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Bahía de Dickenson presume de tener las playas más amplias de la isla de Antigua. Se la conoce por la bahía de azúcar, pues su arena es completamente blanca. Sus aguas tranquilas y la espectacularidad de su paisaje atraen a viajeros en busca de relax. Muchas parejas eligen sus resorts para la luna de miel. Conscientes de su valor, los antiguanos protegen su patrimonio natural. Sumergirse en sus arrecifes de coral es un valor añadido de las vacaciones en Bahía de Dickenson.
El aeropuerto internacional V.C. Bird es el único aeropuerto de Antigua. Está situado junto a la capital, Saint John. La mayoría de resorts ofrecen transporte hasta Cedar Grove y Bahía de Dickenson. También es posible alquilar un coche para recorrer los alrededores. El trayecto por carretera no supera la media hora. La zona horaria es-4 hora central europea y el clima es tropical, con temperaturas suaves y constantes. La mejor época para viajar es entre febrero y mayo, la estación seca.
Las vacaciones en Bahía de Dickenson ofrecen un paisaje caribeño de postal pero auténtico. Muchas familias acuden a pasar el día con los niños. Hay cursos y guías de submarinismo o snorquel para observar los corales o las colonias de rayas púa, peces inteligentes y sociables. Es recomendable tomar al menos una comida en los puestos de la playa, limpios y muy populares, y probar algún pescado local recién capturado.
A pocos kilómetros se encuentra Fort James, monumento histórico construido por los ingleses en el siglo XVIII. El Casino Grand Bay es la mejor opción para disfrutar la vida nocturna fuera de los hoteles y resorts. Si se quiere cambiar de ambiente, varias compañías ofrecen rutas en barco a las pequeñas islas desiertas frente a Bahía de Dickenson. Sin hotel, sin puestos de comida, sin cursillos. Sólo pasar las horas junto al mar.