Vacaciones en Rusia

El país más extenso del mundo es también uno de las más diversos. Debido al desconocimiento que se tiene del país, plantear unas vacaciones en la Federación Rusa resulta inusual. Vastísimo y de una historia compleja, la Federación Rusa es una nación hecha a sí misma. Difícil de descifrar y entender, incluso intimidante con sus carteles en cirílico, Rusia es un destino ideal para los más inquietos.

Vacaciones en la Federación Rusa, un país lleno de apasionantes contrastes

La Federación Rusa es un país enorme, de incontables contrastes internos. Unas vacaciones en la Federación Rusa básicas supondrían visitar las ciudades de Moscú y San Petersburgo. Son los dos centros neurálgicos del país, amantes de la cultura y llenas de chocantes mezclas de la modernidad más feroz con el cercano legado comunista. Lo ideal sería visitarlas cuando se acerca el invierno, en ocubre, cuando el frío es soportable, entre cinco y ocho grados de media, y caen las primeras nieves. Y es que la nieve es parte inseparable del paisaje ruso. La Federación Rusa tiene infinidad de husos horarios. El central está dos horas por delante del español. Moscú resulta la mejor puerta de entrada al país. Para moverse en las ciudades, el metro es la mejor alternativa. Para viajar por el país, el tren es el medio más disfrutable y el avión, el más eficaz y rápido.

Moscú y San Petersburgo son visitas imperdibles

La gran atracción del país es la Plaza Roja, en la capital. Más allá de las dos grandes ciudades, los más aventureros deberían intentar que sus vacaciones en la Federación Rusa fueran a bordo del Transiberiano, conociendo la parte más profunda del país, el lago Baikal y llegando hasta Vladivostok, una ciudad situada en Extremo Oriente, pegada a las fronteras con China y Corea del Norte. La península de Kamchatka. todavía más al este, debería ser otro destino a considerar en unas vacaciones a la Federación Rusa.