Vacaciones en Dresde

Dresde fue capital de Sajonia y residencia real desde finales del siglo XV. Como land protestante más importante del imperio, se convirtió en un notorio centro político y cultural. Durante esa época de esplendor, entre el siglo XVI y el XVIII, se la llamó “Florencia del Elba”. Actualmente, la ciudad está recuperando ese peso y consolidándose como una de las capitales culturales de Alemania. .

Cuándo y cómo viajar a Dresde, destino de vacaciones en Centroeuropa

Como paisaje natural destaca el valle del Elba, creado entre los siglos XVIII-XIX y declarado en su momento Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO, aunque perdió esta distinción en 2009. Los grandes edificios y parques de la ciudad se remontan a finales del XVII. Dresde es conocida como la ciudad del barroco. Es recomendable pasar unas vacaciones en Dresde en primavera, por el clima. Además, en mayo, tienen lugar sus famosos festivales de música. La temperatura en verano ronda los 20 ºC, con lluvias frecuentes en junio y julio; en invierno está por debajo de 0 ºC y nieva constantemente. En cuestión de comunicaciones, el aeropuerto está unido al centro a través de su red de transporte. La estación Hauptbahnhof y la estación Dresden-Neustadt se hallan a cada lado del río y están conectadas mediante numerosos servicios de trenes y tranvías. La estación de autobuses se encuentra junto a Hauptbahnhof.

Qué ver

Durante unas vacaciones en Dresde se debe visitar el edificio más emblemático, la Frauenkirche, que se derrumbó tras el bombardeo aliado de 1945, pero reconstruida posteriormente. El Dresdner Schloss, antigua residencia de los reyes sajones, alberga exposiciones y colecciones de arte. El Elba fluye junto a la terraza de Brühl, conjunto arquitectónico junto al casco histórico. Desde comienzos del XIX se la denomina en ocasiones “el balcón de Europa”. El Augustusbrücke, puente de Augusto, es el más representativo y une la parte antigua con la nueva.