Italia es historia, es arte, es arquitectura, es gastronomía. Este hermoso país del sur de Europa es uno de los más visitados del mundo y no es raro que quien lo visita quiera repetir en algún momento de su vida. Ciudades repletas de antiguas ruinas romanas, ciudades renacentistas donde se respira el arte en cada calle. Refrescantes helados de cucurucho, auténticas pizzas italianas como pocas veces habrás probado y encantadoras playas donde tumbarse al sol. Podríamos estar horas hablando de este hermoso país, pero aquí te traemos una pequeña lista de las principales cosas que ver en Italia.
Que ver en Italia?
Un paseo en góndola por el Gran Canal de Venecia, conocer el pasado romano callejeando entre las ruinas de Pompeya, conocer la Italia más natural en los Dolomitas o pasear por el puerto de uno de los encantadores pueblos de Cinque Terre, ¿qué elegirás ver? Nosotros te recomendamos TODO.
Roma: la primera parada de todo lo que hay que ver en Italia
Empezamos nuestro recorrido por Italia en la capital del país: Roma, la Ciudad Eterna. Decía Beda en el siglo VIII que «Mientras el Coliseo siga en pie, Roma seguirá en pie y que, cuando el Coliseo caiga, caerá Roma. Y cuando Roma caiga, caerá el mundo». Estas palabras definen a la perfección lo que es Roma, un foco cultural para el mundo, una ciudad que marcó el rumbo de la historia. Roma es un museo al aire libre para el que necesitarás al menos tres o cuatro días si quieres ver a fondo los focos turísticos principales. El propio Coliseo, el Foro Romano, el Panteón, las escalinatas de la plaza de España, Ciudad del Vaticano, la Fontana de Trevi…
Y la leyenda cuenta que si lanzas una moneda hacia atrás en la Fontana de Trevi acabarás volviendo algún día a Roma. Compra un delicioso helado de cucurucho en uno de los numerosos puestos que encontrarás y disfrútalo mientras recorres las empedradas calles de su centro histórico. Roma tiene tanto que ofrecer que podría dedicarse un artículo entero solo para ella.
Florencia: una ciudad para los apasionados del arte
Si Roma es un museo al aire libre, Florencia tampoco se queda corta. Mientras que la primera destaca, sobre todo, por encarnar la Antigüedad, Florencia encarna el Renacimiento, como podrás observar en la arquitectura de su barrio histórico, que alberga edificios destacados como la Galería Uffizi, la plaza de la Señoría o la impresionante catedral de Santa María del Fiore, conocida como ‘el Duomo’, que destaca por su maravillosa cúpula. Una ciudad que conoció al gran artista que fue Leonardo da Vinci y a otros grandes de su época bajo las alas de la poderosa familia de los Médici.
Ellos le dieron forma a la ciudad que es hoy, en donde es común encontrarse numerosas esculturas en muchas esquinas, así como museos repletos de obras de arte como cuadros y estatuas, entre las que destaca el magnífico David de Miguel Ángel, en la Galería de la Academia, uno de los mayores reclamos para los turistas que deciden visitar Florencia.
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Pisa y la torre inclinada
Pisa es otra de las ciudades más conocidas de Italia por su arquitectura, especialmente, por la torre, que se ha hecho mundialmente famosa porque está inclinada. No es que se construyera así, sino que se trata de un error de cálculo de los cimientos, que tan solo eran capaces de soportar un piso de altura. Pero no hay de qué preocuparse: podrás ponerte tranquilamente bajo su sombra, que no se caerá, al menos, durante los próximos dos siglos. Durante la década de los noventa, el Gobierno italiano acometió unas importantes reformas en el terreno para reducir su inclinación y estabilizarla.
Esto les ha permitido de nuevo a los turistas subir hasta la cima de la torre, aunque la entrada no es gratuita. Si te lo puedes permitir, sin duda es toda una experiencia subir y bajar las escaleras de un edificio inclinado. Además de la torre, en Pisa destacan también la catedral de Nuestra Señora de la Asunción y el baptisterio de San Juan, justo enfrente, en la misma Piazza dei Miracoli.
Venecia y los canales
Venecia compite con París por el título de ciudad del amor. Hay una atmósfera en las calles de Venecia que atrae a millones de visitantes cada año, muchos de ellos, parejas de novios o de recién casados. Es tal el furor que causa Venecia que, ante los problemas de hacinamiento y las numerosas inundaciones que sufre al estar al nivel del mar, han tenido que tomar medidas y ahora hay que pagar para acceder a la ciudad.
