Portugal es un auténtico destino turístico gracias a la gran cantidad de monumentos y edificios históricos que tiene por todo el territorio. Pero Portugal no solo es historia y cultura, sino que destaca por sus increíbles paisajes, islas y playas. Por eso te aconsejamos visitar los parques naturales de Portugal, para que conozcas la variedad paisajística de este país y aprendas sobre su fauna y su flora. Y, si quieres conocer más a fondo Portugal, descubre las mejores ciudades de Portugal.
Los mejores parques naturales de Portugal
A continuación, te mostramos una lista de los principales espacios naturales del país luso para que descubras la belleza de los paisajes de Portugal.
1. Parque natural de la Arrábida
El parque natural de la Arrábida se extiende desde Setúbal hasta el pueblo de Sesimbra, a lo largo de la costa suroeste de la península de Setúbal, en el centro de Portugal. Está a unos 50 minutos en coche desde Lisboa, desde donde puedes llegar por la A2. Una vez allí, podrás admirar esa combinación perfecta entre el verde de la vegetación y el azul del océano Atlántico.
Además, cabe destacar que el paisaje de este parque es predominantemente montañoso y el punto más alto es la Serra do Risco. Así que puedes aprovechar para recorrer alguno de los senderos a pie o en bicicleta de montaña. En este parque descubrirás las playas de la Serra da Arrábida, así como la rica vegetación de la zona, que constituye uno de los raros ejemplos de maquia mediterránea de Portugal. Y no te vayas sin ver el convento del siglo XVI de Nuestra Señora de la Arrábida.
2. Parque natural de Alvão
Este parque está ubicado entre Minho y Tras-os-Montes, en Mondim de Basto y Vila Real. Debes saber que puedes llegar a este lugar desde Oporto en una hora y media en coche por la A41 y la A4. Este espacio protegido está recorrido por el río Olo, que transcurre entre simas y peñas y surca las rocas en las Fisgas de Ermelo, donde se forma una de las cascadas mayores de Europa.
Uno de los grandes atractivos de este espacio natural es que el cauce del río une dos realidades distintas: la zona de Lamas de Olo, en la que predomina el granito y la vegetación de alta montaña, y, río abajo, la zona junto a Ermelo, donde prevalece la pizarra y un paisaje verde. Aprovecha para hacer alguna ruta de senderismo por los recorridos sugeridos y podrás ver algún lobo o algún halcón peregrino. También puedes realizar un descenso en piragua.
3. Parque natural Ria Formosa
El parque natural Ria Formosa constituye un destino ideal para aquellas personas que buscan relajarse en un entorno único. Este espacio natural se extiende a lo largo de 60 km del litoral del Algarve, entre las playas de Garrão y Manta Rota, y es un laberinto de canales, marismas, islas y bancos de arena. Esta diversidad hace que en el parque se puedan ver numerosas especies de aves, entre las que destaca la gallina sultana, que es el símbolo de este parque.
También verás otros animales, como el perro de agua portugués, que ayudaba a los pescadores en las faena de pesca al coger los peces que quedaban atrapados en las redes. La pesca, la recolección de mariscos y la extracción de sal son las actividades tradicionales de los pueblos de esta ría de Formosa. Además, ya que estás por la zona, te recomendamos visitar las mejores playas del Algarve.
4. Parque natural del Duero Internacional
Este parque natural abarca parte de las localidades de Miranda do Douro, Mogadouro, Freixo de Espada à Cinta y Figueira de Castelo, muy cerca de la frontera española. Cuando te encuentres en este lugar, te sorprenderás al ver esos márgenes escarpados del valle profundo del río, que forman increíbles desfiladeros. Aquí nidifican diversas especies de aves en peligro de extinción, atraídas por la presencia en este parque de explotaciones pecuarias y agrícolas en las que pueden encontrar alimento.
Entre estas especies, destacan el buitre egipcio (o alimoche), la cigüeña negra o el águila real. Aunque se puede visitar durante todo el año, te recomendamos ir en primavera, porque la naturaleza ofrece un espectáculo de belleza y color con los almendros en flor. También te aconsejamos un crucero por el parque desde la Estación Biológica Internacional, porque disfrutarás de unas vistas inolvidables mientras aprecias la fauna y la flora del parque.
