La estación invernal puede ser especialmente fría en París. Las precipitaciones están a la orden del día en la capital francesa, de ahí que haya que tener los cabos bien atados. París en invierno, asimismo, es sinónimo de la llegada de las fiestas navideñas, unas fechas mágicas que se viven con gran intensidad en la ciudad. Unas vacaciones en esta estación pueden ser muy especiales.
Es el momento de recorrer los Campos Elíseos, quién sabe si bajo un manto blanco, o de entrar en calor en las cafeterías más espectaculares de París. Si viajas en diciembre, no puedes perderte los mercadillos navideños más encantadores ni tampoco los conciertos del coro en la catedral de Notre Dame. Abrígate bien y prepárate para enamorarte de la faceta más bucólica de París.
Recomendaciones para disfrutar París en invierno: 10 planes y consejos prácticos
¿Qué temperatura hará en París en invierno? ¿Hay eventos y fiestas especiales? ¿Cuáles son los planes imprescindibles en esta estación del año? A lo largo de este artículo vamos a dar respuesta a todas estas cuestiones y a algunas otras. La capital francesa conquista en cualquier momento del año, aunque es cierto que la temporada invernal le sienta especialmente bien. ¡Descubre por qué!
1. El clima en París en invierno
Llegó el momento de preparar el equipaje, así que te interesará saber qué ropa llevarte. Lo primero que debes tener en cuenta si viajas en invierno a París es el clima que te espera. Entre los meses de diciembre a marzo, las temperaturas mínimas pueden situarse por debajo de 0 °C, mientras que las máximas no suelen superar los 8 °C, así que considera este dato al elegir ropa.
Es habitual también que llueva bastante en París en invierno, lo que significa que debes echar en la maleta un paraguas y ropa y calzado impermeable. Es importante incluir un abrigo robusto y prendas de ropa calentitas. Examina el tiempo antes de viajar, dado que podría incluso haber presencia de nieve en la ciudad. Aunque suponga un cambio de planes, la estampa compensará.
2. Eventos y festividades en invierno
El principal evento que viene a la mente en el mes de diciembre es Navidad, pero hablaremos de qué hacer en París en Navidad en el siguiente apartado. En enero, aterriza en la capital francesa la emblemática Semana de la Moda, normalmente con desfiles públicos, por lo que podría ser un buen plan. También en este mes llegan las esperadas rebajas, así que puedes aprovechar.
A finales de enero, asimismo, se celebran en París las Noches de la Lectura, con actividades en localizaciones como la casa de Víctor Hugo o la Biblioteca Nacional. En el mes de febrero, llega la festividad de La Chandeleur (La Candelaria), que se festeja comiendo crepes, y el Carnaval, que llena la ciudad de colorido y disfraces. A principios de marzo, llegan los icónicos maratones a las calles.
3. París en Navidad
Ahora sí, ¿qué ver en París en Navidad? En estas fechas, la Ciudad de la Luz está especialmente bella. Uno de los planes ineludibles es pasear bajo la iluminación navideña de la avenida de los Campos Elíseos, pero tampoco puedes perderte la decoración de las Galerías Lafayette. Las plazas de la Concordia, de la Bastilla o Vendôme también exhiben una iluminación espléndida.
En cuanto a los mercadillos navideños, ¡hay más de una veintena repartidos por toda la ciudad! Los más típicos son el del jardín de las Tullerías, el de Les Halles, el de la catedral de Notre Dame o la Village de Noël de la Esplanade de La Défense. Puede ser interesante también asistir a los conciertos y misas de Notre Dame y disfrutar de las pistas de patinaje sobre hielo.
4. Las cafeterías más acogedoras
Cuando el frío acecha, apetece meterse en una cafetería para tomarse una taza de chocolate o un café calentito. Son muchos los cafés parisinos con encanto en los que puedes darte este placer. Uno de los más míticos es el de la famosa librería Shakespeare and Co., que sirve un extenso surtido de dulces y, además, está muy cerca de la catedral de Notre Dame.
Café de la Paix es una de las cafeterías más populares de París y llama la atención por su elegante interior. También muy famoso es el Café des Deux Moulins, popularizado por la película Amélie. Les Deux Magots se convirtió en sitio de encuentro de intelectuales y pintores en el siglo XX, por lo que bien puedes hacer un alto en el camino en este establecimiento.
