Grecia es uno de los países más visitados del mundo, tanto por sus paisajes naturales como por su longeva historia, ya que se trata de la cuna de la civilización occidental y ha visto nacer a muchos personajes ilustres de la filosofía y de la historia. Pasear por las mismas calles que grandes filósofos, como Platón y Aristóteles, transitaron mientras subían o bajaban de la Acrópolis de Atenas es toda una experiencia; pero no solo de la Acrópolis vive este país, y te presentamos algunos de los lugares imprescindibles que ver en Grecia.
Conoce algunas de las playas más bonitas de Grecia, como la del Naufragio, la de Sarakiniko o la de Balos; visita yacimientos arqueológicos, como el de Acrotiri, el de Micenas o el de Cnosos. Atenas también es una ciudad que tiene más cosas que mostrarte, como los barrios de Anafiotika y Plaka, por los que pasear al atardecer, así como la supuesta cárcel de Sócrates, en la colina de Filopapo. Para recorrer muchos de estos lugares recomendamos llenar tu maleta con la ropa más cómoda que tengas, un buen protector solar, gafas de sol y muchas ganas de pasar unas vacaciones inolvidables. ¿Por dónde tienes pensado empezar?
Acrópolis de Atenas
No podía faltar en esta lista de lugares imprescindibles que ver en Grecia la que es considerada la atracción estrella del país y un icono mundial: la Acrópolis de Atenas. Este lugar podría tomarse como el nacimiento de la sociedad, la política y el pensamiento occidental. Asentada sobre una colina en el centro de la capital griega, en ella podrás encontrar importantes edificios de la Antigüedad, como el famoso Partenón, el Erecteion o el templo de Atenea Niké, entre muchos otros.
Para subir tienes que hacerte con una entrada, pero para ciertos grupos, como los estudiantes, el acceso es gratuito. Si subes en un caluroso día de verano hazte con una botellita de agua fresca si no quieres acabar a un lado del camino por una insolación, y puedes completar la visita con el Museo de la Acrópolis, donde verás muchas piezas arqueológicas y artísticas.
El teatro de Epidauro
En la península del Peloponeso se encuentra el teatro de Epidauro, uno de los mejor conservados del mundo y de los más representativos de la cultura griega clásica. Este teatro podía albergar hasta 12 000 espectadores y su acústica es espectacular pudiendo oírse, desde la última grada, a dos personas en el escenario hablando en voz baja. Además de recitales y obras de teatro, en el teatro de Epidauro también se realizaban pruebas físicas y eventos musicales. Fue levantado hacia el 350 a. C. y aún hoy se siguen celebrando en él algunos eventos especiales.
El estadio Panatenaico
Continuamos con otra gran estructura antigua: el estadio Panatenaico. Este antiguo estadio se ubica en Atenas, y a menudo se ve eclipsado por la famosa Acrópolis. En el estadio se realizaban celebraciones deportivas en honor a Atenea, conocidas como la Panateneas y que le dieron nombre al estadio. Como dato curioso, aunque los Juegos Olímpicos tuvieron su origen en Olimpia, los que conocemos actualmente, celebrados cada cuatro años, tuvieron aquí su primera edición.
Está construido completamente en mármol y está abierto al público sin necesidad de conseguir entrada o hacer largas colas; además, como decíamos, al pasar tan desapercibido porque toda la atención de Atenas se la lleva la Acrópolis, no suele estar muy abarrotado.
Lugares imprescindibles que ver en Grecia: el barrio de Plaka
En la capital de Grecia hay un barrio destacado por el que será muy agradable pasear: el barrio de Plaka. Al finalizar una visita por la Acrópolis, no hay mejor plan que acercarse hasta este barrio ubicado a sus pies. Sentarse en una cafetería a disfrutar del sabor de un buen café en la terraza de una de sus calles llenas de escaleras es una experiencia muy reconfortante. Algunas de sus calles, como Mnesikleous y Lysiou, tienen un ambiente especial al estar cubiertas por buganvillas, lo que permite que mantengan el fresco durante los calurosos veranos de Atenas, donde se crea un ambiente distendido al caer el sol.
Barrio de Anafiotika
Todavía en Atenas y también muy cerca de la Acrópolis, se encuentra el barrio de Anafiotika. Es una zona muy pequeñita, de apenas una veintena de casas entre callejones encalados que se ha ganado su popularidad. Su arquitectura es muy parecida a la que puedes encontrar en los pueblos de las islas Cícladas, y esto se debe a que sus habitantes originales eran los albañiles del palacio del rey Otón I de Grecia, que habían llegado desde la isla de Anafi. Echaron raíces en la ciudad de Atenas y construyeron sus propias casas siguiendo el estilo de su isla de origen.