Pero no hay de qué preocuparse: el precio es bastante asequible y solo sirve para disuadir a los turistas que van a pasar un día y ni siquiera pernoctan en la ciudad. La ciudad sigue siendo un sitio obligatorio que ver en Italia, especialmente, la plaza de San Marcos, con vistas a la basílica homónima, así como el Palacio Ducal y el famoso Puente de los Suspiros, uno de los puntos más fotografiados de la ciudad. Si puedes permitírtelo, no te vayas sin conocer la experiencia de un paseo en góndola por los canales.
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Verona: una ciudad de inspiración shakespeariana
Incluso sin ser una de las ciudades más visitadas de Italia, es posible que el nombre de Verona lo hayas visto u oído en varias ocasiones. La razón es que esta ciudad es el escenario que el famoso escritor inglés William Shakespeare eligió para escribir la tragedia romántica de los amantes Romeo y Julieta. De hecho, el lugar más visitado de Verona es la Casa de Julieta, desde cuyo balcón el personaje ficticio le juró amor a Romeo.
Hoy en día convertida en museo, permite subir hasta este balcón entrando al palacio donde verás un pasillo lleno de notitas de amor de los turistas que pasaron por ahí. No muy lejos está también la Casa de Romeo, aunque, en este caso, solo puede verse desde fuera. Pero como no solo de Romeo y Julieta vive Verona, podrás visitar otros puntos de interés, como la Arena, un anfiteatro romano muy bien conservado, la Piazza delle Erbe, la más antigua de Verona, y Castelvecchio, un castillo gótico del siglo XIV.
Génova: el puerto de Italia
Génova es conocida por ser y haber sido durante muchos siglos una ciudad portuaria de entrada y salida de Europa. Aunque no tiene el encanto de una ciudad antigua o renacentista, tiene algunos rincones muy interesantes para visitar. Entre estos rincones se encuentra el Boccadasse, un barrio genovés que fue un pueblo hasta que la Via Garibaldi y la expansión de la ciudad acabaron absorbiéndolo.
El encanto de este barrio reside en sus casas coloridas y es especialmente recomendable pasear por la bahía, llena de barquitos de pesca de los locales. Para obtener las mejores vistas de la ciudad, sube hasta el mirador de Spianata Castelletto, especialmente al atardecer, para sacar preciosas fotos. Por la famosa Via Garibaldi, podrás encontrarte con numerosos palacios, como el Palazzo Reale, el Palazzo Bianco y el Palazzo Rosso.
El puerto de la ciudad es la zona comercial y económica más importante, pues constituye su principal industria. Junto al Acuario, podrás visitar el galeón español Neptuno, barco que usó Polanski en su película Piratas.
Milán: la ciudad de la moda
Sin movernos de la zona norte del país, nos desplazamos a Milán, la ciudad que hará las delicias de quienes quieran hacer temblar la tarjeta de crédito. En las numerosas boutiques de moda de lujo que hay en la ciudad, podrás comprar prendas y accesorios de los más grandes diseñadores de moda del mundo. Pero, para los turistas más interesados en la arquitectura, el arte y la historia, también hay sitio en esta ciudad. El edificio más famoso es la catedral de Milán, más conocida como Duomo di Milano.
Esta espectacular catedral gótica es una de las más grandes del mundo y destaca, sobre todo, por la fachada blanca llena de agujas tan típicas de su período artístico. No dudes en hacerte con un pase para subir a su azotea, con vistas a todo el centro histórico de la ciudad. Muy cerca de la catedral, podrás visitar también el renacentista castillo Sforzesco, rodeado por el parque Sempione, y, para ir de compras, te recomendamos la Galleria Vittorio Emanuelle II, una galería de tiendas con techo acristalado que seguro habrás visto en muchos reportajes sobre Milán.
Turín y su delicioso chocolate
Si hay un lugar en el mundo que puede mirar de frente al chocolate belga y al chocolate suizo, es la ciudad de Turín. No todo el mundo lo conoce, pero el chocolate de Turín es realmente delicioso. Hay muchas tiendas especializadas en la venta de este producto e, incluso, un festival anual con degustaciones. Otra de las industrias principales de Turín es el cine, y aquí podrás visitar el Museo del Cine, con piezas de famosas películas, tanto clásicas como actuales.
