Hoteles en Santiago de Compostela

Un extenso bosque envuelve uno de los mejores hoteles de Santiago de Compostela, Quinta da Auga. Sus detalles, pulidos por el tiempo, guardan la historia de una fábrica de papel del siglo XVIII rehabilitada con sumo cariño. Volviendo a su vegetación, está regada por el río Sar, ese que bautiza este prestigioso Relais & Châteaux y sumerge en la más placentera calma.

El relax se termina de alcanzar en su completo spa, donde hay hasta una piscina de flotación en la que me pasaría horas levitando. Si quieres continuar tu inmersión en un absoluto estado de paz, te recomiendo que te apuntes a la actividad de meditación o que pasees por su bosque, cuyo laberinto de bambú te guiará hasta la piscina.

Tanto si eres un huésped como si no, reserva mesa en su restaurante Filigrana, con bocados tan apetecibles como la empanada de maíz. ¡Todo un disfrute hedonista!

Para comprender el nombre de uno de los mejores hoteles de Santiago de Compostela, tan solo debes asomarte a las ventanas de sus habitaciones. Desde ellas verás hordas de peregrinos realizando la última etapa del Camino Portugués. Me encanta pasar un rato observándolos y contagiándome de su energía victoriosa, algo que también es posible hacer desde la terraza de su última planta, que igualmente goza de vistas a la catedral.

Este hotel icónico de 1965 se reformó hace dos años con un estilo contemporáneo y utilizando tonos tostados y grises. En su día fue uno de los edificios más altos de la ciudad, y destacaba por ser el primer hotel de Santiago en contar con piscina exterior, además de una mítica discoteca. En la actualidad, y bajo la gestión del grupo Hotusa, sigue ligado a la cultura de Santiago gracias a pequeños detalles que solo percibirás alojándote en él.

El Parador fue mandado construir por los Reyes Católicos, es el mejor hotel de Santiago de Compostela en cuanto a vistas, y destaca por su categoría: cinco estrellas gran lujo.

Tuve la suerte de hospedarme en él tras hacer el Camino de Santiago a vela hace unos años, y me quedé con el recuerdo de despertar en sus camas con dosel, abrir la ventana y deleitarme con la solemnidad de la catedral de Santiago.

Testigo de la llegada de los peregrinos desde el siglo XVI, periodo del que aún conserva muchos de sus elementos arquitectónicos, el Parador de Santiago de Compostela es el más solicitado por los viajeros. Y no solo por su fabulosa ubicación, en la misma plaza del Obradoiro, sino por lo especial que resulta dormir en uno de los alojamientos más antiguos de España con las comodidades actuales y con dos restaurantes donde degustar un estupendo producto gallego.

En una calle tranquila del casco histórico, una casa del siglo XIX aloja uno de los mejores hoteles boutique de Santiago de Compostela. En su comedor se sirven desayunos a la carta con productos típicos, como la tarta de Santiago, la miel de los bosques gallegos o el pan de hogaza recién tostado.

Miembro del club de alojamientos con encanto Rusticae, el hotel Altäir se distingue por su sencilla decoración Wabi-Sabi en tonos neutros conseguidos a la perfección con el uso de materiales como la piedra y la madera de roble. Este concepto oriental, llevado con detalle a su estética, se traslada a las once habitaciones y al servicio de masajes del que dispone. Aunque el servicio que realmente te resultará útil si viajas con niños es el de canguro.

A menos de un minuto se encuentra uno de mis rincones favoritos de Santiago de Compostela, el jardín del hotel Costa Vella.

Una infinidad de plantas naturales cuelgan simulando terrazas y visten de verde el vestíbulo de este hotel. La vegetación continúa por los pasillos de cada uno de sus pisos, abiertos al vestíbulo bajo un lucernario. Un curioso jardín interior que es mejor contemplar desde los ascensores panorámicos de camino a las habitaciones.

No te pierdas los desayunos, con una zona dedicada a productos gallegos, entre los que no falta el queso de tetilla o el lacón. Las almas románticas disfrutarán con la experiencia especial para parejas que consiste en una botella de cava y frutas.

Eurostars Hotel Santiago es el mejor hotel de Santiago de Compostela para quienes buscan alojarse cerca del Hospital Clínico o del Campus de la Universidad de Santiago. Desde aquí podrás llegar caminando a la estación de tren o al centro de la ciudad mientras descubres los negocios que ocupan sus calles.