Prisión de Sócrates
Sócrates fue uno de los personajes más relevantes de la Antigua Grecia, y en la colina de Filopapo, dentro de los límites de Atenas, se halla la que se cree que fue la cárcel donde Sócrates pasó sus últimas horas. Este filósofo griego fue acusado en el 399 a. C. de rechazar las creencias en los dioses y de corromper las mentes de los jóvenes con sus ideas. Su castigo fue morir bebiendo cicuta mientras permanecía encerrado en la prisión, en compañía de familiares y discípulos. Desde la colina de Filopapo, donde se encuentra esta prisión, también tendrás unas maravillosas vistas de todo Atenas, especialmente al anochecer, cuando la Acrópolis se ilumina.
Monasterios de Meteora
Los monasterios de Meteora se encuentran en la llanura de Tesalia, en pleno centro del país, que destaca por sus espectaculares montañas escarpadas sobre las que se ubican varios monasterios en la cima. El atardecer es el mejor momento para ir, si es que tienes que elegir una hora específica. Las montañas crean un juego de luces y sombras sobre el terreno dando lugar a un paisaje asombroso. Si quieres visitar los monumentos, ten en cuenta que tendrás que subir unas cuantas escaleras escarpadas, pero merecerá la pena. El Gran Meteora, del siglo XIV, es uno de los monasterios más importantes, pero también destacan el de Santísima Trinidad y el de Varlaam.
Oráculo de Delfos
Se trata de otro de los lugares clave para ver en Grecia que encantará a los apasionados de la historia antigua. Hoy en ruinas, era un recinto religioso consagrado al dios Apolo, pues se creía que en los manantiales de la zona se reunían las musas y las ninfas mientras Apolo tocaba su lira. El oráculo de Delfos se situaba sobre una grieta de la que emanaban vapores, y una pitonisa sentada sobre dicha grieta respondía a las preguntas que los asistentes le hacían acerca del porvenir. Entre las ruinas de Delfos también se encuentra una estructura redonda construida sobre lo que los antiguos griegos consideraban que era el ombligo del mundo.
Mykonos
Cuando oyes hablar de Mykonos, seguramente te vengan a la cabeza imágenes de fiesta y vida nocturna, pero esta bonita isla del mar Egeo tiene muchísimo más que ofrecer que locales con música alta, copas y resorts de lujo. Si huyes del modelo turístico de la isla, encontrarás joyas en forma de barrios locales y tradicionales, que no están enfocados a la fiesta. Algunas de las calles más bonitas para pasear son Agiou Georgiou y Roussel Loui, donde encontrarás las tradicionales casas pintadas de blanco, calles adoquinadas y señoras y niños en la calle charlando con sus vecinos mientras se hace la comida.
Acrotiri
En la isla de Santorini se encuentra el yacimiento arqueológico de Acrotiri, uno de los más importantes de Grecia. Sus ruinas datan de la Edad del Bronce, entre el 1600 y el 1450 a. C., es decir, prácticamente 1000 años antes de la Grecia clásica que conocemos. En este yacimiento, además de las viviendas y otros edificios que se pueden visitar, se encuentran impresionantes frescos, como el de Los boxeadores y el de Los pescadores, aunque este último fue trasladado al Museo de Prehistoria de Thera. Tampoco te pierdas en Acrotiri sus maravillosas puestas de sol junto al faro con vistas a los volcanes Nea y Palea Kameni, donde puedes ir a disfrutar del espectáculo con una botella de vino y unas copas.
Rétino
Rétino es uno de los municipios más bellos de toda Grecia y destaca por seguir un estilo más italiano que griego. Los balcones llenos de flores y las fachadas en piedra ostionera le dan un toque encantador a esta villa de la costa norte de Creta. Es el lugar perfecto si te encuentras en esta isla mediterránea y te apetece un lugar tranquilo para pasear por sus calles, donde se mezclan el arte bizantino, veneciano y otomano. Para visitar en Rétino, destacan la fortaleza del siglo XVI y la fuente Rimondi.
Elafonisi
Sin salir de la isla de Creta, otros lugares destacados que visitar son sus playas de arena rosa. Entre todas ellas destaca especialmente la playa de Elafonisi, situada al sur de la isla, en cuya orilla encontrarás granitos rosas pulverizados. Se encuentra en un paraje natural lejos de zonas urbanas que le resten encanto; eso sí, suele estar bastante frecuentada, especialmente durante los meses estivales.
El truco es no quedarse en el mismo punto de llegada a la playa, sino pasear un poco más lejos siguiendo la orilla hasta llegar a la isla (podrás llegar caminando mojándote los pies), donde encontrarás lugares mucho más tranquilos y silenciosos en los que colocar tu toalla y disfrutar de un día apacible bajo el sol. Además, las aguas poco profundas de Elafonisi hacen que sea ideal para ir con niños pequeños.