Te sorprenderá saber también que, antes del nacimiento de Hollywood, durante las primeras décadas del cine, Italia fue un país productor de muchísimas películas que han pasado a la historia del cine clásico.
Este museo también tiene una azotea desde donde tendrás una vista panorámica de toda la ciudad. Otros sitios interesantes que ver son el Museo Egipcio de Turín, el más antiguo del mundo dedicado a la arqueología y al arte de esta civilización y el segundo más grande después del de El Cairo, o el Palacio Real, para los que prefieran conocer la arquitectura italiana.
Nápoles: un hermoso caos
Cuando cuentan la experiencia las personas que han visitado Nápoles, siempre destacan lo caótico de la ciudad, sobre todo, respecto al tráfico: motos que se suben a las aceras cuando quieren atajar o semáforos que de poco sirve que estén en rojo o verde. Pero que esto no te quite las ganas de visitar esta ciudad costera del sur de Italia. Lo primero que tienes que hacer es pasarte por alguno de los numerosos locales de pizza y probar la original pizza napolitana, la más rica del mundo, y luego, ya sí, puedes a explorar la ciudad.
Empieza por el casco histórico para conocer la catedral de Nápoles, aunque lo más destacable es la plaza del Plebiscito, rodeada de importantes edificios, como el Palacio Real o la basílica de San Francisco de Paula. Pero sin lugar a duda, el principal reclamo turístico de Nápoles son las ruinas de Pompeya y Herculano, dos ciudades romanas que quedaron sepultadas durante siglos por la erupción del Vesubio.
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Lecce: una belleza barroca
Lecce es una ciudad que pasa muy inadvertida cuando se habla de lugares que ver en Italia, pero, si dispones de tiempo, tienes que acercarte a esta ciudad ubicada en el tacón de la bota que forma el país. Así como la mayoría de las ciudades italianas destacan por el atractivo de la Antigua Roma o del Renacimiento, en el caso de Lecce lo que más destaca es el Barroco. Conocida como la Florencia del sur, te recomendamos que empieces por la Piazza del Duomo, donde están los edificios más importantes, como la catedral, el Episcopio y el Palacio del Seminario.
Otros edificios notables de la ciudad son la basílica de la Santa Cruz, en la que destaca su fachada repleta de elementos propios del Barroco; la iglesia de San Mateo, en cuya fachada podrás observar las diferentes etapas de construcción; o el castillo de Carlos V, cuyo patio es de entrada gratuita. En el Barroco, también se popularizaron mucho las puertas monumentales como las que podrás encontrar en Lecce. La Porta Rudiae y la Porta Napoli son dos buenos ejemplos.
Siena y su espectacular plaza
Siena es una localidad bastante pequeña, pero cuya belleza la convierte en una parada obligatoria, aunque sea de un solo día, por ejemplo, mientras te mueves de Roma a alguna de las ciudades del norte o viceversa, ya que te pilla de camino y no te llevará más que algunas horas. El lugar más importante de Siena es, sin duda, la Piazza del Campo, convertida en el símbolo de la ciudad.
Destaca por su forma de concha y el enorme espacio que ocupa, algo muy curioso en una ciudad tan pequeña. A su alrededor, puedes observar importantes edificios, como el Palazzo Pubblico o la Torre del Mangia, a la que podrás subir para obtener unas magníficas vistas panorámicas de toda Siena. Además de esta plaza, destacan la catedral de Santa María de la Asunción, considerada por muchos historiadores del arte una de las más bonitas del mundo, y el castillo de Santa Bárbara construido por los Médici.
Cinque Terre: cinco pueblos de postal
Cabe decir que Cinque Terre no es una ciudad en sí, sino un conjunto de cinco pequeñas y encantadoras villas del litoral. Seguramente hayas visto muchas imágenes de esta zona, ya que aparece en muchas guías de viaje de Italia, así como en numerosas películas. Estos cinco pueblecitos están muy pegados entre sí, por lo que será fácil moverse entre ellos para visitarlos todos. Puedes planear rutas de senderismo con distancias de alrededor de una hora y media o dos horas entre ellos, o bien coger el expreso de Cinque Terre, un pequeño tren que une estas cinco localidades costeras.
