La propia playa es el máximo atractivo de las vacaciones en Myrtle Beach: extensa, arenosa y con un paisaje memorable al caer la tarde, cuando está semivacía. Pasar las vacaciones en Myrtle Beach como destino familiar es una tendencia en aumento. También se trata de un lugar especialmente recomendable para los amantes del golf o de los deportes náuticos.
Vacaciones en Myrtle Beach: sol, playa y espacio
El aeropuerto internacional Myrtle Beach conecta por aire con los aeropuertos de Charlotte, Atlanta, Dallas y Newark. Una vez en la ciudad, la forma más recomendable de moverse por el área de Myrtle Beach es en autobús. También existe una serie de compañías de taxi con tarifas unificadas. Debido al estilo algo agresivo de conducción local se recomienda tomar vehículo propio o alquilado en menor medida. El clima es subtropical húmedo y la temporada de verano es larga y calurosa, ideal para disfrutar de la playa. Los inviernos son cortos y moderados. Debido a la ausencia de turistas, puede ser una época adecuada para una visita más tranquila y reposada. El horario es el de la costa este estadounidense: -5 respecto a la hora de Greenwich, pasando a -4 en los meses de verano.
Vacaciones en Myrtle Beach: tranquilo retiro invernal
El centro de la vida social se encuentra en la amplia avenida Broadway at the Beach. Allí se encuentran numerosos espacios de compras, bares, discotecas, restaurantes, un cine y un acuario. En el parque estatal Myrtle Beach los visitantes tienen la oportunidad de aprender sobre los delfines, tortugas marinas y otras especies con programas de contenidos culturales y actividades destinadas a los niños. Otro de los encantos indudables de Myrtle Beach son las posibilidades de práctica deportiva: pesca, vela, surf y otras prácticas marinas, pero sobre todo el golf. Myrtle Beach es célebre por albergar algunos de los mejores cursos de golf disponibles y numerosos campos de minigolf también.