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Portugal es un país con muchísimos lugares interesantes que visitar. Por eso, lo más fácil y cómodo para moverse por el país luso es usar un coche, ya sea yendo con el tuyo propio desde España o alquilando uno en el aeropuerto. Te ofrecemos las siguientes rutas en coche por Portugal.

En estas rutas, descubrirás casas señoriales en Cascaes, villas sacadas de un cuento de hadas en Sintra y un precioso paseo fluvial en Oporto. Pasea entre los canales de Aveiro y báñate en las cálidas aguas de sus playas. Podrás notar cómo el paisaje va cambiando según vayas recorriendo el país.

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Ruta por Autoestrada do Minho

La A3, conocida como Autoestrada do Minho, conecta Oporto con Valença, en el extremo norte de Portugal haciendo frontera con Galicia. Oporto es una ciudad con muchísimo encanto, especialmente la zona del paseo marítimo, conocido como la Ribeira. Aquí puedes tomarte un día de descanso antes de empezar la ruta hacia el norte disfrutando de un vino de Oporto mientras el sol se pone y los barcos recorren la desembocadura del Duero.

Llegar a Braga te debería llevar alrededor de 40 minutos por la Autoestrada do Minho, y saliendo de Oporto temprano por la mañana le puedes dedicar todo el día. Braga es una ciudad que se puede visitar en un día. Su principal atractivo turístico reside en los numerosos edificios religiosos, entre los que destaca el santuario de Bom Jesus do Monte. Este santuario se ubica en lo alto de una colina subiendo unas largas y enrevesadas escaleras, pero subir merecerá la pena por las magníficas vistas que tendrás de toda la ciudad. El tercer día lo puedes dedicar a explorar la fortaleza de Valença, una bonita villa medieval fronteriza por la que perderse.

Ruta de Aveiro a Coímbra

Esta ruta te llevará tan solo dos días, uno en cada ciudad. La primera, Aveiro, es una ciudad con un carácter único que la hace muy especial y es gracias a sus canales que le han valido el apodo de «la Venecia de Portugal». En Aveiro, recomendamos pasear por el barrio de Beira Mar, lleno de canales y casitas coloridas. En la playa de Costa Nova también podrás encontrar más casas pintadas a rayas, una imagen de Aveiro que habrás visto en muchas postales.

En cuanto a monumentos históricos, destacan el Teatro Aveirense y la iglesia de la Misericordia, ubicados ambos en la plaza de la República. Al caer la noche, busca un restaurante y siéntate a comer su magnífico bacalao, tan típico de la gastronomía portuguesa. Descansa por la noche y al día siguiente ponte en marcha hacia Coímbra, una ciudad que les encantará a los más pequeños de la familia.

Coímbra, una ciudad para los bajitos

Desde Aveiro hasta Coímbra llegarás aproximadamente en 1 hora y 20 minutos. En Coímbra puedes dedicar el día a visitar sus principales monumentos, como la Catedral Vieja o la sede de la Universidad de Coímbra, la más antigua de Portugal, inaugurada en el siglo XII. Si este viaje lo estás haciendo con niños pequeños, lo mejor que puedes hacer es dedicarles un día visitando el Portugal dos Pequenitos. Se trata de un parque temático infantil en el que se representan los principales monumentos de todo el país, pero en versión reducida y a escala, una experiencia que a los pequeños les encantará.

Ruta en dirección a la capital: de Fátima a Lisboa

Esta ruta recomendamos empezarla en Fátima, conocida a nivel mundial por su santuario y por ser un lugar de peregrinación debido a la leyenda religiosa que cuenta que tres niños vieron aparecerse a la Virgen. Tras dedicar la mañana a viajar, una vez llegues a la mágica Sintra puedes utilizar la tarde para visitar su punto más importante: la Quinta da Regaleira, una villa en la que podrás visitar su palacio, sus jardines y un curioso pozo con escaleras por el que se puede bajar.

Descansa en Sintra esa noche, y al día siguiente dirígete a Lisboa. Pero antes, te recomendamos visitar Cascaes durante la mañana, a tan solo 20 minutos de Sintra. Allí disfrutarás de los acantilados de Boca del Infierno y del ruido que hacen las olas entrando con fuerza en las grutas, y podrás dedicar el resto de la mañana a pasear entre las casas señoriales típicas de Cascaes. Puedes comer allí y después dirigirte a Lisboa.

Lisboa, la capital

El viaje a Lisboa es muy corto, de tan solo unos 40 minutos. Puedes dedicar la tarde a hacer turismo ligero por la ciudad, ya que recomendamos pasar al menos dos días en Lisboa, y no querrás cansarte ya en la primera tarde. Lo más importante que ver en la capital de Portugal es la Torre de Belém, una fortaleza militar del siglo XVI convertida en icono de la ciudad, y su monumento más visitado.

Lisboa es una ciudad en la que perderse por sus empinadas calles, moverse en su clásico tranvía y recorrer el puerto. Si necesitas una recomendación concreta sobre qué barrio visitar, uno de los más destacados es el de Alfama, con sus coloridas casas y sus laberínticas calles, donde se respira el Portugal más tradicional.

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Ruta por el extremo sur de Portugal

El Algarve es el nombre de la región más meridional de este país. Una región completamente diferente a otras del país donde el principal atractivo turístico reside en sus playas en las que no moverse de ellas en muchas horas, con un refresco en una mano y un bocadillo en la otra.

Recomendamos pasar un par de días en el Algarve y visitar algunas ciudades, empezando desde el extremo este en Vila Real de Santo António, hasta la punta oeste en Sagres. Entre ambos puntos hay tan solo 1 hora y cuarto en coche, ya que Portugal es un país estrecho, así que tú decides dónde quieres ir parando a tu propio ritmo. Entre medias encontrarás muchas ciudades veraniegas como Faro o Albufeira donde establecer tu alojamiento para moverte por esta ruta.

Acerca del autor

Marcos Fernández CaamañoNacido en un pequeño pueblo marinero de Galicia y viviendo en Madrid, Marcos desea llenar su mapa de chinchetas con los lugares visitados. Como historiador y geógrafo, lo que más le apasiona es conocer el pasado de las ciudades y pueblos que visita, siguiendo una filosofía de “no hay nada que no sea interesante”.  

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