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Hojas secas crujiendo bajo tus pies mientras paseas. Colores dorados y ocres que inundan la naturaleza. Castañas, setas, calabazas y manzanas listas para saborear. Aves que migran hacia la calidez de otras tierras. Todas estas imágenes, sonidos, tonalidades y aromas colman los sentidos y evocan la llegada del otoño, una estación llena de contrastes, calidez y nostalgia, que se erige como uno de los momentos más idóneos para hacer turismo en la Península. Experimenta todas esas sensaciones y muchas más a través de estos lugares para visitar en otoño en España. Se convertirá en tu estación favorita para poder viajar a todos ellos.

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Querrás que se acabe pronto el verano para disfrutar de estos lugares para visitar en otoño en España

Cada vez son más viajeros los que optan por hacer turismo nacional cuando acaba el verano. Las ventajas son varias, como una menor concentración de turistas, un clima más suave y precios más económicos. Pero hay otra más: el regalo de colores que nos hace la naturaleza en otoño y que realzan los bosques, dehesas, ríos y montañas de nuestro país. Te descubrimos los 15 destinos imprescindibles para disfrutar de esta estación.

Hayedo de Montejo de la Sierra en Madrid

Este bosque de hayas de apenas 250 hectáreas es el único de la Comunidad de Madrid y uno de los más meridionales de toda Europa. El hayedo también cuenta con robles y pinos silvestres que aportan colorido a la ribera del río Jarama. Si estás en la capital en otoño, no dejes de reservar una visita guiada en el Centro de Recursos e Información de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón.

Con tu acreditación, podrás acceder a tres rutas en esta zona que te regalarán diferentes perspectivas del hayedo: la senda del río Jarama, ideal si vas con niños; la senda de la Ladera, y la senda del Mirador, siendo esta última de dificultad alta.

No olvides: Reserva tu acreditación gratuita para acceder al hayedo con antelación vía online.

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Parque Natural de Somiedo en Asturias

El verde característico de Asturias se mezcla en otoño con una infinita variedad de marrones y ocres en la zona de Somiedo. Su parque natural se extiende por cuatro valles (Saliencia, Valle, Somiedo y Pigüeña) tapizados por una frondosa vegetación de prados y pastizales que parece bañar los bosques de hayas, robles, arces, tilos y fresnos. Si reservas una visita con guía especializado en el Centro de Interpretación del parque, podrás, con suerte, avistar los osos pardos cantábricos de la zona, además de buitres, rebecos, corzos y águilas.

No te vayas sin pasear por las brañas. Son conjuntos de cabañas de teito, un tipo de construcción de piedra con tejado vegetal que eran utilizadas por los vaqueros de la zona.

La Fageda d’en Jordà en Girona

Situado en una llanura de 21 volcanes dormidos, este hayedo pertenece a la localidad de Olot, en la provincia de Girona. Es una de las 26 reservas naturales del parque natural de la zona volcánica de La Garrotxa, pero destaca por una peculiaridad: es inusual que las hayas crezcan a tan solo una altitud comprendida entre los 500 y 650 m.

Estos árboles serpentean las laderas de lava enfriada del volcán del Croscat haciendo que el paisaje, sobre todo en otoño, parezca de película de fantasía épica. Puedes hacer rutas a pie, en carruaje o a caballo y observar, además de su impresionante belleza vegetal, los «tassols», que son prominencias formadas por las coladas de lava que se alzan hasta os 20 m de altura.

También en la zona: Puedes visitar el pueblo medieval de Sant Pau y disfrutar de su gastronomía volcánica con productos de la comarca, como las alubias, el queso de oveja, los nabos negros o las patatas del valle.

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Selva de Irati en Navarra

Es el segundo bosque de hayas y abetos más extenso que se conoce gracias a sus 17.000 hectáreas, solo por detrás de la Selva Negra en Alemania. Su paisaje y singularidad hace que sea uno de los lugares que visitar en otoño en España imprescindibles.

