Hoteles en Berlín

Cuando quiero admirar Berlín desde las alturas, voy al piso 18 del Motel One Alexanderplatz. En el bar, la vista se extiende desde Alexanderplatz hasta las torres del Ayuntamiento Rojo y, por supuesto, hasta la Torre de televisión. El hotel más grande de la cadena Motel One cuenta con 708 habitaciones y es uno de los mejores hoteles de Berlín.

Desde esta ubicación supercéntrica, se puede llegar a numerosos lugares de interés a pie, lo cual es una auténtica ventaja. La Isla de los Museos, el Museo Histórico Alemán, el Foro Humboldt y la Catedral de Berlín están a un breve paseo de distancia. Y la línea de autobús 100, que forma parte del sistema de transporte público, te lleva a lo largo de la avenida Unter den Linden hasta la Puerta de Brandeburgo y más allá. De regreso al hotel, el vestíbulo cuenta con un enorme mural temático de moda creado por el colectivo artístico Klub7.

De interés para familias: los niños de hasta seis años se alojan gratis con los padres, y en este hotel el desayuno está incluido.

¿Ganas de una vuelta al cole? El hotel de 4 estrellas H10 Berlin Ku'damm está situado en una antigua escuela catalogada de 1889. El espacio del antiguo recinto escolar se ha ampliado con un nuevo edificio, situado justo detrás. Al más puro estilo berlinés, en la zona de entrada te recibe un oso típico de dos metros de altura. Para disfrutar plenamente del encanto histórico de este hotel, reserva un loft dúplex en el edificio original de la escuela, con un enorme ventanal.

La ubicación del hotel es excepcional, a solo unos metros de la célebre Ku'damm. En esta exclusiva calle comercial, encontrarás tiendas de las principales marcas internacionales. El archiconocido KaDeWe, centro comercial de la Alemania Occidental, tampoco está lejos. Cuando vuelvas de hacer compras y turismo, te encantará darte un capricho berlinés —el arte de simplemente relajarte— en la relajante terraza exterior del hotel. Información útil: el hotel fue condecorado con el premio Gay Weekends Tolerantia Award en 2023.

El Orania.Berlin está situado en la calle Oranienstraße, en el corazón del legendario Kreuzberg 36, como se llamaba el distrito en tiempos del Muro de Berlín. En 1980, la banda Ideal dedicó una canción homónima a la ciudad y a este barrio: «Ich fühl' mich gut, ich steh' auf Berlin (Me siento bien, me encanta Berlín)». Hoy en día, huéspedes y lugareños se mezclan mientras pasean por la Calle O, donde me encanta pasar el rato. ¡Siempre hay algo que ver!

El bar Orania, que también acoge conciertos, me da la paz que necesito. Hablando de conciertos, tiene una larga tradición de acoger espectáculos musicales: ya en 1913, el edificio albergaba el Café Oranienpalast, donde se ofrecían música y cabarés. En 2017, Orania.Berlin abrió aquí y se convirtió en uno de los mejores hoteles de Berlín.

El luminoso edificio blanco, de estilo neoclásico, alberga 41 suites y habitaciones. Y no solo da la bienvenida a los huéspedes del hotel, también a sus perros. Por último, es un excelente lugar en que alojarse para los amantes del arte, ya que muchos de los principales museos de Berlín como la Galería Berlinesa, el Gropius-Bau y el Museo Judío son fácilmente accesibles desde aquí.

«¡Adlon, en tu casa hay de todo!» es la frase que pronunció el Kaiser Wilhelm II en 1907 y que tanto halagó a Lorenz Adlon. El propio gobernante quería el hotel de lujo, e hizo posible su creación. Solo valía la mejor decoración, ¡como corresponde a un Kaiser!

El Adlon original se incendió poco después del final de la guerra. Sin embargo, tras la caída del Muro de Berlín, resurgió en 1997 bajo el nombre Hotel Adlon Kempinski. La propiedad, con muros de piedra arenisca y un techo de cobre verde, se erige en Pariser Platz, cerca de la Puerta de Brandeburgo.

Puedes elegir entre 385 habitaciones y suites, algunas con vistas a la Puerta de Brandeburgo. Incluso los berlineses reservan una mesa en su restaurante gourmet, Lorenz Adlon Esszimmer, coronado con dos estrellas Michelin, para ocasiones especiales. Visitantes de todo el mundo se hospedan en este hotel de lujo en pleno corazón de Berlín, el centro neurálgico de Alemania.

La piscina del Hotel Oderberger es mucho más que eso. De hecho, la piscina Oderberger solía ser un baño público y abrió sus puertas ya en 1902. En 2016, este hotel boutique protegido se trasladó a este edificio histórico, convirtiéndose en uno de los mejores hoteles de Berlín, situado en el popular barrio de Prenzlauer Berg.

Al hotel, de 70 habitaciones, lo distinguen sus cinco suites en la torre. Si eres huésped del hotel, no necesitas reservar hora para disfrutar de la sala de baño histórica de estilo neorrenacentista. Sin embargo, lo mejor es preguntar por el horario de apertura a su amable personal de recepción. Esta piscina única también acoge eventos y sesiones fotográficas.

A los berlineses también nos gusta nadar aquí y hacer largos en lacálida piscina de 20 metros. Después de nadar temprano, los croissants frescos con miel de Berlín te sabrán aún mejor; puedes disfrutarlos en el salón de desayunos ubicado en la antigua sala de calderas del baño.

