Especialmente conocida por ser la ciudad del vino, Oporto es un destino que no tiene nada que envidiar a la capital portuguesa. Su estética colorida anima a tomar fotos a cada paso por el centro histórico, por cierto, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Hay bastantes cosas que hacer en Oporto en un fin de semana o en una escapada de más días si tienes tiempo.
Mercados y plazas con encanto, edificios religiosos, vistas panorámicas y una deliciosa gastronomía (de las mejores de Europa) te esperan en tu viaje a la segunda ciudad en importancia de Portugal. Prepara el calzado adecuado, porque enseguida tendrás ante ti todo un entramado de bonitas callejuelas que recorrer y explorar.
Planes top que hacer en Oporto
1. Contemplar la catedral de La Sé
Una de las primeras cosas que hacer en Oporto es detenerte ante su monumento más importante. Nos estamos refiriendo a la catedral de La Sé, un templo que combina los estilos arquitectónicos barroco, románico y gótico. Es posible que en apariencia no te parezca gran cosa, así que no te quedes fuera y anímate a acceder al interior.
Una vez dentro, tendrás la oportunidad de admirar el coqueto claustro gótico, donde están expuestos algunos azulejos portugueses. También merece la pena visitar la capilla de San Juan Evangelista. Por último, exprime cada instante paseando por los patios de la catedral sin ninguna prisa.
2. Cruzar el puente Don Luis I
Cada gran ciudad tiene un símbolo, pero ¿sabes cuál es el de Oporto? El puente Don Luis I es el icono de la urbe portuguesa y es uno de los rincones más fotografiados. Conecta la ciudad con Vila Nova de Gaia y atravesarlo por su paseo es toda una experiencia, pues obtendrás una estupenda panorámica del río Duero.
Algo curioso del puente Don Luis I es que se suele pensar que fue construido por el mismo arquitecto que diseñó la torre Eiffel, dado su armazón de hierro forjado, si bien es obra del ingeniero alemán Théophile Seyrig. Si te preguntas cuándo es mejor momento para acercarte al puente, está claro: al amanecer.
3. Explora las bodegas de Vila Nova de Gaia
Ya que has cruzado al otro lado, toma nota de una de las principales actividades que puedes hacer en Oporto. Si estás de visita en la ciudad y te gusta el vino, hay un plan ineludible para ti en las cercanas bodegas de Vila Nova de Gaia. Conocer algunas de ellas en busca del mejor vino es una de las cosas que ver cerca de Oporto.
El más famoso es el vino de Porto, así que no puedes irte de aquí sin probarlo. Una de las bodegas más populares es Sandeman. Cuando acabes la visita, aprovecha para explorar Gaia y, en concreto, su arte urbano. Encuentra, si puedes, el grafiti del conejo Bordalo II, el conejo más conocido de Portugal.
4. Entrar en el Palacio de la Bolsa
Uno de los edificios más destacados de Oporto es el Palacio de la Bolsa. Sin embargo, su atractivo va más allá de su fachada. Construido en el antiguo convento de San Francisco, el Palacio de la Bolsa alberga numerosas joyas (nunca mejor dicho) en su interior. La Sala Dorada está cubierta de pan de oro, por lo que resulta espectacular.
Pero no es el único tesoro que esconde este palacio. De hecho, la mayoría de los visitantes coincide en señalar que la mejor parte es la Sala Arábiga. Al visitarla, tendrás la sensación de estar en cualquier país de Oriente Medio gracias a sus suelos de madera y a la riqueza ornamental de techo y paredes.
5. Divisar Oporto desde las alturas
¿Estás en busca de las vistas más impresionantes de la ciudad? El Jardim do Morro es, con todas las de la ley, uno de los mejores rincones para admirar Oporto desde las alturas. Prepara la cámara fotográfica, porque en este lugar tendrás la oportunidad de tomar instantáneas inolvidables.
Otro de los puntos de interés para divisar una bella panorámica de Oporto es la torre de los Clérigos. Eso sí, para llegar hasta el mirador, deberás ascender más de doscientos escalones. El esfuerzo tendrá su recompensa, pues, cuando llegues a lo más alto, te esperan unas vistas privilegiadas.
