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Alemania ofrece más de 357 000 km² de superficie de puros contrastes. En esta importante potencia europea no solo te esperan vibrantes metrópolis como Berlín o Múnich, sino también pequeñas ciudades llenas de encanto como Colonia. Si estás planeando un viaje por el país, te recomendamos tomar nota de las ciudades más bonitas de Alemania.

Te proponemos un recorrido por las urbes alemanas más interesantes. Aquellas que destacan por la línea del horizonte, su oferta cultural o por su historia viva. Descubre catedrales imponentes, pero también vestigios históricos que hablan por sí solos o casitas de arquitectura colorida y pintoresca. Todo esto te espera en las 16 mejores ciudades de Alemania, de las que te hablamos a continuación.

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Un magnífico recorrido por las ciudades más bonitas de Alemania

¿Sabías que Alemania se encuentra en el top 5 de los países más turísticos de Europa? No nos extraña, a juzgar por todos los atractivos que esconde. El país germano sabe a salchichas y a cerveza, pero también es sinónimo de grandes ciudades y de figuras históricas. Descubre en 16 ciudades el país que vio nacer a ilustres personajes como Beethoven, Einstein o Goethe.

1. Berlín: la flamante capital

Berlín, la ciudad más grande de Alemania y su capital, no podía sino abrir esta lista. Esta urbe está llena de historia y de atractivos. La Puerta de Brandeburgo, la Isla de los Museos o el edificio del Reichstag con su icónica cúpula son algunos de los puntos de interés que ver en Berlín. Pero la capital alemana es mucho más: es también la ciudad de las currywurst y de la oferta culinaria inabarcable.

Además, en la capital alemana tendrás la posibilidad de admirar piezas históricas como el Muro de Berlín y también de ser testigo de las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial en sitios como la iglesia Memorial del Káiser Guillermo. Los domingos no hay mejor plan que el parque Mauer, pues es el escenario de un karaoke y un concurrido mercadillo. Y sí, siempre hay algo que hacer en Berlín.

2. Hamburgo: la perla del norte

Nos desplazamos más al norte para descubrir una de las principales ciudades de Alemania. Hamburgo combina su estética industrial con el encanto que aporta el río Elba a su paso por la ciudad. El ayuntamiento de Hamburgo es el plato fuerte de esta urbe, pero también atrapan los canales del Speicherstadt o la catedral de San Miguel.

Si te gustan los rincones peculiares, pasea por el barrio de Sankt Pauli; si has estado en Ámsterdam, te recordará al barrio Rojo. En Hamburgo puede llegar a hacer bastante frío en los meses de invierno y la probabilidad de lluvia es alta, por lo que la mejor temporada para visitarlo es de mayo a septiembre. Si te apetece verlo nevado, escápate en diciembre o enero.

3. Dresde: la ciudad reconstruida

Dresde no solo es una de las ciudades más bonitas de Alemania, sino también de toda Europa. Uno de sus símbolos por excelencia es la iglesia de Frauenkirche, totalmente destruida durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día, es posible subir hasta la torre para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad. Desde allí, atisbarás los palacios de Zwinger y Residenzschloss, y la catedral Hofkirche.

Una vez en tierra firme, el barrio Neustadt es uno de los tesoros de Dresde por su oferta de ocio y por rincones como el Kunsthofpassage. El mural Fürstenzug es una obra confeccionada con más de 24 000 azulejos de porcelana, mientras que la Ópera Semper es de esos edificios que se te quedarán grabados en la memoria. Dresde es una escapada de un día perfecta desde Berlín.

4. Múnich: la joya de Baviera

La capital de Baviera y puerta de entrada a las estaciones de esquí más importantes del país es, de hecho, una de las mejores ciudades de Alemania para divertirse. Por algo es la sede del emblemático festival Oktoberfest, que aterriza allí cada octubre. Pero Múnich es mucho más que cerveza, si bien es hogar de míticas cervecerías, como la Hofbräuhaus, una visita imprescindible.

Todo recorrido arranca en Marienplatz, donde suelen empezar las «free tours», en el caso de que estés interesado en una. Destaca el edificio del ayuntamiento, de estilo neogótico. Muy colorido es el mercado Viktualienmarkt, el más famoso de la ciudad, y el parque Englischer Garten. Si visitas Múnich en otoño o en primavera, sus tonalidades estarán en pleno apogeo.