A unos pasos del Parque de la Alameda se encuentra Eurostars Araguaney, uno de los mejores hoteles de Santiago de Compostela con cinco estrellas. Su estilo clásico de los años 80, mantenido a la perfección bajo el dominio de la madera, se percibe especialmente desde la cafetería, en la que opto por sentarme a ojear las obras clásicas expuestas en una pequeña librería.

En una vitrina situada junto a la recepción, se exponen recuerdos de la tierra. Siguiendo un pasillo de esa misma planta, una pequeña galería de obras de arte itinerantes.

Si buscas tiendas originales cerca de uno de los mejores hoteles clásicos de Santiago de Compostela, estás en el lugar adecuado. A pocos metros encontrarás algunas dedicadas a ropa, como Who Killed Bambi?, y siguiendo la rúa do Doutor Teixeiro otras como Sargadelos, donde podrás hacerte con la cerámica típica gallega.

En una nueva zona residencial y rodeado de la frondosidad del parque Paxonal, por donde cruza el río Sar, se localiza Santiago Plaza Affiliated. Se trata de uno de los mejores hoteles de Santiago de Compostela para quienes deseen alojarse cerca de la estación de tren. No obstante, el casco histórico está a poco más de un kilómetro y hay un centro comercial a un paso. Aunque si quieres hacer turismo cerca, podrás visitar la Colegiata de Santa María de Sar. En caso de que prefieras que te organicen visitas guiadas o alquilar un coche para moverte por tu cuenta, puedes preguntar por estos servicios.

Las habitaciones son coloridas y están decoradas con lámparas, butacas o mesitas de diseño. En ellas podrás ver tus series favoritas gracias a sus modernas televisiones con Chromecast. Si viajas con niños, reserva una habitación doble con divertidas literas.

Muy próximo a un lago y a una sucesión de parques, este cinco estrellas es uno de los mejores de Santiago de Compostela para disfrutar de la música. Cada cierto tiempo ofrece ciclos de conciertos gratuitos en su azotea. Cuando no es el caso, tan solo tendrás que acercarte al Auditorio de Galicia y comprobar la programación.

Cuenta con dos piscinas, una cubierta y otra al aire libre, y una amplia terraza donde tomar un café con panorámicas que se extienden hasta la catedral. Las mismas vistas de las que gozan sus seis salas de reuniones y sus habitaciones Premium.

Bajo un moderno dosel, la cama invita al descanso entre tonos marrones, verdes y blancos; eso sí, antes elige la almohada que mejor se adapta a tus cervicales.

Al despertar, te aguarda un desayuno con platos recién elaborados y opciones sin gluten o vegetarianas. Yo me quedo con sus ricos zumos y batidos.

El antiguo monasterio de San Francisco, situado justo detrás de la plaza del Obradoiro, es hoy uno de los mejores hoteles exclusivos de Santiago de Compostela. La entrada discreta de su vetusta fachada de piedra no hace suponer la maravilla de establecimiento que hay en el interior. La piedra, la original, es el hilo conductor de las estancias. Piedra natural en la cafetería, en la piscina cubierta, donde también hay una piscina hidromasaje, y en las habitaciones y baños. Y es que la remodelación contemporánea del monasterio magnifica la magia de su pasado, conservando, además, las vigas de madera y la iconografía a modo de decoración exquisitamente dispuesta.

Mi sugerencia en este hotel es que tomes un vino en el patio del claustro bajo la torre de su iglesia antes de probar su cocina conventual. Sobriedad, elegancia, majestuosidad y tranquilidad: todo ello en pleno centro de la capital gallega.

De una curtiduría del siglo XVIII a convertirse en el Convento de la Orden de las Oblatas en el siglo XIX, esta es la historia del hotel. En la actualidad, tenemos la suerte de poder alojarnos en este establecimiento único, uno de los mejores hoteles de Santiago donde viajar al pasado en su piscina cubierta y en otras de sus estancias. Desde ellas, se pueden apreciar los bonitos jardines presididos por un camelio, ¡el más longevo de la ciudad nada menos!

A este árbol homenajea su restaurante con platos de vanguardia aderezados por los sabores tradicionales gallegos. Si prefieres algo más ligero, en el suite bar podrás tomar ensaladas y sánwiches.

A 10 minutos a pie, los restaurantes Casa Marcelo y A Horta d´Obradoiro te seguirán mostrando la deliciosa cocina local. Asimismo, te recomiendo que te acerques al Pazo de San Lorenzo de Souto, un complejo de edificios de origen monástico.