El azul del río Irati contrasta con el color marrón y ocre de los árboles y el verde del musgo de sus troncos, una policromía de cuento que se contempla a lo largo de los valles del Aezkoa y Salazar. Los 16 senderos que cruzan este bosque están balizados y son aptos para todas las edades, pudiendo recorrerlos a pie, en bicicleta y en algunos casos en 4 x 4. Tienes varias actividades a tu disposición, como escalada, descenso de cañones y avistamiento de aves.

Solo en otoño: A finales de septiembre y durante octubre, si visitas la selva de Irati podrás escuchar la berrea de los ciervos, que son los mugidos que emiten los machos en época de celo.

Las Médulas del Bierzo en León

En Las Médulas, durante el otoño, sus imponentes castaños centenarios se desvisten para mostrar sus retorcidos troncos y pintar el suelo con sus hojas, mezclando su color con el rojizo tono de la arcilla que forma estos restos de montañas. Te recomendamos que reserves tu visita guiada en elCentro de Recepción de Visitantes de Las Médulas para descubrir cómo se formó este paisaje, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que era una antigua mina de oro explotada por el imperio Romano mediante canales de agua.

En la ruta circular para visitar la zona no te puedes perder la visita a la Cuevona y la Cueva Encantada, dos galerías de explotación que dan buena cuenta del ingente trabajo de ingeniería que se realizó durante 200 años para extraer el oro.

Haz una foto desde: El mirador de Orellán ofrece la mejor panorámica de Las Médulas; aunque hay que subir un fuerte desnivel, la recompensa de las vistas de los picachos rocosos es enorme.

Las Alpujarras de Granada

Si te gusta el turismo rural en otoño, tienes que visitar los pueblos más pintorescos de la región de las Alpujarras, como Pampaneira, Bubión, Trevélez, Lanjarón y Capileira, que parecen pintados sobre las montañas, siguiendo su desnivel.

El impresionante paisaje de la zona cuenta con bosques de almendros, robles, castaños y encinas, que en otoño tiñen el valle de Poqueira de infinitos tonos cálidos, que contrastan con la arquitectura de sus casas blancas, de origen bereber. En tus rutas por la zona también podrás contemplar los viñedos y las huertas dispuestas en terraza, que dan buena cuenta de la riqueza de sus tierras.

No olvides llevarte un recuerdo de la artesanía de las Alpujarras. Sus jarapas y tapices, cestas de mimbre y esparto o sus piezas alfareras son fruto de la autosuficiencia y expresión cultural de estos pueblos.

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Parque natural del Montseny en Barcelona

A solo 50 km de Barcelona, se encuentra el parque natural más antiguo de Cataluña, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, el parque natural del Montseny. En otoño, extiende una gran alfombra de hojas secas por sus senderos sobre la que caminar mientras observas los dorados, rojizos, marrones y verdes de sus pinos silvestres, encinas, hayas, alcornoques y abetos.

Hay rutas señalizadas de varias dificultades y dispones de visitas guiadas todos los domingos. Además, si te gusta el turismo micológico, durante esta estación es posible recolectar setas, como robellones y níscalos, preferiblemente solicitando la licencia que ofrece la Generalitat de Catalunya.

Las mejores vistas las tendrás desde el pico de Matagalls. Sus 1698 m te permitirán observar no solo el parque sino la costa catalana, Barcelona, Montjuïc y el Tibidabo.

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Laguna de Gallocanta en Zaragoza

Dejamos por un instante los bosques y las hojas del otoño para viajar hacia el mayor lago salado de Europa, con un largo de 7,5 km y un ancho de 2,5 km. La laguna de Gallocanta sublima su encanto en esta época del año pues, a partir de octubre, recibe a unas 40.000 gruyas que hacen un alto en el camino en esta reserva natural en su vuelo migratorio hacia el norte de África.

No son los únicos animales que podrás ver en las inmediaciones del humedal pues, además de las grullas, perdices, alondras y patos, también encontrarás corzos, jabalíes, buitres, lagartos, ranas y sapos. Disfruta de su fauna y de su paisaje desde los siete observatorios que rodean la zona.

