Hoteles en León

Este edificio de 1900, ubicado en la Avenida Ordoño II, fue una majestuosa residencia privada. Ahora transformado en uno de los mejores hoteles de León, conserva detalles como las molduras y techos altos, a la vez que incorpora tecnología moderna. Sus 12 habitaciones, repartidas en tres plantas, son singulares. Y las sábanas de hilo fino y los albornoces de terciopelo, un plus. La guinda del lugar es la piscina de agua salada, rodeada de columnas y oculta en el patio interior junto al gimnasio.

El desayuno es una gozada: panes artesanos, repostería local y productos de la región servidos bajo la luz natural que inunda el patio. Desde aquí, basta un paseo para llegar a la catedral y la Casa Botines. Si prefieres rutas menos convencionales, déjate guiar por el equipo del hotel, nadie conoce mejor esos rincones que hacen única a la ciudad.

El que fuera el mítico Hostal San Marcos no es solo un alojamiento, es un monumento vivo que encarna siglos de historia en León. Su majestuosa fachada plateresca y su impresionante claustro interior, auténticos tesoros del Renacimiento, reflejan la riqueza del edificio. Renovado recientemente, se ha convertido en uno de los mejores hoteles de León. Las habitaciones de techos altos tienen cabeceros que fueron antiguas puertas, y ofrecen un descanso soberbio con vistas al río Bernesga y a la plaza de San Marcos.

Los espacios comunes te dejarán sin palabras. Si miras el techo del gran atrio, verás una obra imponente de Lucio Muñoz, mientras que la sala capitular exhibe tapices antiguos en la pared. En el restaurante Rey Don Sancho, la tradición manda. ¿Mi consejo? Prueba las croquetas de botillo del Bierzo o la caldereta de cordero con frutos secos, típica de la cocina sefardí.

¿Te imaginas tener la muralla de la ciudad como compañera de habitación? Este pequeño hotel boutique, en pleno casco histórico, ha conseguido brindarnos la experiencia de poder disfrutar de algo único. Con un diseño que une lo rústico y lo contemporáneo, promueven que su espacio se convierta en tu casa en la ciudad. Y por ello, es uno de los mejores hoteles de León. Las habitaciones son modernas, confortables y, sobre todo, silenciosas, ideales para descansar. Mi favorita es la doble superior con balcón, porque puedes asomarte y otear la ciudad.

Con una ubicación estratégica, en una tranquila callecita peatonal, cerca de la Plaza Mayor y en pleno Camino de Santiago, es perfecto tanto para viajeros que quieren conocer León como para peregrinos en su camino hacia Compostela. El equipo no solo te hará sentir como en casa, sino que te ayudará a diseñar un plan perfecto para pasar el día.

Las plazas mayores de Castilla y León tienen algo especial, y la de aquí no es una excepción. Evocan tiempos pasados y son ejemplo de la imponente arquitectura de antaño. Justo en ella se encuentra este alojamiento, antes una casa señorial del siglo XVIII, que ahora es otro de los mejores hoteles de León. Está a un paso de la catedral y de numerosos bares y restaurantes.

Sus 51 habitaciones son sinónimo de confort, con camas que te abrazan (y de las que no querrás salir). Si puedes, pide una de las que miran a la plaza: nada como disfrutar del bullicio desde tu ventana. El desayuno es tipo bufé y muy variado. No te pierdas su restaurante, su cocina es una delicia. ¿El broche perfecto para tu día? Un vino en su acogedor bar.

El Barrio Romántico tiene un vecino que conquista a lugareñosy viajeros y es uno de los mejores hoteles de León. En un edificio modernista de 1906, construido para la Caja de Ahorros y Monte de Piedad, este hotel renació tras una cuidada reforma. Sus 17 habitaciones combinan elegancia y practicidad, con techos abuhardillados, molduras originales y ladrillo visto. Todo ello conecta con su historia. Y, como su nombre indica, presenta detalles que recuerdan a los camarotes de barco.

Pero lo que de verdad hace especial este lugar es su azotea con vistas a la catedral. Desde su barra de cócteles, puedes contemplar la mole gótica mientras disfrutas de un brunch de fin de semana o de un aperitivo. ¿Te tienta más la gastronomía? En la planta baja, su restaurante ofrece desde embutidos y quesos de la zona hasta mariscos y carnes que saben a tradición leonesa.

