Hoteles en Córdoba

No solamente es uno de los más lujosos y uno de los mejores hoteles de Córdoba, sino que también es uno de mis favoritos cuando visito la ciudad. Alojarte allí es como hacer un viaje en el tiempo. Y es que el corazón de este palacio del siglo XVI guarda un tesoro arqueológico: bajo el restaurante Arbequina, se vislumbran los vestigios de una domus romana del siglo I. Mientras disfrutas de algo irrepetible, pide su salmorejo, ¡es uno de los mejores que he comido!

Pero tiene más alicientes: una piscina exterior, un patio con naranjos y un spa ideal para relajarte, inspirado en las termas romanas. Sus tratamientos son perfectos para mimarte. Las habitaciones son elegantes, con techos altos, arcos antiguos y estucos pintados a mano. Te recomiendo la Junior Suite Histórica con Alma: te hará sentir como en un palacio.

Este palacio es uno de los mejores hoteles de Córdoba. Lo que me hizo elegirlo fue su ubicación, en plena plaza de las Tendillas. Al llegar, no pude resistirme a subir a Rooftop 1928, su azotea, para disfrutar de una copa con vistas a la ciudad. Es el lugar perfecto para relajarse al caer la tarde.

Pero volvamos al interior: las habitaciones son cómodas y funcionales, con un diseño sobrio y detalles que marcan la diferencia, como la terraza privada de las junior suite. Si te gusta la buena comida, no dejes de probar el brioche de rabo de toro en el Rincón de las Tendillas, acompañado de unas berenjenas con miel de caña deliciosas. Además, su desayuno incluye una selección de productos locales y saludables, ideal para comenzar la jornada con energía.

Este hotel, moderno y funcional, destaca por su ubicación en el centro de Córdoba. Desde aquí tienes fácil acceso a todos los puntos de interés, pero lo que más me gustó fue su ambiente tranquilo, perfecto para descansar tras un día ajetreado en esta bella ciudad. Las habitaciones son amplias y están bien equipadas, con camas muy cómodas y detalles como los arcos de herradura, similares a los de la mezquita-catedral, y toques en rojo pasión, como la alfombra que recubre su icónica escalera.

No dispone de restaurante, pero sí de un bar-cafetería donde sirven desayunos tipo bufé y puedes tomar un café a media tarde. El verdadero placer está en su zona de bienestar, en la que no dudaría en contratar un masaje para aliviar tensiones. Verdaderamente, este alojamiento es una gran opción si buscas comodidad, confirmando su lugar entre los mejores hoteles de Córdoba.

Este hotel boutique, ubicado en el corazón de la Judería, es un refugio de lujo que combina tradición árabe y las comodidades modernas. Las habitaciones están distribuidas alrededor de un pato tradicional con una fuente y sus suelos con hidráulicos serán el sueño de cualquier amante del diseño. Las 11 estancias son diferentes y poseen nombre propio. Me quedo con las que tienen bañera con dosel en el medio de la habitación.

Lo que más me impresionó fue la terraza, desde donde puedes disfrutar de unas vistas inigualables de la mezquita-catedral. En su espacio Ziryab, te aconsejo tomar un vino de Jerez o de Montilla Moriles, acompañado de tapas ibéricas y quesos artesanos. El trato del personal es cálido y siempre están dispuestos a sugerirte los mejores rincones y secretos de la ciudad. Y por todo ello, es uno de los mejores hoteles de Córdoba.

Con solo seis habitaciones, una de ellas suite, este alojamiento te ofrece una experiencia íntima y exclusiva en un edificio declarado Monumento Nacional. Lo que me dejó sin palabras fue su increíble restauración, que combina una decoración contemporánea con detalles originales del siglo XVII. Cada habitación tiene un encanto especial, pero lo mejor es la tranquilidad que se respira. Si eliges la Terrace Suite, tendrás acceso a una pequeña terraza con una bañera exterior y vistas a la mezquita-catedral.

Los desayunos son una joya. Y no solo por lo rico que está todo, sino porque se toman directamente en la iglesia del edificio. La experiencia es inolvidable. Además, su patio, lleno de detalles mozárabes, es ideal para tomar algo mientras disfrutas del silencio de este hospedaje especial. Este es, sin duda, uno de los mejores hoteles de Córdoba si buscas un lugar que respire historia.