5. Parque natural del Suroeste Alentejano y Costa Vicentina
Es posible disfrutar de este parque natural desde Porto Covo, en el Alentejo, hasta Burgau, en la región del Algarve. Nos encontramos ante un paisaje que se caracteriza por tener acantilados escarpados, erosionados por el viento y el mar, que les da diversas formas y colores y son el símbolo del parque. Zoólogos y botánicos de todo el mundo vienen a este lugar, ya que habitan especies de fauna y flora únicas.
Si te encantan las aves, este es el sitio perfecto, pues hay gran cantidad de especies, como el águila pescadora o la cigüeña blanca. Como curiosidad, es el único lugar del mundo donde estas cigüeñas nidifican en los acantilados marítimos. También verás otros animales, como las nutrias, y especies vegetales como la Biscutella vicentina o el Plantago almogravensis. Y, si te gusta el surf, practícalo en alguna de las playas salvajes que hay en la zona.
6. Parque natural de Montesinho
El parque natural de Montesinho está situado en el extremo nororiental de Portugal y ocupa una zona de la Sanabria española, abarca las sierras de Montesinho y Coroa y cubre la parte norte de las localidades de Bragança y Vinhais. Es un lugar idílico con colinas surcadas por valles recorridos por ríos entre sauces, grandes bosques de roble negral, alisos, castaños y encinas.
Hay una gran diversidad de paisajes, pues en la parte occidental destacan los tonos verdes por esa influencia de las brisas marinas, mientras que en la parte oriental esos tonos se vuelven más agrestes. Los puntos más altos del parque son las sierras de Coroa y de Montesinho. Esa variedad paisajística atrae a diversas especies animales, como el jabalí, el corzo o el venado. En este parque verás, además, casas tradicionales con paredes de granito o pizarra que se integran perfectamente con el paisaje.
7. Parque natural de Sintra-Cascais
Este parque se extiende desde el límite norte de Sintra hacia el sur, hasta la Ciudadela de Cascais, muy cerca de Lisboa. El elemento dominante del parque es la sierra de Sintra y, para completar el paisaje, encontrarás una zona rural con bonitas casas y una preciosa franja costera.
En este parque podrás admirar increíbles acantilados verticales y, si te apasiona el mundo de la geología, otras formaciones, como las dunas fósiles de Magoito y de Oitavos, el acantilado de Azenhas do Mar o el terreno de piedra surcada junto al cabo Raso, en Cascais. Como hecho curioso, en este parque los dinosaurios dejaron su marca, en concreto, en la capa calcárea casi vertical del acantilado sur de la playa Grande, donde verás un importante descubrimiento de once senderos y diversas huellas. Aprovecha para hacer windsurf o surf en las playas del litoral costero del parque.
8. Parque nacional de Peneda-Gerês
Este espacio natural se localiza en el extremo noroeste de Portugal, entre el Alto Miño y Tras-os-Montes. Está formado por la sierra de Peneda y la sierra de Gerês y se trata del único espacio natural protegido portugués declarado como parque nacional. En cuanto a la vegetación de este lugar, destacan el bosque de acebos, el único del país, y especies endémicas como el lirio de Gerês.
Y en relación con la fauna, es muy común ver corzos, algún lobo ibérico, bueyes de raza barrosa, pequeños caballos salvajes —los garranos—, y perros de Castro Laboreiro, que son los encargados de guardar los rebaños. Si amas la historia y la arqueología, debes saber que la ocupación humana de este lugar se remonta 7000 años atrás, aproximadamente, por lo que es habitual ver monumentos megalíticos, celtas y romanos. Y, si te gusta la aventura, puedes practicar actividades acuáticas con canoas o piraguas.
9. Parque natural Litoral Norte
El parque natural Litoral Norte se extiende a lo largo de unos 16 km de costa, entre la desembocadura del río Neiva y la zona de Apúlia. Se prolonga en una sucesión de bellas dunas blancas que sirven de barrera natural a los vientos marinos e impiden el avance del mar hacia los terrenos agrícolas.
Si te apasiona el senderismo, te recomendamos seguir el sendero propuesto por el parque junto a la orilla del río Cávado, donde verás aves migratorias como la golondrina de mar, el pato real, la gaviota argéntea o la garza real. También, en este parque verás tradicionales molinos de viento que, aunque ya no se usan para moler el cereal, ahora sirven como casas de verano. Además, puedes aprovechar para darte un buen baño en las playas de aguas cristalinas que hay a lo largo del parque.
