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En Gran Canaria estarás prácticamente todo el día en remojo. Podrás disfrutar de las suaves dunas de la playa de Maspalomas antes de sumergirte en el inmenso océano o exprimir el día en la siempre animada playa de Amadores. Pero, además, podrás combinar las playas con las piscinas naturales de Gran Canaria, donde refrescarte sin sobresaltos. Estos entornos te permitirán bañarte en el agua salada en un espacio en calma. No hay olas ni corrientes, por lo que nada podrá enturbiar tus vacaciones y tu paz. Si aún estás confeccionando tu itinerario para tu viaje por Gran Canaria, te animamos a añadir la visita de algunas de estas piscinas para que tu escapada sea más completa y satisfactoria.

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Las mejores piscinas naturales en Gran Canaria donde pasar el día

Para explorar las mejores piscinas naturales de Gran Canaria deberás desplazarte al norte de la isla. En esta franja costera están situadas las más especiales. Por carecer de oleaje y estar en calma, son entornos especialmente dirigidos a las familias con niños, pero en realidad están indicados para todo aquel viajero que desee una jornada de playa tranquila y sin inconvenientes.

1. Los Charcones (Arucas)

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Para descubrir esta maravilla de la naturaleza debes desplazarte hasta el municipio de Arucas, a unos 15 km de Las Palmas de Gran Canaria. Los Charcones es una espectacular piscina en pleno océano Atlántico, de hecho, es una de las más grandes de toda la isla. Goza de una práctica pasarela con el objetivo de facilitar el acceso al agua.

En Los Charcones podrás disfrutar por dos, dado que la piscina es doble. Tras el chapuzón, puedes descansar en la zona de solárium sobre tu toalla, pues se trata de una playa con bastante amplitud y, además, está dotada de todo tipo de servicios para un día en familia muy completo. Otra ventaja de este lugar es que también cuenta con aparcamiento.

2. Charco de San Lorenzo

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El Charco de San Lorenzo, ubicado en el municipio de Moya, te permitirá descubrir la faceta más pacífica del océano Atlántico. Este enclave está compuesto por dos charcos de enormes dimensiones en los que podrás refrescarte y nadar sin riesgo alguno. Llama la atención por su gran tamaño, pues llega a alcanzar los 75 m de longitud.

Este lugar está totalmente habilitado para los bañistas que, además de zambullirse en el agua, buscan relajarse bajo el omnipresente sol canario. Para ello, disponen de una zona solárium, pero también hay baños y duchas en las inmediaciones. Si te entra el apetito no hay ningún problema, pues es este un buen lugar para degustar la gastronomía local en cualquiera de sus restaurantes.

3. Las Salinas (Agaete)

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El norte de Gran Canaria está salpicado de espléndidas piscinas naturales. Están separadas unas de otras por apenas unos kilómetros, por lo que, si te lo propones, podrás visitarlas todas. Una de las piscinas naturales más especiales de Gran Canaria es Las Salinas, donde el azul turquesa de las aguas contrasta con las tonalidades marrones de las rocas adyacentes.

En Las Salinas sentirás que estás flotando en el corazón de una fortaleza medieval por lo escarpado del terreno. La profundidad de cada una de las charcas puede variar dependiendo del estado de las mareas, si bien unas cómodas escaleras instaladas en el borde te facilitarán el acceso siempre. Aprovecha las aguas cristalinas para hacer esnórquel e inspeccionar el fondo marino. Un lugar perfecto para pasar el día.

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4. Piscinas de Roque Prieto (Santa María de Guía)

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La búsqueda de las mejores piscinas naturales en Gran Canaria nos llevará hasta la población de Santa María de Guía, que recibe al visitante con una costa rocosa sobre la que se han instalado las emblemáticas piscinas de Roque Prieto. Este entorno es ideal para quienes buscan un día de playa relajado y sin aglomeraciones. Ciertamente, no es este un enclave demasiado frecuentado.

La falta de servicios en las inmediaciones parece que disuade a muchos de visitarla, por lo que, a cambio, obtienes una piscina de aguas cristalinas que descansa junto a enormes plantaciones plataneras. En esta parte de la isla el océano es bravo, pero gracias a que esta piscina está acotada, podrás disfrutar de él sin peligro alguno.

