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Malaca es la capital del estado malayo homónimo, uno de los centros del devenir histórico del país. La influencia de los colonizadores holandeses, portugueses y británicos y de la cultura china se refleja en la arquitectura y la disposición de la ciudad. En unas vacaciones en Malaca el viajero podrá acercarse a la historia de Malasia a través de los edificios y de los didácticos museos que posee la ciudad.
La ciudad es una de las más secas de Malasia, lo que no supone en ningún caso que la lluvia no sea muy frecuente: un promedio de diez días al mes llueve en Malaca (+8 hora de Greenwich). Es un destino además caluroso, en el que las temperaturas se mantienen entre los 25 y los 35 grados todo el año. Así pues, es difícil escoger una época mejor para ir de vacaciones a Malaca, pues el clima es homogéneo todo el año. La ciudad está conectada con la capital Kuala Lumpur mediante autocares y trenes. Se recomienda buscar vuelos a la capital, porque el aeropuerto local cubre pocas rutas.
La ciudad forma parte desde 2008 de la lista de la UNESCO de lugares que son Patrimonio de la Humanidad. El centro de la ciudad es agradable para dedicarle un atento paseo. Destaca la Calle Jonker, principal arteria de Malaca. En esta zona pueden verse edificios de la época china, como Peranakan, y el barrio de Chinatown. En la parte de la ciudad vieja destacan el Fuerte Famosa y la curiosa Mezquita de la ciudad. Ésta es una zona frecuentada por turistas por las tiendas y restaurantes que aquí se concentran. En unas vacaciones en Malaca se recomienda visitar el Baba-Nonya Heritage Museum, un lugar excelente para conocer de primera mano la historia de la ciudad y cómo influye la herencia china.