Vacaciones en Bolonia

Unas vacaciones en Bolonia son perfectas para disfrutar del encanto medieval de sus calles y la noche italiana más animada. Esta ciudad, situada al norte de Italia, y de marcado ambiente estudiantil, es comúnmente designada con tres adjetivos: la docta, la roja y la grasa. Estos sobrenombres se deben, respectivamente, a su longeva universidad, sus techos de color rojizo y su deliciosa cocina tradicional. El plato más popular es el ragú, una receta hecha a base de pasta y carne cocida en su jugo.

Vacaciones en Bolonia, ambiente juvenil y festivo

El método más utilizado para llegar a Bolonia es tomar un vuelo de bajo coste hasta el Aeropuerto Internacional Guglielmo Marconi. Desde allí, la mejor forma para moverse hasta el centro es coger el autobús municipal, cuyo billete permite tomar cualquier otro autobús urbano en los 60 minutos siguientes. Asimismo, es conveniente recordar, cuando planees unas vacaciones en Bolonia, que su clima es continental y su zona horaria es +2 hora de Greenwich.

Una tradicional visita a Bolonia comienza en la Piazza Maggiore, que data del siglo XV y desde la que es fácil acceder a lugares como la Basílica de San Petronio. En vacaciones, esa zona de Bolonia es un sitio tranquilo y agradable para tomar un café. Durante el curso académico, el bullicio de los estudiantes toma la plaza dotándola de un ambiente único. Junto a ella se encuentra la popular Fuente de Neptuno, donde los más supersticiosos podrán tirar la clásica moneda de la suerte.

Destino cargado de cultura medieval

Si hay algo que caracteriza una estancia de vacaciones en Bolonia son los largos paseos por sus calles empedradas. El Palacio Comunal de la Alcaldía es una edificación con varias estancias correspondientes a distintas épocas que actualmente alberga obras artísticas en lo que se conoce como el Museo Morandi. Asimismo, los característicos pórticos de Bolonia o sus enormes murallas son visitas obligadas.