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A Lisboa puedes viajar en cualquier momento del año, porque no presenta temperaturas extremas. Pero, sin duda, la mejor época para conocer esta ciudad sería la primavera, ya que te encontrarás con temperaturas agradables y, además, te evitarías las grandes masificaciones de gente propias de los meses centrales del verano. ¿Qué ver en Lisboa en tres días? En este artículo te ofrecemos los mejores planes posibles para tu estancia en esta ciudad.

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Qué ver en Lisboa en tres días: primer día

Tarde

Alfama Lisbon
Cuando llegues a Lisboa, tu habitación de hotel ya estará preparada para que puedas descansar del viaje. Uno de los mejores sitios para alojarte en Lisboa es el barrio de Alfama, ya que goza de una muy buena ubicación desde donde comenzar tu itinerario por Lisboa en tres días. Puedes hacerlo en el Hotel Convento do Salvador y visitar el barrio de La Baixa.

Allí, verás la plaza de los Restauradores, en la que tiene comienzo la avenida Da Liberdade, una de las más importantes de la ciudad y que culmina en la plaza del Marqués de Pombal, lugar donde comienza la Lisboa moderna. Puedes seguir tu paseo por la plaza del Rossio, en la que se encuentran edificios como el Teatro Nacional o la iglesia de Santo Domingo.

Noche

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Antes de que anochezca, puedes aprovechar para merendar en alguno de los cafés de esta plaza, como es el Café Nicola. Después de hacer esa parada para reponer fuerzas, puedes dirigirte a la plaza de Figueira desde donde podrás admirar unas espectaculares vistas nocturnas del famoso castillo de San Jorge. Puedes continuar la ruta dirigiéndote a la plaza del Comercio, una de las plazas más importantes de Lisboa y a la que se accede a través del espectacular Arco de Triunfo de Rua Augusta.

Visitar esta plaza es una buena idea para disfrutar del atardecer y de una preciosa puesta de sol sobre el Tajo. Esta zona es muy concurrida, por lo que hay varios restaurantes en los que puedes cenar, como es el Solar dos Bicos, en el que puedes saborear la diversa gastronomía portuguesa. Tras la cena, puedes tomarte algo en algún bar de la zona antes de irte a descansar al hotel.

Tres días en Lisboa: segundo día

Mañana


Si te alojas en La Alfama, puedes ir al mirador Portas do Sol y desayunar algunos de los dulces típicos de Lisboa mientras admiras las vistas de las casas de colores del barrio y el río Tajo al fondo. Acto seguido, baja por el barrio hasta llegar a la iglesia de Santa Lucía, cuyo jardín se encuentra decorado con azulejos. Después, puedes subir andando o con el tranvía 28 hacia el famoso castillo de San Jorge, que ofrece unas espectaculares vistas de la ciudad y del río al estar ubicado en la colina más alta del centro histórico.

Posteriormente, puedes volver a bajar andando por este antiguo barrio de pescadores hasta la catedral de Lisboa, también conocida como la Sé. Después de esta intensa mañana, puedes parar a comer en alguno de los mejores restaurantes de Lisboa, como O Trigueirinho y Ti Natércia, en los que degustarás comida típica, o tapear en tabernas como la Tasca do Jaime mientras escuchas un fado portugués.

Tarde

Tras reponer fuerzas, una de las mejores cosas que hacer en Lisboa en tres días es ir a visitar uno de los monumentos emblemáticos de la ciudad, el monasterio de los Jerónimos, Patrimonio de la Humanidad. Inaugurado en el s. XVI para celebrar el regreso de Vasco de Gama, es la obra cumbre de la arquitectura manuelina, y está formado por la iglesia y un impresionante claustro. Después, puedes ir a la conocida pastelería Pastéis de Belém y probar sus famosos dulces para merendar.

Tras ello, la siguiente parada es la torre de Belén, también Patrimonio de la Humanidad, que se encuentra ubicada en la desembocadura del río Tajo. Además, cerca de la torre hay un pequeño muelle donde podrás darte un paseo en velero y ver el atardecer. Por último, visita el Monumento a los Descubrimientos, un buen lugar para pasear por la margen del río Tajo.