5. El Agujero (Gáldar)

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También en el extremo septentrional de la isla de Gran Canaria están situadas las piscinas naturales de El Agujero, donde pasar un día de sol con la máxima tranquilidad. Sus aguas cristalinas animan a los veraneantes a inspeccionar las profundidades oceánicas mientras el oleaje se encarga de renovar el agua y llenar de calma esta piscina.

Quizás por su ubicación, algo alejada de los principales circuitos turísticos, El Agujero no suele contar con mucha afluencia de visitantes. La zona, además, es conocida por los practicantes de surf y otras actividades acuáticas. Es más, es precisamente en Gáldar donde se celebra uno de los certámenes de «bodyboarding» más prestigiosos del mundo.

6. La Furnia (Gáldar)

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Para encontrar otra de las mejores piscinas naturales de Gran Canaria no tenemos que irnos muy lejos. La Furnia, de hecho, pertenece al término municipal de Gáldar, y propone una jornada de relax en uno de los entornos en los que el océano se vuelve más turbulento. Sin embargo, en estas piscinas naturales no tendrás de qué preocuparte.

Tú céntrate en admirar el paisaje. Para acceder a las piscinas naturales de La Furnia debes descender por unas escaleras, por lo que quizás no es el rincón más recomendable para los visitantes con movilidad reducida. Este pequeño hándicap aleja a las multitudes, así que podrás tener este paraíso de agua salada casi en exclusiva para ti.

7. La Laja (Las Palmas de Gran Canaria)

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La playa de La Laja está situada en Las Palmas de Gran Canaria, pero, al contrario que, por ejemplo, Las Canteras, es muy poco turística. De arena negra, esta playa alberga un tesoro escondido: unas piscinas naturales perfectas para bañarse sin preocupaciones en agua salada que, por cierto, está bastante fresquita. Para llegar a La Laja puedes acceder fácilmente en vehículo o incluso en bicicleta, pues apenas 12 km separan ambos puntos.

Después del chapuzón, si te entra hambre, tienes muy cerca el barrio de San Cristóbal, con una amplia oferta de restaurantes en los que saciar el apetito. ¿Qué te parece acabar la jornada de sol y playa comiendo un pescado local?

8. El Altillo (Moya)

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Regresamos sobre nuestros pasos hasta el municipio de Moya al encuentro de El Altillo, otra de las piscinas naturales más interesantes de la isla. Aunque no es muy grande, tiene un tamaño suficiente para que te sumerjas en las aguas frescas del Atlántico mientras lo contemplas rugir a lo lejos y sin que enturbie tu apacible baño.

Las piscinas naturales de El Altillo tienen una ventaja añadida y es que están situadas justo enfrente de uno de los restaurantes mejor valorados de Gran Canaria. La Marisma, que así se llama este local, no solo ofrece bonitas vistas del entorno, sino una carta muy completa de gastronomía canaria para darte un merecido homenaje.

9. Piscinas de Bocabarranco (Gáldar)

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Si has escogido la localidad de Gáldar como destino de vacaciones estás de enhorabuena, pues, como ves, hay muchas piscinas naturales a tu alcance. Si no, aprovecha la escapada para conocer las dos anteriores y las que te mencionamos a continuación. Las piscinas de Bocabarranco proporcionan un entorno muy seguro para todos los públicos.

Estas piscinas naturales son, además, muy accesibles, pues están dotadas de cómodas escaleras y barandillas para facilitar el acceso y salida del agua. En este paraje, el océano exhibe su cara más salvaje y podrás observar cómo golpea con furia los límites de esta piscina. Conviene entonces esperar a los días de marea baja para exprimir el baño sin ningún contratiempo.

Acerca del autor

Andrea BarragánAndrea estudió Periodismo en la UCM y, desde hace varios años, combina sus dos grandes pasiones: escribir y viajar. Sin embargo, más que viajar, a ella le gusta experimentar la vida en cada país. Por eso, ha tenido estancias de varios meses en lugares tan increíbles como Georgia, Colombia o Asia Central. Hasta la fecha, ha conocido unos 40 países.

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