6. Dar un paseo en barco por el río Duero
El río Duero, que nace en el pico de Urbión, desemboca en Oporto, de manera que puede ser un excelente plan dar un paseo en barco por el río antes de que se mimetice con el océano Atlántico. Conocido como el recorrido de los seis puentes, tendrás la posibilidad de admirar la ciudad desde otra perspectiva.
Y si te estás preguntando qué hacer en Oporto de noche, otra opción es adentrarte en un romántico crucero tras caer el sol. En la quietud de la última parte de la jornada, podrás disfrutar de la iluminación nocturna mientras asistes a un espectáculo de fado a bordo. ¿Se puede pedir más al día?
7. Más cosas que hacer en Oporto: visitar la librería más bonita de Europa
¿Sabías que en Oporto se localiza la librería más espectacular de Europa? La Librería Lello e Irmão está ubicada en pleno centro urbano, así que no te costará trabajo encontrarla. Situada en un edificio de estilo neogótico, este establecimiento vio la luz a principios del siglo XX. Desde entonces, se ha convertido en un referente cultural de Portugal.
Al entrar, lo primero que llama la atención es la majestuosa escalera de madera que da acceso a las estanterías del piso superior. Absolutamente todos los detalles de esta librería parecen de cuento, por lo que se ha convertido en una atracción turística más y, por supuesto, visita obligada para amantes de la lectura.
8. Pasear y comer en la Ribeira
La Ribeira es el barrio más pintoresco de la ciudad. Es este el distrito más próximo a la orilla del Duero y está conformado por coquetas casas de colores apiñadas. Te recomendamos caminar sin rumbo por sus estrechas callejuelas mientras respiras la auténtica esencia portuense en cada esquina.
Este es uno de los barrios más aconsejables para probar las delicias portuguesas. Uno de los platos estrella de Oporto es la francesinha, un sándwich de jamón y queso con muchos más ingredientes. Aprovecha también para probar las natas, unos dulces deliciosos muy similares a los pasteles de Belém.
9. Ir de compras por la rua Santa Catarina
La rua Santa Catarina es la calle comercial por excelencia de Oporto. Se trata, además, de una calle peatonal, por lo que podrás recorrerla sin prisas y sin pensar en los coches. Esta vía arranca en la praça da Batalha y está repleta de tiendas, restaurantes y cafeterías. Una de las más emblemáticas es, precisamente, el Café Majestic.
Inaugurada hace más de un siglo, esta cafetería fue lugar de reunión de importantes escritores. Hoy en día continúa manteniendo su esencia histórica. No lejos de la rua Santa Catarina se encuentra el popular Mercado do Bolhão, una parada indispensable si te gusta curiosear entre decenas de puestos de comida y flores.
10. Admirar la capilla de las Almas
Si recorres la rua Santa Catarina hasta el final, te toparás con la peculiar capilla de las Almas, un edificio cuya fachada está cubierta en su totalidad por azulejos portugueses. Pero esta decoración no ha sido elegida por casualidad, pues, si te fijas, verás que están representados algunos de los episodios de la vida de esta santa.
La buena noticia es que el acceso al interior es gratuito, por lo que podrás continuar admirando más muestras de azulejos blancos y azules ubicados en el interior de la capilla. Este templo se construyó en el siglo XVIII y resulta a menudo olvidado en las guías turísticas, pero es una verdadera joya.
11. Montar en el tranvía 22
Y si necesitas descansar un momento, algo que hacer en Oporto es montar en el tranvía número 22, que atraviesa buena parte de los puntos de interés del centro histórico. Los tranvías, tanto en Lisboa como en Oporto, atraen la atención de muchos turistas por su estética antigua, de manera que no habrá mejor plan para sentarte un rato.
El recorrido que realiza el tranvía 22 es circular. Comienza la ruta en la rua do Carmo y finaliza en la praça da Batalha. Sitúate cerca de una ventana para contemplar la iglesia de los Congregados, el Teatro Nacional de São João o la torre de los Clérigos, entre otros muchos rincones.
