El toque especial de Disney se ejemplifica en el cuidado y la consideración que pone el Hotel Disneyland de Anaheim. Con todo, desde los cabeceros de la Bella Durmiente hasta las obras de arte que fueron la base de Disney, el hotel Disneyland sirve como recordatorio de todo lo que hace sonreír a la gente.
Al igual que Walt Disney expandió los límites del arte y la tecnología, el Disneyland Hotel mantiene las cosas actualizadas y a la vanguardia. Las habitaciones son solo el principio. Los huéspedes podrán subirse hasta las alturas en los dos toboganes de agua gigantes y luego bajar en un remolino de agua, la diversión y adrenalina están garantizadas. Los huéspedes también podrán relajarse en las bañeras de hidromasaje de los balnearios Mickey y Minnie. Por un suplemento, los huéspedes pueden disfrutar de una cabaña privada junto a la piscina, en un entorno tranquilo, pero sin verse afectados por el ajetreo.
Las opciones gastronómicas también están bien elaboradas. El Steakhouse 55 ofrece filetes, marisco y los tipos de vino adecuados para rematar. Entre el abanico de estilos se encuentra el Trader Sam's Enchanted Tiki Bar. Los huéspedes pueden disfrutar de un delicioso desayuno en el Goofy’s Kitchen o de una experiencia de inspiración isleña en el Tangaroa Terrace.
Los huéspedes también pueden alojarse en una de las varias suites exclusivas, las opciones son tan variadas como puede ser la imaginación: los huéspedes pueden vivir sus fantasías como piratas, princesas o exploradores. El Mickey Mouse Penthouse también ofrece la opción de alojarse con comodidades exclusivas a lo grande.
El Disneyland Hotel es un lugar ideal donde los huéspedes podrán para descubrir su niño interior e invitarlo a salir a jugar. Es un lugar igualmente genial para llevar a los más pequeños y dejar que sean el niño —o el pirata— que quieran ser.