Noche

Tras este largo día, puedes dirigirte al barrio Alto de la ciudad, ya que es un lugar perfecto para ir a cenar gracias a su buena oferta en restauración. Puedes cenar en restaurantes como la Tasca Mastai o en el restaurante Duque, mientras escuchas un bello fado portugués. Después de la cena, puedes tomar algo, ya que esta zona se caracteriza por un animado ambiente nocturno. Podemos recomendarte bares como Pavilhão Chinês, que destaca por su decoración, el Music Box, que ofrece buena música en directo, o el Noobai Café, que ofrece unas impresionantes vistas.

Además, puedes disfrutar del ambiente nocturno que se respira en las calles Rua do Norte y Rua da Atalaia para, después, dirigirte al mirador de San Pedro de Alcántara, desde donde disfrutarás de unas de las mejores panorámicas de Lisboa junto con el Castillo de San Jorge.

Qué ver en Lisboa en el tercer día

Mañana

En tu última mañana en Lisboa, puedes coger uno de los autobuses que van al Parque de las Naciones, lugar donde se celebró la Exposición de 1998. Actualmente, es un centro de ocio y de cultura donde se encuentra el Casino de Lisboa, entre otros puntos de interés, como el moderno puente Vasco de Gama, y visitar el Oceanario. Si te gusta el fútbol, puedes visitar los campos de los dos equipos más importantes de Lisboa: el Estádio José Alvalade, del Sporting de Lisboa, y el Estádio dá Luz, del Benfica.

También puedes darte un paseo por las diferentes facultades de la Universidad de Lisboa para conocerla. Para rematar la mañana, puedes parar a comer en algún restaurante de la zona, como, por ejemplo, el Dom Queijo, apropiado para los amantes del queso. Esta zona también es buena para alojarse, ya que es más tranquila. Puedes hacerlo en el Radisson Blu Hotel.

Tarde

En tu última tarde en la ciudad de Lisboa, te recomendamos que te des un paseo por el barrio de La Baixa. Una vez allí, puedes dirigirte al emblemático elevador de Santa Justa, que te llevará hasta el Chiado, uno de los barrios más bohemios de la ciudad. Por sus calles puedes ver a artistas y músicos callejeros, pero también hay cafés históricos, como el Café a Brasileira, donde puedes parar a merendar. También hay comercios como Luvaria Ulisses y librerías antiguas como la Livraria Bertrand.

Después, puedes acercarte a visitar el convento de la Orden del Carmen, un maravilloso lugar a pesar de que quedó deteriorado por el terremoto del s. XVIII. Si te gusta la arqueología, puedes aprovechar para visitar el museo Arqueológico, que se encuentra ubicado en este convento. Finalmente, puedes aprovechar para comprar algún recuerdo para tus seres queridos en la Rua Garrett, una de las calles más comerciales de Lisboa.

Cosas que debes saber antes de visitar Lisboa

Dónde comer en Lisboa

El centro de la capital lusa es uno de los mejores sitios donde comer, debido a su gran oferta en restauración. Si quieres probar uno de los platos típicos portugueses, como puede ser el bacalao en cualquiera de sus variedades, dirígete a restaurantes de comida local como el O Trigueirinho o el Ti Natércia. Y si quieres comer los famosos pasteles de Belem, acércate a la pastelería Pastéis de Belém.

Dónde alojarse en Lisboa

Sin duda, el centro de Lisboa es la mejor zona para alojarse, pero, sobre todo, recomendamos el barrio de La Alfama, un lugar privilegiado desde donde visitar las principales atracciones turísticas de la ciudad. Otra buena idea es alojarte en otra zona más tranquila, como es la de Alvalade.

Cómo moverse por Lisboa

Aunque puedes recorrer a pie las principales atracciones turísticas de la ciudad, necesitarás utilizar el transporte para trasladarte a zonas más periféricas. Para ello, tienes a tu disposición el Metro, los autobuses, el ferri para cruzar al otro lado del río Tajo, tranvías o trenes. También debes saber que puedes conseguir tarjetas con descuentos para que puedas moverte en estos transportes durante los tres días en Lisboa.

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Acerca del autor

Fátima Mora SeguraFátima es una castellano-manchega que ama su tierra y sus costumbres, pero sin olvidar sus raíces paraguayas. Apasionada del arte y la historia, le encanta estar en constante aprendizaje, por lo que en sus viajes realiza rutas o visitas guiadas, con el objetivo de sumergirse en la cultura del lugar, así como conocer su historia y leyendas. Revisa el Instagram de Fátima para inspirarte con sus viajes.

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