del siglo XVIII recientemente renovada. Cuenta con sus propias zonas verdes y se encuentra al lado del jardín botánico Orto. Como es de esperar de una propiedad de Bulgari, hay mucha madera oscura, mármol negro, grandes ventanales desde el suelo hasta el techo y una hermosa piscina cubierta con brillantes mosaicos verdes y dorados.

El bar es muy elegante y siempre está lleno de gente que viste muy a la moda. Además, con las bebidas incluyen unos aperitivos que están buenísimos. La comida del restaurante está cargo de Niko Romito, propietario del restaurante Reale, que tiene tres estrellas Michelin, en Abruzzo. Otra visita obligada que recomiendo mucho, especialmente por su ambiente histórico, es el Jamaica, un bar cafetería que se encuentra cerca de la Pinacoteca Brera y que pertenece a la misma familia desde 1911.

Ha sido durante mucho tiempo uno de los lugares favoritos de artistas y creativos, y ha acogido a personalidades notables como Lucio Fontana y Ernest Hemingway.

Situado en la moderna zona de Porta Volta, este magnífico hotel de 5 estrellas destaca por los impactantes jardines verticales de su fachada acristalada. Los instalaron para reducir la contaminación y ayudar con la insonorización, y esto lo ha convertido en uno de los mejores hoteles de Milán para los amantes del diseño innovador.

La piscina exterior en la azotea es uno de los puntos más destacados del hotel, con vistas panorámicas de 360 grados de la ciudad que son perfectas para tomar fotos. Las habitaciones cuentan con suelos de parquet de roble que contrastan agradablemente con los colores y tejidos claros, y se complementan con los muebles de Molteni.

El restaurante está dirigido por el chef Giancarlo Morelli, creador de platos gourmet milaneses como el cordero con cerezas agrias y rebozuelos y, mi favorito, la pasta con anguila ahumada y cedro. También lleva el Bulk Mixology Food Bar del mismo hotel, conocido por su asequible brunch de los sábados, así como el Rooftop Terrace Bar.

La discreta fachada decimonónica de este hotel, situado en una calle tranquila a cinco minutos del Duomo, contrasta con sus interiores modernos y sofisticados. Considerado por muchos como uno de los mejores hoteles boutique de Milán, sus 18 habitaciones son de un tamaño razonable, algunas con balcones, paredes de ladrillo blanco, suelos originales, superficies de hormigón en bruto y muebles de estilo modernista.

Uno de los servicios más apreciados por sus huéspedes es la peluquería que hay en el propio hotel. El desayuno está incluido en el precio de la habitación, pero para comer o cenar tendrás que buscar otro sitio. Cerca de allí, la Taverna Del Borgo Antico sirve unos deliciosos platos italianos tradicionales como el Ossobuco, y unas pizzas muy ricas.

Si te gustan las trufas, el Tartufotto es una tienda restaurante imprescindible. No te pierdas los tallarines con mantequilla de trufa y Parmigiano Reggiano.

La ubicación del Mandarin Oriental, a pocos minutos del Duomo, la Ópera y las calles con las tiendas más exclusivas, es inmejorable. El hotel en sí, ubicado en cuatro elegantes edificios del siglo XVIII, es igualmente moderno y elegante. Los lujosos y modernos interiores tienen muebles de terciopelo morado, escritorios de B&B Italia, suelos de madera de roble y fotografías de Antonio Salvador. Y las habitaciones más exclusivas tienen pequeñas terrazas.

La oferta gastronómica es de primera en el restaurante Seta, reconocido con dos estrellas Michelin y dirigido por el aclamado chef Antonio Guida. Los espaguetis con anémona de mar y tartar de gamba roja son increíbles. Si buscas un ambiente más informal, el Mandarin Garden es una buena opción. Aquí, todos los restaurantes cuentan con una terraza exterior, perfecta para disfrutar de las comidas al aire libre durante los meses más calurosos.

El amplio spa es otro punto destacado de este hotel, con salas de tratamientos, una peluquería, un gimnasio y la piscina cubierta más grande del centro histórico.

El Sonder Missori es uno de los mejores hoteles de Milán y tiene unos precios muy razonables. Está a diez minutos a pie del Duomo, una de las catedrales más grandes del mundo. Las habitaciones tiene un diseño italiano contemporáneo, con telas y muebles muy sofisticados, así como cafeteras y televisores de pantalla plana en todas las habitaciones.

Podrás desayunar en el propio hotel, pero para comer y cenar tendrás que buscar otras opciones. Hay una gran variedad de restaurantes cerca. Si quieres comer otra cosa que no sea comida italiana, el Yokohama sirve un rico menú japonés con una gran selección de platos de carpaccio, como wagyu, salmón, atún y besugo.

También vale la pena echar un vistazo a la excelente chocolatería cercana, Giovanni Galli, fundada en 1911 y que sigue utilizando el mismo proceso de producción, con chocolates elaborados casi en su totalidad a mano.