Hoteles en Granada

Este 5 estrellas Gran Lujo me conquistó en cuanto traspasé sus puertas. Está situado en un edificio histórico en el corazón de Granada y es una oda al lujo y la exclusividad. Se inspira en la Ruta de la Seda. Desde su exquisita decoración con mármol y detalles en terciopelo hasta sus impresionantes vistas a la plaza de la Trinidad, todo destila elegancia. Por eso es uno de los mejores hoteles de la ciudad.

Durante mi estancia, disfruté de una habitación espectacular, donde el diseño neoyorquino y la calidez me brindaron un descanso sobresaliente. En la planta baja, su restaurante ofrece un recorrido por los sabores andaluces. Pide las quisquillas de Motril con vinagreta de yuzu o el rabo de toro al estilo Marco Polo. Cuenta con una pequeña piscina de hidromasaje y una coqueta terraza en las alturas. Tómate allí el cóctel de la casa: «Medias de Seda Club».

Siempre quise saber qué se cocía entre bambalinas en un banco, aunque nunca pensé que me alojaría en uno hasta que llegué a este hotel. Lo que fue una banca es hoy un hotel boutique con 38 habitaciones, justo frente a la catedral. Es uno de los mejores hoteles de Granada y conserva ese aire hogareño de antaño sin perder detalles originales, como los techos artesonados neomudéjares o las antiguas cajas fuertes del banco. Están vacías, por si te lo preguntas.

Al hospedarme pude apreciar lo bien que han equilibrado lo clásico con lo contemporáneo. Las habitaciones, inspiradas en los jardines de la Alhambra, invitan al descanso con tonos cálidos y detalles en madera natural. En su restaurante, El Patio, disfruté de una exquisita interpretación de cocina mediterránea. No olvides subir a la azotea: Bar Miralba ofrece una experiencia inigualable con cócteles y vistas a la Alhambra y la catedral.

Este palacete del siglo XIX es una joya escondida en una tranquila calle del centro. Ha mantenido su esencia original, con techos de vigas vistas de madera, coloridos mosaicos y columnas de piedra que cuentan historias centenarias. Te recomiendo la suite deluxe: es un remanso de paz con una cama con dosel, ventanales que la inundan de luz natural y una fabulosa bañera a los pies de la cama. Todas las habitaciones llevan nombres de famosos cármenes granadinos, las tradicionales viviendas con huerto.

Por las mañanas, el desayuno se sirve en un espacio a pocos metros del hotel y es una delicia: pan artesanal, jamón serrano y zumos frescos. El encanto de este lugar, junto con su intimidad y silencio, lo posiciona entre los mejores hoteles de Granada. Si buscas una estancia rodeada de lujo discreto, este es el lugar perfecto para desconectar y disfrutar de la esencia granadina.

Mirar hacia la Alhambra e imaginar la cantidad de historias que allí sucedieron es algo que hacemos todos. ¿Y si te dijera que puedes pasar la noche en pleno corazón de la fortaleza? No estoy soñando; es una realidad en este alojamiento, uno de los mejores hoteles de Granada. Lo que fue el antiguo convento de San Francisco es hoy un lugar que ofrece una experiencia única. Sus habitaciones, algunas con vistas a los jardines de la Alhambra, son espaciosas y elegantes, con detalles que recuerdan el esplendor de épocas pasadas.

Me encantó desayunar en su terraza, rodeada de cipreses centenarios y fuentes que susurran calma, mientras contemplaba las vistas. Los restaurantes son otro de sus puntos fuertes, ya que cuenta con una propuesta gastronómica que rinde homenaje a la cocina andaluza y granadina. Probé la melva de almadabraba con tomate y una breua de pollo árabe con harira que no olvidaré fácilmente.

Nadie duda que este es uno de los mejores hoteles de Granada. Lo que pocos saben es que, aunque está junto a la catedral, el hotel se encuentra en pleno corazón de la antigua Medina. Para levantarlo, se unieron varios edificios, entre ellos una casa señorial con un patio que conserva su fuente original. Lo que lo hace único es su perfecta integración con el entorno histórico. El hotel alberga restos arqueológicos de distintas épocas que pueden visitarse en un salón dedicado a conservarlos.

Sus habitaciones son modernas, funcionales y cuentan con todo lo necesario antes de salir a explorar la ciudad. Si optas por la suite con terraza, te recomiendo pedir el desayuno allí. Créeme, comenzar el día con esas vistas y delicias es una experiencia que no olvidarás nunca. Además, si eres amante de la literatura, dedícale unos minutos a leer los versos de Lorca impresos en las paredes.