Aunque, sin ninguna duda, el mejor consejo que podemos brindarte es que recorras los cinco puertos en barco si deseas tener unas maravillosas vistas de estos lugares desde el mar. La zona de Cinque Terre se ha hecho famosa por los paisajes de postal que ofrecen las viviendas coloridas de los pueblos. Construidos sobre acantilados, mantienen el encanto de la Italia tradicional, con pequeñas playas locales y callejuelas adoquinadas llenas de vida de turistas y lugareños que van y vienen.
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Capri: una pequeña isla mediterránea
Si vas a pasar por Nápoles, puedes apuntar en tu lista de lugares que ver en Italia la maravillosa isla de Capri. Desde Nápoles, puedes tomar un ferri hasta la isla para hacer una excursión de un día y volver por la noche. El barco atraca en el puerto de Marina Grande. Allí puedes tomar el funicular hasta la Piazzetta, en el centro. Desde este punto tendrás unas hermosas vistas de la bahía mientras te tomas un rico café en alguna de las terrazas.
Otro punto de interés que no debes perderte en la isla de Capri es el Arco Naturale, una formación natural de roca de 20 metros de altura por cuyo agujero podrás ver el acantilado hacia abajo, unas vistas que harán temblar los pies a quienes más sufran de vértigo. Aunque, sin ninguna duda, la atracción turística estrella de Capri es la Grotta Azzurra, una gruta en el interior de la roca a la que se accede en una barca, donde el agua es de color completamente azul y parece que estés entrando en un mundo mágico.
Islas Borromeas: tres hermanas en un lago
Seguimos con la temática de islas, aunque, en esta ocasión, pasamos del salado mar Mediterráneo al dulce lago Mayor, o Maggiore en italiano. Se encuentra cerca de Milán, por lo que, si estás por esa zona, puedes hacer una excursión hasta este lago y sus islas. Las tres islas Borromeas se pueden visitar perfectamente en un día y las puedes recorrer todas con un barco que las conecta. Sus nombres son Isola Madre, Isola Bella e Isola dei Pescatori.
En la primera podrás recorrer un hermoso jardín exótico lleno de pavos reales sueltos, un lugar donde reina la serenidad y el silencio y donde te entrará la tentación de querer quedarte más tiempo. En la segunda isla se encuentra el Palazzo Borromeo, un palacio del siglo XVII de estilo barroco lleno de importantes obras de grandes artistas que podrás visitar. No te pierdas sus bellos jardines ni una gruta con todas las paredes embellecidas con conchas incrustadas. En la última de las tres islas, se ubica un diminuto y encantador pueblo de pescadores.
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Los Dolomitas: respira naturaleza
Después de tantas ciudades y pueblos, es posible que te apetezca conocer la Italia más natural. Los Dolomitas es una zona natural que fue declarada Patrimonio de la Humanidad y consiste en un conjunto de montañas de los Alpes orientales del país, lo que los convierte en una excursión perfecta si estás por Venecia, ya que no te pillará excesivamente lejos.
Puedes hacer senderismo por caminos que quitan el hipo por las maravillas geológicas que te encontrarás o, si notas el cansancio después de tanto viaje, también puedes visitar los Dolomitas en coche por carreteras secundarias. Este trayecto en coche lo puedes empezar en Bolzano y terminarlo en Cortina, con unos 130 km de recorrido. Todo este paisaje es precioso, pero la medalla de oro se la lleva el lago di Carezza, un precioso lago de agua turquesa y cristalina rodeado de árboles y montañas que parece una postal en directo.
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Sicilia: la isla balón de Italia
Sicilia es la isla que hace de balón a punto de ser golpeado por la bota que forma la Italia peninsular. Es la más grande de todas las islas del Mediterráneo y en ella podrás descubrir numerosas localidades italianas llenas de sitios que conocer, así como hermosas playas donde detenerse y tumbarse al sol. Te recomendamos empezar por Catania para visitar la catedral de Santa Águeda. Aunque su estilo exterior sea barroco, en realidad data del siglo XI, pero numerosos terremotos y erupciones del volcán Etna han obligado a reconstruirla varias veces.
En Taormina podrás visitar las ruinas de un antiguo teatro griego de la época de las primeras colonizaciones en la Magna Grecia. También obtendrás unas hermosas vistas del Etna y podrás bañarte en su playa de guijarros. En la parte oeste de la isla, los amantes de la historia antigua pueden recorrer el valle de los templos en las cercanías de Agrigento, un lugar que, como su nombre indica, está lleno de antiguos templos romanos dedicados a sus deidades.
