La abundancia de vuelos baratos a Milán desde España ha hecho que la ciudad italiana se haya convertido en una de las más visitadas. Considerada la capital de la moda, esta urbe te ofrecerá mucha historia, arte y diversión. Para no perderte nada, te contamos qué ver en Milán en tres días a través de un recorrido muy completo con los consejos más útiles.
Qué ver en Milán en tres días: Día 1
¿Qué esperar de este itinerario? Por supuesto, esta ruta incluye rincones imprescindibles como la catedral de Milán o la Galeria Vittorio Emanuele II, pero también incorpora una visita al castillo Sforzesco y al Teatro de La Scala. Asimismo, la gastronomía está muy presente en este recorrido por una de las ciudades más sofisticadas y, al mismo tiempo, alternativas de Italia.
Por la tarde
Si viajas desde Madrid o Barcelona, en alrededor de dos horas estarás, por fin, aterrizando en el aeropuerto de Milán. Parecía que no iba a llegar nunca, pero ahí estás, en la imponente plaza del Duomo. Independientemente de dónde estés alojado, por allí pasarás varias veces. Admira la catedral del siglo XIV y el Palacio Real, ambos edificios situados en esta plaza.
Si te apetece, puedes tener tu primer acercamiento a la ciudad subiendo a lo alto de la portentosa catedral gótica y desde allí contemplar las vistas. La Galeria Vittorio Emanuele II se sitúa en las inmediaciones, así como el Teatro de La Scala, una de las óperas más famosas del mundo. Si tienes algo de apetito, compra una porción de pizza en cualquiera de los locales de la zona.
Por la noche
Al atardecer, y continuando con el paseo, nada mejor que caminar por el cercano Quadrilatero d’Oro. Si estabas preguntándote a qué se debe la fama mundial de Milán, en esta zona lo descubrirás, puesto que se respira lujo gracias a las tiendas de moda y los edificios históricos que allí se ubican. No importa que los comercios estén cerrados, dado que la riqueza ya se percibe desde los escaparates.
Puedes finalizar el recorrido del primer día en la plaza Mercanti, no sin antes pasear por la Pinacoteca di Brera, que acoge una de las colecciones de pintura italiana más destacadas y que podrás visitar al día siguiente. Pero el día ha sido bastante completo, así que siéntate en cualquiera de los restaurantes para tomar unos tradicionales ñoquis o una pizza.
Día 2
Por la mañana
Hoy toca una visita muy especial, probablemente, la que llevabas más tiempo esperando. La iglesia Santa Maria delle Grazie se encuentra a un corto paseo de la plaza del Duomo, así que puedes ir caminando perfectamente. Sus paredes albergan el cuadro de La última cena, una de las obras cumbre de Leonardo da Vinci. Por fin tendrás la posibilidad de verlo.
Aún con la emoción en el cuerpo, puedes caminar hasta el cercano parque Sempione. Se trata de un inmenso parque de casi 400 000 m², donde no solo podrás disfrutar de la naturaleza, sino también del imponente castillo Sforzesco, cuyo interior acoge varios museos, como el de Arte Antiguo. En este parque, tampoco te pierdas el lago ni el Arco de la Paz.
Por la tarde
Después de almorzar en el barrio de Brera (este día puedes probar el famoso plato de milanesa y un tiramisú de postre), dirígete hacia la Pinacoteca di Brera. El barrio de Brera es uno de los más bohemios, por lo que, aparte de visitar este museo y la Academia de las Artes, puedes dedicarte a pasear por él y conocerlo mejor.
Este distrito está lleno de galerías de arte, cafeterías, etc. Te proponemos pasear por la emblemática calle Corso Garibaldi, una de las principales, hasta que te canses. Caminando sin rumbo, llegarás a la puerta Garibaldi, una puerta convertida en monumento que data de principios del siglo XIX y en cuyas inmediaciones encontrarás múltiples locales comerciales.