5. Las delicias francesas de invierno
No hay mejor manera de entrar en calor en París que acudiendo a los mejores restaurantes de París para probar los platos más sabrosos de invierno. Entre las delicias que no puedes obviar está la sopa de cebolla, un plato calentito y rico cubierto por una capa de queso que te hará olvidar todos los males. Este manjar suele estar disponible en cualquier restaurante.
Y si eres fanático del queso, tampoco puedes perderte platos como la raclette o la fondue. No te costará encontrarlos en los restaurantes del barrio Latino. Otra de las delicatesen que comer en París en invierno es el gratin dauphinois, una preparación a base de patatas gratinadas con nata líquida y nuez moscada. El boeuf bourguignon es una especie de estofado que te encantará.
6. Actividades para un día de lluvia
¿Qué hacer en invierno en París un día de lluvia? Las precipitaciones son tan comunes en esta época del año que hay un sinfín de opciones de ocio. Uno de los planes por excelencia puede ser resguardarte en las Galerías Lafayette, sin duda, uno de los enclaves más espectaculares de París. No importa que no compres nada, pues, sin duda, merece la pena.
Otra alternativa es refugiarte en el palacio de Versalles, uno de los rincones imprescindibles que visitar en París en un día de lluvia. Por supuesto, puedes aprovechar para conocer los mejores museos de París, que, previsiblemente, estarán menos congestionados que en la temporada estival. El Centro Pompidou, o, por supuesto, el Museo del Louvre constituyen dos visitas indispensables.
7. Espectáculos en la Ópera o en el Moulin Rouge
¿Qué mejor plan en París en invierno que aprovechar para acudir a la ópera o asistir a uno de los espectáculos del icónico Moulin Rouge? La Ópera de París no solo es uno de los monumentos más legendarios de la capital de Francia, sino que siempre ofrece una nutrida programación. ¿Sabías que este edificio inspiró la archiconocida obra El fantasma de la ópera?
El Moulin Rouge es otro de los edificios característicos de la ciudad. El legendario «Molino Rojo» es el cabaré más famoso del mundo, pero en pleno siglo XXI sigue igual de resplandeciente que en su época dorada. Aprovecha tu escapada de invierno para asistir a algún espectáculo en este lugar. Sin duda es una de las cosas que no olvidarás de tu viaje a París.
8. Descubre los pasajes comerciales
En París hay una treintena de galerías comerciales cubiertas, la mayoría construidas en el siglo XIX. Estos pasajes comerciales emanan una atmósfera sofisticada y clásica, de ahí que explorarlos sea un excelente plan en el invierno parisino. El pasaje de El Cairo es el más antiguo (data del año 1798), pero también el más largo, dado que tiene una longitud de 360 m.
Si buscas una de las galerías comerciales más especiales, entonces, el pasaje Panorama te sorprenderá. La galería Vivienne está próxima al Palais-Royal y destaca por sus coloridos mosaicos. Muy vistoso es también el pasaje Brady, que se conoce coloquialmente como la Pequeña India, ya que está repleto de restaurantes y establecimientos indios.
9. Cobíjate bajo tierra
Cuando las temperaturas sean de todo menos amigables, aprovecha para explorar el París subterráneo. Hay un par de rincones que te sorprenderán. Por un lado, están las Catacumbas de París, una de las atracciones turísticas más curiosas. Se trata de un laberinto a 20 m bajo el suelo que acoge los restos óseos de millones de parisinos. Está en el barrio de Montparnasse.
Otro plan para escudriñar las entrañas de París es visitar el Museo des Égouts, un museo peculiar donde los haya. Es posible que su carta de presentación no te llame mucho la atención, pues propone un recorrido por las alcantarillas de la ciudad. Sin embargo, es un lugar muy curioso que exhibe la relación íntima de la superficie de la ciudad con las profundidades.
10. Relájate en un auténtico hamán
Por último, te proponemos disfrutar de un baño muy reconfortante y, sobre todo, cálido. La Gran Mezquita de París, construida hace ya un siglo, no pasa inadvertida por su estilo hispanomorisco ni tampoco por estar coronada por un minarete que se eleva 33 m hacia el cielo. Merece la pena visitar sus cuidados interiores y entrar en calor en el salón de té.
Continúa la visita en el hamán o baño turco de la Gran Mezquita, un espacio de relajación e higiene según manda la tradición. Las salas de baño de vapor decoradas con mosaicos te trasladarán a Oriente mientras te olvidas de las bajas temperaturas del exterior. Desafortunadamente, este hamán está reservado en exclusiva para las mujeres.
