La práctica del senderismo está cada vez más de moda. En destinos vacacionales cuyo mayor atractivo reside en el entorno natural más que en grandes monumentos o lugares históricos, realizar rutas por la naturaleza es una de las mejores formas de conocer un lugar. Para ello, te traemos algunas de las mejores rutas de senderismo en Gran Canaria.
Tanto para las personas novatas como para las expertas senderistas, en Gran Canaria hay varias rutas que elegir, desde las más sencillas y cortas, si solo pretendes darte un ligero paseo, hasta las que te harán sudar la gota gorda. Descubre los paisajes de Gran Canaria atravesando campos de cultivo, bosques de laurisilva y bajando hasta el fondo de una caldera volcánica. Si, además, te apasiona la fotografía de paisajes, aquí vas a llenar seguro la memoria de tu tarjeta.
Ruta del Roque Nublo
Si preguntas a cualquier senderista local por las mejores rutas de senderismo de Gran Canaria, es muy posible que en la lista incluya la del Roque Nublo, en el municipio de Tejeda. Se trata de una gran roca volcánica que llega a los 80 m de altura y, para llegar a ella, tendrás que recorrer una sencilla ruta en la que incluso pueden participar los niños.
Es corta, de apenas 1,5 kilómetros, y tan solo tardarás media hora aproximadamente en llegar. Al comienzo de la ruta hay un aparcamiento para que dejes el coche. El trayecto empieza por el sendero lateral de la GC-600. Si lo necesitas, antes de empezar la ruta hay un puestecillo para comprar bebidas y comida. La pendiente no es muy pronunciada y todo el camino está allanado para facilitar la subida hasta el Roque Nublo.
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Jardín Canario
Nuestra segunda propuesta para darle a las piernas en Gran Canaria es la ruta del Jardín Botánico Viera y Clavijo. Esta ruta también es bastante sencilla para hacerlacon niños y se encuentra en el barranco de Guiniguada, al noreste de la isla y muy cerca de la capital. De esta ruta destaca la variada flora que encontrarás a lo largo del camino, con muchísimas plantas endémicas de las islas de la Macaronesia.
El paisaje es espectacular, pues atraviesa estanques y cascadas entre cactus, palmeras y pinos canarios. El acceso es gratuito, pero con un horario determinado: abren de 9:00 a 18:00 h y hasta las 19:00 h en los meses con los días más largos, entre abril y septiembre. El recorrido completo es de 3,5 kilómetros, más o menos, y es circular, por lo que al terminar volverás al punto de partida. Dependiendo del ritmo que lleves, podrías tardarunas dos horas.
Rutas de senderismo en Gran Canaria: Finca de Osorio
La Finca de Osorio se ubica en el parque rural de Doramas y abarca varios municipios, como Teror, Valleseco y Firgas, al norte de Gran Canaria. Se trata de una gran área natural con fincas de cultivo, bosque, barrancos, zonas de pastoreo y áreas de descanso donde se puede hacer un pícnic. La ruta en la Finca de Osorio comienza desde la puerta de acceso al área y discurre entre campos de cultivo de los campesinos de la zona y lo que queda del antiguo bosque de Doramas.
Es la ruta ideal para principiantes, puesto que, a pesar de sus poco más de 8 km, tiene muchas áreas con bancos y mesas donde sentarse a descansar si se necesita, y no tiene ninguna dificultad. Además, volverás al inicio de la ruta, ya que es circular. Toma nota de que necesitarás un permiso para entrar del Cabildo de Gran Canaria que puedes conseguir en su página web.
Los Tilos de Moya
Esta es otra ruta también circular del parque rural de Doramas. Al contrario que la ruta de la Finca de Osorio, en Los Tilos de Moya encontrarás una ruta mucho más frondosa de los bosques de laurisilva, aunque también verás otras especies, como laureles, acebiños y fayas, así como acequias y cantoneras debido a la alta humedad de este terreno.
La dificultad es baja y el recorrido mucho más corto que el de la Finca de Osorio, con tan solo 2 km, por lo que podrías tardar entre media hora y una hora, según el ritmo que lleves. Para llegar, debes ir desde el pueblo de Moya por la GC-700 y, en un desvío a la izquierda, te toparás con el Centro de Interpretación de Los Tilos de Moya, desde donde empieza la ruta.
Barranco de los Cernícalos
La ruta del Barranco de los Cernícalos está considerada una de las más bonitas para hacer en la isla de Gran Canaria. La recorre una bonita acequia con cinco saltos de agua y forma parte de la reserva natural especial de Los Manteles. Aunque es una ruta relativamente sencilla para todos los usuarios, a partir de la primera cascada de la ruta el terreno se complica un poco, ya que comienza a ir en una empinada pendiente durante un tramo, aunque luego vuelve a ponerse fácil.
Esta ruta es lineal, por lo que, al terminarla, deberás volver a hacer el camino a la inversa. En el punto de inicio hay un aparcamiento con un área recreativa donde descansar y comer para reponer fuerzas. La distancia del recorrido es de algo menos de 6 km, pero, como tendrás que volver, sumará un total de casi 12 km.
Caldera de Bandama
La caldera de Bandama es una caldera volcánica, es decir, un accidente geográfico resultado de una gran explosión de magma que hundió el terreno; pero no hay de qué preocuparse: la caldera de Bandama lleva aproximadamente 4000 millones de años sin experimentar ninguna erupción.
Tiene 216 m de profundidad y 1 km de diámetro y podrás elegir entre dos rutas: la circular, que rodea la caldera, y la que baja por la ladera hasta el fondo del valle. La primera es sencilla y apta para todas las personas, pero la segunda ya requiere de cierta forma física, por la pendiente y las rocas que pueden causar algún resbalón. Aun así, esta ruta también la pueden hacer los niños, pero con precaución y, a ser posible, de la mano.
Barranco de las Vacas
La ruta del Barranco de las Vacas se encuentra en el centro de la isla de Gran Canaria, en el pueblo de Temisas. El barranco de las Vacas es una garganta que te maravillará y recuerda muchísimo al cañón del Antílope de los Estados Unidos. Sin duda alguna, es uno de los paisajes más espectaculares de la isla, pero también de los más complicados.
La ruta del Barranco de las Vacas está especialmente indicada para la gente en buena forma acostumbrada a actividades exigentes, pues hay tramos en los que hay que avanzar a través entre maleza y por senderos accidentados. El trayecto es de casi 7 km y, según tu agilidad, podría llevarte entre dos y tres horas. Lo bueno es que es una ruta circular y acabarás donde empezaste.