Este hotel, ubicado en un convento del siglo XVI, es una fusión perfecta de historia y lujo contemporáneo. El impresionante claustro original, con sus columnas de piedra y jardines, es un rincón sereno en el que me encanta perderme cada vez que lo visito. El lugar fue renovado recientemente y ha logrado una atmósfera de paz y serenidad que recuerda a los monasterios.

Mi habitación, con techos altos y una decoración sobria con toques moriscos, fue mi oasis particular de tranquilidad. El restaurante El Claustro es una experiencia única, no solo por su exquisita reinterpretación de la cocina andaluza, sino también por su original decoración, que simula una iglesia con imágenes de santos e incluso un altar que exhibe las botellas del bar. Te recomiendo probar la crema de esturión ahumado con huevo frito y caviar. ¡Está deliciosa! Sin duda, este hotel está entre los mejores hoteles de Granada.

Hospedarse en este emblemático hotel es como viajar al pasado de Granada, pero con un toque de lujo moderno. Inaugurado en 1910, su ubicación es inmejorable para los amantes de las vistas, lo que lo convierte en uno de los mejores hoteles de Granada. Al estar situado sobre una colina, domina la panorámica hacia la Alhambra y ofrece una vista incomparable. En un instante, te transporta a otra época, donde la elegancia morisca eleva la experiencia a un nivel superior.

Sus habitaciones son elegantes, luminosas y clásicas, y cada uno de los espacios comunes refleja ese mismo encanto. El hotel ha renovado recientemente dos de sus joyas: la terraza panorámica y el restaurante El Príncipe, que es uno de mis favoritos en la ciudad. Allí, la paletilla de cordero lechal con crumble andalusí y el postre Lágrimas de Boabdil, que se prepara con capas de almendra caramelizada y frambuesa, dejaron una impresión duradera.

Este hotel emplazado en el centro es sinónimo de confort y modernidad. Se lo considera como uno de los mejores hoteles de Granada porque ofrece una experiencia inmersiva en la historia y cultura andalusí, con un diseño que homenajea la fortaleza nazarí. En cada rincón se respira esa influencia granadina que tanto me gusta. Durante mi estancia, disfruté de una habitación amplia y luminosa con vistas a la majestuosa Sierra Nevada; sin embargo, también puedes optar por una que mire hacia La Alhambra.

Carmen Gastrobar, su restaurante, ofrece una experiencia gastronómica moderna en la que las tapas tradicionales, como el salmorejo, se combinan con platos inspirados en los viajes de Colón, como la ropa vieja cubana. Pero, sin duda, lo mejor del hotel está en la parte alta, en su azotea, donde una piscina con vistas hace que cada momento sea especial. ¡Qué placer fue poder disfrutar de una tarde soleada junto a ella!

A veces, no necesitamos más que un buen desayuno, una ducha de lluvia y un descanso sobresaliente. Es en esos momentos cuando entran en juego este tipo de hoteles. Si a esto le sumamos un diseño contemporáneo y acogedor, además de estar en pleno centro de la ciudad, habremos dado con Room Mate Leo. Todas estas razones lo posicionan entre los mejores hoteles de Granada. Me encantó la amplitud y comodidad de mi habitación, decorada con tonos cálidos que me proporcionaron un descanso sobresaliente.

A la mañana siguiente me esperaba un festín de productos locales: panes, embutidos y fruta de temporada. Comenzar así el día fue una auténtica maravilla. La terraza del último piso, con una pequeña piscina y vistas sobre toda la ciudad, se convirtió en mi lugar favorito para disfrutar del atardecer. Además, el personal del hotel, atento y amable, añadió un toque extra de hospitalidad a la experiencia.

Este hotel combina un palacio del siglo XIX con un edificio moderno para ofrecer una experiencia única que mezcla historia y contemporaneidad. Por ello es uno de los mejores hoteles de Granada, perfecto para quienes buscan una combinación de lujo y bienestar. Durante mi estancia, me alojé en una habitación con techos altos y detalles originales del palacio que me hicieron sentir como una princesa.

El restaurante del hotel y su terraza son un verdadero placer para los sentidos. Probé una ensalada verde con productos de la Vega Granadina y arroz con bogavante, ambos platos llenos de sabor y con una calidad insuperable. Tras un día sin parar de andar por Granada, lo que más agradecí fue pasar un rato de desconexión en Bodyna Spa. Tienen una piscina relajante con burbujas, sauna y cabinas donde ofrecen masajes de todo tipo, tratamientos faciales e incluso cuidados para los pies y las manos.