A solo unos pasos de la mezquita-catedral, este alojamiento ofrece una experiencia magnífica entre los mejores hoteles de Córdoba. Este pequeño oasis, con solo 10 habitaciones alrededor de tres patios, te envuelve en una atmósfera de serenidad. Además, es perfecto si viajas en familia o en grupo, porque dispone de una habitación triple. Desde la azotea se puede disfrutar de una estampa inolvidable del casco histórico.

El restaurante, junto al encantador Patio del Naranjo, es un verdadero tesoro. Es perfecto para una cena íntima rodeado de vegetación y un naranjo centenario. Lo que desfila por las mesas es cocina cordobesa de primera, como el salmorejo, o un delicioso tomate rosa de Alcolea acompañado de ventresca de atún. No olvides probar la mermelada casera de naranja, que sirven en el desayuno, ni deleitarte con su carta de productos frescos y de temporada.

En pleno corazón de la Judería, este hotel se despliega como un pequeño laberinto de pasillos y patios, donde la historia y la tranquilidad van unidas. Alojarse aquí es como viajar en el tiempo, con sus 64 habitaciones exclusivas, cada una con un diseño especial que combina restos romanos y detalles andalusíes. A medida que recorres sus patios, te vas encontrando con rincones encantadores: fuentes, albercas y hasta restos de un horno romano.

Uno de los espacios más sorprendentes es la Casa Palacio de las Pavas, con patios mudéjares y renacentistas, un jardín con alberca-piscina y terrazas privadas con vistas increíbles a la mezquita. Todo está pensado para ofrecer una experiencia de lujo. Si buscas algo más que un simple alojamiento, este lugar es uno de los mejores hoteles de Córdoba, perfecto para sumergirse en la historia y el patrimonio de la ciudad.

Ubicado en el casco histórico de Córdoba, a escasos metros de la mezquita-catedral y la puerta de Almodóvar, este hotel combina historia y confort en una casa-patio del siglo XVI. Su arquitectura, catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, refleja la esencia de las diferentes culturas que marcaron la ciudad. Al hospedarte aquí, te sumerges en un espacio donde alguna vez floreció el arte de la orfebrería, que la hizo famosa en tierras lejanas.

¿Mi parte favorita? Sus patios, llenos de luz y plantas, que son un respiro de tranquilidad en la bulliciosa almendra central. Las habitaciones conservan el encanto tradicional, las camas son cómodas y el resto de la estancia es sencilla y funcional. Es perfecto para descansar en una localización privilegiada y, por esa simplicidad, es uno de los mejores de Córdoba.

Este hotel es un sueño cumplido, el de sus propietarios, que se hicieron con esta casita y la convirtieron en un coqueto hotel boutique. Ese cariño de las cosas bien hechas les ha valido estar entre los mejores hoteles de Córdoba. Y esos son los alojamientos que me gustan: los que cuentan una historia, ya sea una gesta épica o la sencillez de quienes proporcionan alma al espacio.

Las habitaciones respetan la arquitectura anterior, de techos altos y vigas de madera pintadas en blanco, pero se integran con un diseño moderno y minimalista, combinado con mobiliario rescatado y antiguo. Si tuviese que elegir una, me quedaría con la suite con terraza. Tienen un pequeño spa con sauna y bañera de hidromasaje, donde también dan masajes y organizan sesiones de meditación para que te vayas de allí con una profunda sensación de bienestar.

¿Piscina en la azotea? Para mí siempre es un sí a la hora de elegir alojamiento. Y este hotel, uno de los mejores de Córdoba, la tiene. Desde arriba además se puede ver el monumento de Medina Azahara. Esta es una opción perfecta para quienes buscan comodidad y modernidad a un precio razonable. Está junto a la estación de tren, lo cual permite un acceso fácil a los principales puntos turísticos.

Las habitaciones son espaciosas, con camas muy cómodas y todo lo necesario para una estancia agradable y sencilla, ya sea por vacaciones o por negocios. Completan la oferta con un gimnasio y parking privado. No dispone de restaurante, pero por las mañanas en la cafetería se ofrece un desayuno completo, con bollería, embutidos locales, café recién hecho y fruta fresca, perfectos para arrancar el día. Si buscas una opción funcional, este es tu hotel.