Por la noche
Y si te gustan los ambientes bohemios, para la noche te recomendamos acercarte a uno de los distritos no tan conocidos y rematar como corresponde el segundo día. Los canales de Navigli, a pesar de estar algo retirados del centro histórico, son una de las sorpresas que te esperan en Milán. Caminar al atardecer con el sol reflejándose en el agua es un plan inmejorable.
A ambas orillas del canal de Milán hay un sinfín de cafeterías, bares y restaurantes. ¿Qué mejor lugar para sentarte a comentar el día? Aprovecha para tomarte un vino italiano, un helado o, incluso, algún aperitivo. Callejeando por este barrio descubrirás infinidad de murales y arte al aire libre por doquier.
Día 3
Por la mañana
Amanece el último día, pero aún quedan cosas por hacer. El Cementerio Monumental es una de las atracciones que quedan pendientes. Lo mejor de este sitio es que para nada tiene ese aire lúgubre que imaginas. Todo lo contrario, se encuentra entre las visitas favoritas de los turistas por las numerosas esculturas y obras de arte que acoge.
Muy recomendable es también la visita al barrio chino de Milán. Este distrito se ubica justo al lado del cementerio, por lo que podrás ir andando. Se trata de un barrio colorido que exhibe a la perfección la mezcla de culturas de la capital de la región de Lombardía. Durante el paseo podrás observar mercados de comida y muchos farolillos tradicionales.
Por la tarde
Para rematar el día, te proponemos un plan algo más relajado: recorrer la ciudad a bordo de uno de sus míticos tranvías. A pesar de que la flota de tranvías está compuesta en su mayor parte por convoyes modernos, aún quedan algunos que datan de inicios del siglo XX. Por alrededor de 1 €, puedes coger todos los tranvías que quieras durante unos 75 minutos.
Antes de ir al aeropuerto, es posible que te apetezca comprar algunos recuerdos de tu paso por la ciudad. En el caso de que no hayas encontrado nada que te guste en el barrio chino, te recomendamos regresar al centro histórico para despedirte por última vez y deambular entre establecimientos de quesos, aceite de oliva o licores.
Cosas que debes saber antes de visitar Milán
Milán es un destino accesible a cualquier tipo de viajero, tanto desde el punto de vista de los desplazamientos como de los precios. Infórmate acerca del clima de esta ciudad en función de la época en la que viajes. Así como en invierno las temperaturas mínimas pueden rozar los 0 °C, en verano las máximas pueden ascender hasta los 40 °C. Elige la ropa más adecuada en cada ocasión.
Si uno de tus planes de viaje es ver La última cena de Leonardo da Vinci, la recomendación general es que compres la entrada con antelación, pues los tiques se agotan enseguida. También el acceso a la cúspide de la catedral puedes reservarlo con cierta anticipación, sobre todo, para evitar largas filas y esperas.
Dónde comer en Milán
Por fortuna, Milán no es la ciudad más cara de Italia, especialmente, si sabes elegir los restaurantes. La Pizzerie DaZero es, para muchos, la mejor de la ciudad, así que no dudes en incluirla en tu recorrido. En el área de Navigli, Spritz Navigli Milano es otro de los bares populares para tomar un aperitivo.
Dónde alojarse en Milán
La mejor zona para alojarse en Milán es el centro histórico, entre la plaza de la catedral y el barrio de Brera, pues la oferta hotelera es mucho mayor. Y si buscas un distrito relativamente céntrico con una gran variedad de restaurantes y bares a tu alrededor, opta por Navigli, donde siempre hay buen ambiente.
Cómo moverse por Milán
Si te alojas en el centro histórico, puedes llegar a prácticamente cualquier rincón de Milán a pie. En el caso de que optes por áreas algo más alejadas, como Navigli, el metro se convertirá en tu mejor aliado. La línea 3 (amarilla) es, quizás, la más práctica para los turistas. La Milano Card es una tarjeta turística para moverte con libertad durante 24, 48 o 72 horas.