¿Hay algo más cómodo que alojarse en pleno centro de la ciudad? Este alojamiento, uno de los mejores hoteles de León, no solo tiene una ubicación sobresaliente, sino que sorprende con detalles como un jardín vertical en el vestíbulo y una acogedora chimenea que invita a quedarse. Sus habitaciones, modernas y amplias, destacan por la comodidad de unas camas en las que duermes como un bebé y un diseño elegante que cautiva.

Si necesitas desconectar, su spa con piscina cubierta y camas de hidromasaje son un plan infalible. Y, para los más activos, el gimnasio está siempre a punto. ¿Lo mejor? Su desayuno ofrece opciones deliciosas para arrancar el día con energía: huevos fritos, tostadas con jamón, una torre de tortitas… Y no te preocupes por el coche: su parking privado lo hace aún más cómodo para que explores León a tu ritmo.

En pleno casco histórico, pero en una de las calles más tranquilas, se encuentra este pequeño hotel boutique que parece sacado de una postal. Con solo unas pocas habitaciones, es uno de los mejores hoteles de León para quienes buscan calma y relax en un lugar maravilloso. La decoración mezcla tonos cálidos, materiales naturales y un diseño funcional que hacen de él una apuesta segura. La suite tiene premio. Además de estar dotada de una bañera de hidromasaje, el techo es abuhardillado y, si te asomas a la ventana, podrás divisar la majestuosa catedral.

Posee cosas curiosas que no acostumbramos a ver en un hotel. Una son sus sillones de masaje, que utilizan una tecnología parecida a la acupuntura para dejarnos relajados. La otra es que, si lo visitas haciendo un alto en el Camino de Santiago, dispondrásn de un servicio gratuito de masajeador de pies para peregrinos. ¡Es una pasada!

Hay algo mágico en el hecho de dormir en lugares con siglos de historia. Y más cuando el inmueble se ha actualizado. Este hotel-monasterio, ubicado en el conjunto monumental de San Isidoro, combina a la perfección ambos aspectos y es uno de los mejores hoteles de León. Entre sus muros del siglo XI encontrarás habitaciones que respetan el carácter original del edificio, con paredes de piedra, pero con camas tan cómodas que a ver quién consigue levantarte.

El desayuno se sirve en el claustro acristalado, en el mismo espacio del restaurante. Trabajan con un menú del día en el que se emplean productos como la cecina. También organizan cenas concierto. No te vayas sin recorrer su museo y la basílica.

León puede resultar agotadora. Y es que, después de un día frenético descubriendo sus mil y un alicientes y probando todas las tapas del famoso Barrio Húmedo, lo único en lo que pensamos es en relajarnos. Si ese es tu caso y reservas en este alojamiento, uno de los mejores hoteles de León, habrás hecho lo correcto. Ubicado en pleno casco histórico, no solo te regala unas vistas privilegiadas, sino que te invita a desconectar en su spa. Cuenta con piscina termal, ducha nebulizada, baño turco y saunas y, además, los fines de semana abre hasta las dos de la madrugada.

Sus habitaciones, confortables y sencillas, ofrecen vistas a la catedral. En la cafetería disfrutarás de un desayuno variado y, en horas de comida y cena, de una carta con bocadillos, platos combinados y hamburguesas deliciosas. Si te animas, prueba la Serrana: lleva pimientos del Bierzo y queso Arzúa Ulloa.

Este hotel está en pleno centro, así que la ubicación es de diez. Este cuatro estrellas tiene todo lo que necesitas: 136 habitaciones modernas y cómodas, amplios salones perfectos para eventos y una reciente incorporación a la cadena Barceló que lo ha convertido en uno de los mejores hoteles de León. Tanto si vienes por turismo como por trabajo, aquí te sentirás como en casa.

Pero lo que realmente lo hace especial son los detalles. En la planta baja, el restaurante Casa Mando sirve platos leoneses que no fallan, perfectos para disfrutar de una buena comida. Y en la décima planta, Nimú Azotea, la terraza de León por excelencia, te espera con unas vistas increíbles del casco viejo, incluida la Casa Botines iluminada. Además, su carta incluye delicias como los buñuelos de bacalao, el ceviche de corvina o unas albóndigas caseras que querrás repetir.