5. Tréveris: la urbe más antigua

Muy cerca de la frontera con Luxemburgo se encuentra esta pequeña urbe, que quizá no te suene de nada, pero que está considerada una de las ciudades alemanas con más encanto. Fundada por los romanos, Tréveris es, de hecho, la ciudad más antigua del país, un destino lleno de enclaves declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Las termas son uno de ellos, pero también la basílica de Constantino o la Porta Nigra. La plaza de Mercado deslumbra por la arquitectura gótica y renacentista, mientras que la Casa de los Reyes Magos no pasa inadvertida. Tréveris vio nacer al famoso filósofo y economista Karl Marx, por lo que no puedes obviar la visita a su casa museo.

6. Schwerin: la joya del lago

Schwerin tiene todos los ingredientes para convertirse en una de las ciudades más bonitas de Alemania: está situada a orillas de un lago y acoge un castillo que parece sacado de un cuento. Nos referimos al castillo de Schwerin, de estilo neorrenacentista y rodeado de jardines. La plaza del Mercado también es una buena razón para visitar la ciudad.

Y si te estás preguntando cuál es la mejor época para viajar hasta Schwerin, sin duda es la primavera, temporada en la que la ciudad florece y las cafeterías instalan sus terrazas para sentarse hasta el anochecer. Pero, además, en esta época el lago muestra un mayor ajetreo que en otros momentos del año. En primavera, por supuesto, las temperaturas son más suaves y la ciudad renace.

7. Friburgo: puerta de entrada a la Selva Negra

Ubicada en la esquina suroeste del país, junto a la frondosa Selva Negra, Friburgo despliega su encanto con estrechas callejuelas, canales que serpentean entre ellas y el sol presente cada día. Friburgo es, además de una de las ciudades más bonitas de Alemania, un enclave universitario, por lo que el ocio y el buen ambiente están garantizados.

La catedral de Friburgo es el monumento más reconocido, pero no es el único. La plaza del Ayuntamiento es una de las más vistosas, mientras que la puerta Martinstor es una de esas obras que contribuyen a embellecer la ciudad. Tanto en invierno como en verano, la ciudad se llena de festivales, pero en la estación fría puedes incluir los deportes de nieve en tu aventura.

8. Colonia y su catedral

Es imposible hablar de Colonia sin referirnos a su majestuosa catedral, por cierto, una de las mayores catedrales góticas del mundo, que Alberga el relicario de los Reyes Magos y está inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El puente Hohenzollern sobre el río Rin es una de las estampas más clásicas de la ciudad alemana.

Y, si buscas las mejores vistas, deberás cruzar el río al otro lado y subir a la azotea del edificio KölnTriangle. En el propio casco antiguo te esperan rincones de lo más pintorescos, como el ayuntamiento renacentista, la plaza Fischmarkt o las puertas medievales. Aunque las temperaturas bajan, merece la pena visitar Colonia en Navidad para explorar sus mercadillos.

9. Fráncfort: entre la modernidad y la tradición

Fráncfort es la ciudad más europea de Alemania. Acoge importantes instituciones, como el Banco Central Europeo y, además, es uno de los centros financieros más importantes del país. Su skyline conquista, pero también el día a día a pie de calle. Sus modernos rascacielos contrastan con la plaza Römerberg, habitada por casas de colores con entramado de madera.

El encanto de esta plaza es solo el comienzo, pues su casco antiguo está lleno de atractivos. Su catedral es uno de los edificios imprescindibles para visitar, pero también el edificio de la Bolsa o la pintoresca torre Eschenheimer. Y si buscas la esencia de Fráncfort, dirígete hasta el bonito barrio de Sachsenhausen, repleto de tabernas típicas.

10. Bamberg: la Venecia de Alemania

Nos dirigimos al corazón de Alemania en busca de Bamberg, una ciudad cuyo casco histórico está inscrito en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Este lugar está lleno de sorpresas. En cierto modo, recuerda bastante a Venecia por los lindos canales que atraviesan la ciudad y en los que también puedes pasear en góndola.

Pero, además, a orillas del río Regnitz se agolpan coloridas casas que contribuyen a embellecer la panorámica. Entre los atractivos de esta ciudad nos encontramos con el antiguo ayuntamiento de Bamberg, una de las estampas más icónicas. No te pierdas tampoco la popular cervecería Schlenkerla ni el curioso Museo de Belenes, el más grande de Europa de este tipo.

11. Rotemburgo: la esencia permanece

Rothenburg ob der Tauber, como se llama en alemán, esconde uno de los entornos más encantadores de Alemania. Localizada en el estado de Baviera, en Rotemburgo te espera una pequeña urbe que parece haberse quedado anclada en el tiempo. Sus calles empedradas y monumentos intactos te harán sentirte en la lejana Edad Media.