Oia
Buscando imágenes de Grecia seguramente te habrás encontrado muchas veces con los típicos pueblos de casas blancas con cúpulas azules bajo un radiante sol. Pues Oia es uno de esos lugares, un clásico que visitar en Grecia. Ubicada en la isla de Santorini, en ella te hartarás de sacar fotos por sus calles, que parecen hechas a propósito para aparecer en una postal. Entre las cosas que puedes hacer para disfrutar en Oia está subir hasta lo más alto de la localidad para contemplar el mar Egeo, concretamente lo que se conoce como «la caldera», y visitar sus famosos molinos de viento.
Klima
Klima es un pueblecito de la isla de Milos, la más occidental de las islas Cícladas y de las más cercanas a la Grecia continental. Destaca por sus casas de madera pintadas en diferentes colores situadas en un puerto pesquero de aguas claras. Es un pequeño paraíso que no mucha gente conoce y uno de los mejores lugares para comer, tanto por la calidad de su materia prima como por el privilegiado entorno para disfrutarla entre acantilados. Sin duda alguna, si en tu ruta por Grecia se incluye la isla de Minos, Klima es un lugar que no te puedes perder.
Playa del Naufragio
Esta es, con casi total seguridad, una de las playas más bonitas de toda Grecia. Es un enclave paradisíaco con aguas de un intenso color azul eléctrico y completamente rodeado por altísimos acantilados. Se encuentra en la isla de Zante, al oeste de la península del Peloponeso, y la única manera de llegar es en barco, ya sea propio, de alquiler o de los que hacen ruta hasta la playa desde el puerto de Agios Ioannis o el de Porto Vromi.
El nombre de la playa se debe al barco encallado en la arena, cuya historia se remonta a la década de los ochenta, cuando un barco de contrabando con tabaco y alcohol que escapaba de las autoridades en un día tormentoso decidió esconderse entre estos acantilados y acabó encallando.
Playa de Balos
En nuestra lista de los lugares imprescindibles que ver en Grecia tenemos que añadir otra playa más: la playa de Balos. Se encuentra en la isla de Creta y es una de las más visitadas del país. Se puede llegar a ella en coche, pero tendrás que tomar un camino de tierra un tanto abrupto lleno de baches y cabras atravesadas en el camino, y a eso añadirle una caminata de unos 25 minutos, pero te podemos asegurar que merecerá la pena. Nada más llegar estarás sobre un mirador de 100 metros de altura con vistas a la bahía de Balos, un paisaje donde se fusionan el turquesa, el azul y el celeste.
Playa de Sarakiniko
En un país tan soleado y caluroso como Grecia, muchas playas se convierten en lugares imprescindibles que ver, ya no solo para refrescarse, sino por su belleza natural. Es el caso de la playa de Sarakiniko, en la isla de Milos, cuya característica distintiva son sus acantilados de roca blanca, para los que prácticamente necesitarás llevar gafas de sol por el reflejo que desprenden. Por supuesto, también hay una zona más baja apta para el baño. La playa propiamente dicha figura en las listas de las mejores playas del mundo en los ránkings internacionales.
Puerta de los Leones de Micenas
La puerta de los Leones marcaba la entrada a la ciudadela de la antigua Micenas, en la península del Peloponeso. Data del siglo XIII a. C. y pertenece a la cultura micénica, muy anterior a los griegos, casi en la prehistoria. Por esta puerta pasaron personajes legendarios de la mitología griega como Agamenón, héroe de la guerra de Troya, entre otros. El nombre dado a esta puerta se debe a los relieves de dos leonas sobre el dintel, aunque actualmente sus cabezas se han perdido. Se cree que estas leonas podrían representar el poder de los reyes de Micenas.
Palacio de Cnosos
Seguramente hayas oído muchísimas veces hablar del mito del laberinto del Minotauro, pues el palacio de Cnosos es el lugar de origen de dicho mito. Es uno de los palacios más importantes de la cultura minoica, que poblaba la isla de Creta, y se estima que se construyó en el s. XX a. C. Para tener una perspectiva temporal de la antigüedad de este palacio,
Julio César está igual de cerca de nosotros en la historia de la humanidad, como lo está del templo de Cnosos. El mito del laberinto se debe a su estructura compleja y a sus abundantes estancias y pasillos, que hicieron creer a los arqueólogos que se trataba del lugar del mito del laberinto del Minotauro. Fue residencia de reyes y es probable que también sirviera para asuntos religiosos.
Palia Kameni
En la isla de Santorini se encuentra uno de los lugares más peculiares de Grecia: las aguas termales de Palia Kameni. Para llegar tendrás que coger el teleférico hasta el puerto de Fira o bajar las escaleras de Karavolades. En el puerto saldrá un barco que tendrás que reservar con antelación y que navega por la caldera del volcán directo a Palia Kameni. Allí tendrás que ponerte el bañador y tirarte al agua para llegar hasta estas aguas termales calentitas y de color naranja por la actividad geotérmica que proviene del fondo