Es salir de las animadas calles de Kreuzberg y entrar en el jardín de The Yard y envolverte una auténtica sensación de tranquilidad. La verdad es que siempre me sorprende, sobre todo teniendo en cuenta que estamos en la bulliciosa zona entre Checkpoint Charlie y Bergmannkiez. El jardín con muebles de salón y césped exuberante fue diseñado por el arquitecto paisajista suizo Enzo Enea.

En este hotel boutique de Berlín, de 55 habitaciones ubicadas en un edificio nuevo, el desayuno se sirve en la planta baja, pero también tienes la opción de comer en el jardín si así lo deseas. El hotel aboga por la sostenibilidad: si quieres poner tu granito de arena en la protección del medio ambiente, la opción de disfrutar de servicio de habitaciones cada dos días puede que te interese; ahorrarás agua, energía y productos de limpieza en comparación con la limpieza diaria habitual.

A decir verdad, no te va ha hacer falta coche, ya que la estación de metro de Hallesches Tor está a solo cinco minutos a pie del hotel The Yard. En definitiva, la tranquilidad interior del hotel y su proximidad al ajetreo de la urbe hacen de este uno de los mejores hoteles de Berlín.

El Hotel 25hours Bikini Berlin es uno de los hoteles más inusuales de Berlín. Locales como turistas acuden al Monkey Bar en la azotea, desde donde (sí, lo adivinaste) puedes ver monos reales, ya que el bar da al zoológico. El Bikini House es una joya arquitectónica moderna. Construido en la posguerra en City West, con fondos del Plan Marshall, este edificio de baja altura se erige junto a la Iglesia memorial del káiser Guillermo y es un monumento protegido.

La atmósfera del hotel es informal, desde su sala con hamacas hasta la Sauna Jungle con ventanas de cristal: ¡suda con estilo con vistas al zoo! Ni siquiera tienes que salir del edificio para ir de compras: puedes hacerlo en The Concept Shopping Mall. Me encanta empaparme de la moda al más puro estilo berlinés. Y las principales calles comerciales de Berlín, la Kurfürstendamm y la Tauentzienstrasse, también están a tiro de piedra.

Celebridades y políticos de todo el mundo eligen el Ritz para hospedarse; el hotel incluso ha albergado equipos de fútbol enteros. Lo primero que se ve al entrar es la gran escalera y mucho mármol, dorado y estilo art déco. La decoración de este lujoso hotel en Berlín está inspirada en el estilo de los felices años veinte. Este hotel de 303 habitaciones, uno de los mejores de Berlín, fue construido en la época posterior a la reunificación e inaugurado en 2004.

Justo delante se encuentra Potsdamer Platz con una estación de metro y tren de superficie, pero también puedes ir caminando hasta la Puerta de Brandeburgo, el distrito gubernamental y el Monumento a los judíos de Europa asesinados. A pesar de su ubicación céntrica, el Ritz Carlton está lejos de ser aburrido y gris: el Tiergarten, el pulmón verde del centro de la ciudad, linda con el hotel. Después de un recorrido turístico, disfruta de un trago en The Curtain Club. Quizás veas algunas caras famosas en el bar disfrutando de cócteles como el «Conde de Brandenburgo», a base de saúco, albaricoque, membrillo, manzana y champán.

Hasta ahora, solo unos pocos hoteles habían escogido el moderno distrito de Friedrichshain; hoy, en cambio, ya es el escenario de uno de los mejores hoteles en Berlín. El moderno hotel musical nhow Berlin está ubicado junto al río Spree, cerca del puente de Oberbaum. Cada vez que cruzo el Spree en barco turístico, no me canso de admirar el espectacular edificio con sus destacados pisos superiores que se reflejan.

El interior también es sensacional. Su diseñador, el neoyorquino Karim Rashid, optó por un estilo ultramoderno, luminoso y brillante, con toques de rosa. No te queda lejos el Uber-Arena y la East Side Gallery.

Además, muchos lugares de moda están a poca distancia, como la piscina al aire libre Badeschiff, y las discotecas más populares, como Watergate y Berghain. Por si fuera poco, este hotel único en Berlín cuenta con su propio estudio de sonido y salas de grabación. El servicio de habitaciones las 24 horas no es algo que se vea todos los días. Junto con champán, también puedes pedir que te traigan guitarras y teclados a la habitación. El sistema de sonido y música integrado en las habitaciones está hecho para deleitar a los más melómanos.

Me gusta ir a este hotel aunque no tenga reserva. Eso se debe a que su fantástico bar en la planta baja, ROOT, de diseño industrial, también está abierto para los berlineses. El edificio deja claras sus intenciones desde el momento en que entras al vestíbulo: partes del legendario sistema de tubos neumáticos aún se pueden ver en la pared.

Esta oficina de telégrafos se empezó a construir en 1910 y, en aquel entonces, era el edificio postal más elaborado de Alemania; su sótano albergaba uno de los sistemas de tubos neumáticos más grandes de Europa. Más de cien años después, el hotel del mismo nombre abrió directamente en Monbijoupark. Te espera una estancia entre paredes de ladrillo expuesto en contraste con un diseño y servicios modernos.

Su ubicación ideal junto a la Isla de los Museos se traduce en que muchas atracciones están a la vuelta de la esquina, como el Museo Bode, los Hackesche Höfe y la Torstraße, de gran oferta gastronómica. Dato curioso: los sistemas de tubos neumáticos han sobrevivido en Berlín hasta hoy, uno de los cuales aún sigue funcionando en la Cancillería. Parece ser que la ciberdelincuencia aquí no tiene cabida.