Entre los tesoros de esta ciudad, está la plaza de Plönlein, sin duda, uno de sus principales atractivos, debido al colorido y a las casas tradicionales con entramado de madera. En la plaza del Mercado hay más ejemplos de arquitectura típica, mientras que las casas que rodean la torre San Marcos terminarán por convencerte de que estás en una de las ciudades más bonitas de Alemania.

12. Heidelberg: el prestigio de una universidad

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A unos pocos kilómetros de Fráncfort, nos topamos con una de las ciudades de Alemania más importantes, dado que es sede de la prestigiosa Universidad de Heidelberg, que data del siglo XIV. Situada a orillas del río Neckar, Heidelberg llama la atención, en primer lugar, por su imponente castillo renacentista, situado en lo alto de una colina.

Pero hay varias visitas curiosas que puedes realizar en esta ciudad rodeada de naturaleza. Por ejemplo, tienes la oportunidad de explorar el Museo de la Farmacia, pero también de descubrir el barril más grande del mundo, situado en la bodega del castillo. El puente antiguo es uno de sus rincones más especiales y ofrece unas espléndidas vistas de la ciudad.

13. Bremen: una ciudad de cuento

Entre las ciudades más bonitas de Alemania, no podemos olvidarnos de Bremen, situada al norte del país. Es posible que lo primero que se te venga a la mente sea el popular cuento de los hermanos Grimm Los músicos de Bremen. La estatua en honor a estos simpáticos personajes está en un lateral de la plaza del Mercado, donde la belleza arquitectónica lo inunda todo.

La catedral de San Pedro es otro de los puntos de interés en Bremen, un bonito templo del siglo XIII. Por su parte, el emblemático molino de Bremen, situado a orillas de un lago, añadirá alegría y encanto a tu estancia. Y si creías que esto es todo, date una vuelta por el barrio de Schnoor, cuya atmósfera medieval te acompañará durante el paseo.

14. Ratisbona: la joya del gótico

Ratisbona es la reina gótica del estado de Baviera, una ciudad incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Su centro histórico, fundamentalmente gótico, es uno de los responsables de este honor. Entra por todo lo alto en Ratisbona por la puerta de San Jacobo y enseguida llegarás a una de las joyas de la corona: la plaza del Ayuntamiento.

Continúa la caminata hasta atisbar la catedral de Ratisbona, también de estilo gótico, y los restos de la puerta Pretoria, de origen romano. El puente de piedra, uno de los más antiguos del país, te servirá de enclave para tomar magníficas fotografías. En Ratisbona, los inviernos son fríos y con nieve, por lo que quizá es más recomendable visitarla en verano.

15. Núremberg y su mercadillo navideño

No lejos de Ratisbona se localiza Núremberg, otra de las ciudades más importantes de Alemania desde el punto de vista histórico. Esta urbe también pertenece al estado de Baviera y es, sobre todo, conocida por haber sido sede de los famosos Juicios de Núremberg, que tuvieron lugar al terminar la Segunda Guerra Mundial. Durante la contienda, se destruyó el 90 % de la ciudad.

Sin embargo, hoy en día Núremberg es una bonita ciudad que atrae por sus casas típicas de entramado de madera y por entornos como el puente del Verdugo o la plaza de Hauptmarkt, donde cada diciembre se celebra el mercadillo de Navidad más espectacular del país. Las Navidades son frías aquí, pero merece la pena venir.

16. Wismar: el espíritu del Báltico

Completamos la lista de ciudades bonitas de Alemania con Wismar, localizada a orillas del mar Báltico. Por su ubicación y su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad, es un destino imprescindible para una escapada con mucho atractivo. La torre de la iglesia de Santa María es uno de los símbolos de Wismar, así como también la denominada Puerta del Agua.

En esta ciudad del norte de Alemania, la vida transcurre en torno al Puerto Viejo, hace unos años epicentro de todas las actividades. En la actualidad, es un sitio agradable rodeado de casas antiguas y donde hay una interesante oferta hotelera y de restauración. Si estás buscando lugar de alojamiento, esta área puede ser una buena idea.

Acerca del autor

Andrea BarragánAndrea estudió Periodismo en la UCM y, desde hace varios años, combina sus dos grandes pasiones: escribir y viajar. Sin embargo, más que viajar, a ella le gusta experimentar la vida en cada país. Por eso, ha tenido estancias de varios meses en lugares tan increíbles como Georgia, Colombia o Asia Central. Hasta la fecha, ha conocido unos 40 países.

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