En el sureste francés, a orillas del mar Mediterráneo, se sitúa este enclave natural que comprende, entre otras, las localidades de Montecarlo, Saint Tropez, Niza y la cinematográfica Cannes. Destino habitual de la clase alta y los famosos, elegir Costa Azul para unas vacaciones te proporcionará una imagen más acertada de sus encantos, que radican en la excelencia de su clima y un paisaje enmarcado por los Alpes del sur.
Costa y montaña se mezclarán en sus vacaciones en Costa Azul
Soleada la mayor parte del año, la Riviera francesa disfruta de un invierno suave. El verano, debido a la afluencia de turistas, resulta más bullicioso, aunque también agradable. La zona horaria se ubica dentro de la UTC+1. Para llegar a Costa Azul puedes reservar alguno de los vuelos con destino a los aeropuertos de Niza o Marsella. Después, alquilar un vehículo puede ser una opción interesante para recorrer sus más de ciento diez kilómetros de extensión.
La corte monegasca y el Festival de Cannes son muy populares
Pero Costa Azul goza de otras muchas virtudes: el mar, calas solitarias, la vida nocturna, el lujo, la belleza. La región de Niza o la de Antibes y Cannes conservan su pasado rural, con sus casas de piedra al estilo provenzal. Saint Paul de Vence es una perla medieval de calles empedradas y estrechas. Reseñables son, asimismo, Hyéres, con su archipiélago donde destacan las islas de Porqueroles y Levant, o Saint Raphaël, Mónaco y Menton, ya en la frontera italiana.
Si te adentras en las montañas
Pueblecitos como Grasse, con sus fábricas de perfumes, ofrecen unas panorámicas espectaculares de la costa. El parque Nacional de Marcantour, lugar ideal para la práctica del esquí, adonde se accede por el Valle de las Maravillas, es otra de las visitas recomendables. Puedes culminar tus vacaciones en Costa Azul con un recorrido por los pueblos que inspiraron a célebres pintores: Mougins, Le Cannet o Vallauris Golfe-Juan.