Si viajas con niños: Puedes empezar tu visita en el Museo de las Aves de Gallocanta y aprender con ellos a identificar cada especie por su fisonomía y sus cantos.

Valle del Ambroz y Hervás en Cáceres

El río Ambroz da nombre a este valle y lo adorna con cascadas, charcas, gargantas y piscinas naturales. El contrapunto al río lo ponen las montañas, algunas de ellas superan los 2000 m de altura, forradas con bosques de robles, cerezos y ciruelos, que son todo un espectáculo visual.

Pero, sin duda, los castaños son los protagonistas, en concreto cinco de ellos, centenarios, declarados Árbol Singular y que cuentan con nombre propio: Retorcío, Hondoneto, Menuero, Bronco y del Arroyo. Los encontrarás en un antiguo huerto junto al arroyo del Temblar. Ya en el pueblo de Hervás, rodeado por el Castañar Gallego y el Castañar del Duque, podrás visitar joyas históricas como el barrio judío, el puente de la Fuente Chiquita y la iglesia de Santa María de las Aguas Vivas.

No te vayas sin: Visitar la fiesta del Otoño Mágico, de interés turístico nacional. Ofrece degustación de productos de la zona, marchas de bicicleta y senderismo, conciertos y rutas micológicas.

Hoces del río Duratón en Segovia

Este parque natural de 5000 hectáreas lo conforman varios meandros que va dibujando el río Duratón en su recorrido sinuoso por un desfiladero. Sus paredes de piedra caliza, que alcanzan los 100 m de altitud, se llaman cortados y son el refugio perfecto para los nidos de los buitres leonados, una de las grandes atracciones de la zona, aunque también puedes encontrar águilas, búhos, alimoches y halcones.

Además de estas aves, en los paseos por la zona verás joyas arquitectónicas, como la ermita de San Frutos y el monasterio de la Hoz, y miradores junto a los acantilados. El otoño es una época perfecta para hacer rutas sin el agobio del calor. Te recomendamos el sendero de la Molinilla por el que te encontrarás con la cueva del Santero y la cueva de los Siete Altares, que pertenece a la época visigoda.

Muy cerca: Sepúlveda, localidad a la que pertenecen las hoces del Río Duratón y puerta de entrada al parque, es parada obligatoria para ver su casillo, muralla y numerosas iglesias.

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Bosque de Muniellos en Asturias

Muy próximo a Cangas del Narcea se erige uno de los mayores y mejor conservados robledales de España. La leyenda cuenta que los cascos de los barcos de la Armada Invencible se construyeron con la madera de los árboles del bosque de Minuellos. Sea como fuere, esta Reserva de la Biosfera de la UNESCO, es un lugar para perderse en otoño y disfrutar de la naturaleza en estado puro.

A sus robles, algunos de ellos de más de seis metros de diámetro, se suman hayas, abedules, acebos y tejos que dan sombra a una gran variedad de setas y hongos. Existe una única ruta señalizada para recorrer circularmente el bosque, subiendo hacia las lagunas y bajando para recorrer la senda del río. Tiene unos 20 km de recorrido y la puedes hacer por libre o contratando una visita guiada.

Recuerda: el acceso al bosque de Muniellos requiere de autorización previa que puedes pedir en su web oficial. Solo permiten 20 visitas al día, por lo que deberás solicitarla con bastante antelación.

Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido en Huesca

El otoño es la mejor época para disfrutar de la majestuosidad de los valles glaciares de Ordesa y Pineta y del macizo de las Tres Sorores, con Monte Perdido, la montaña calcárea más alta de Europa gracias a sus 3355 m de altura. Los colores de esta estación junto con la luz del atardecer ensalzan las escarpadas laderas de las montañas, los cañones, como el de Añisclo, y las cascadas, como la de la Cola de Caballo, que hacen de cada rincón del parque un lugar digno de fotografiar, contemplar y pasear. Declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO, necesitarás varios días de viaje para conocer a fondo este parque nacional.

Por la noche: si te gusta la astronomía, aquí encontrarás el cielo perfecto para observar las estrellas. Es un reconocido destino para astroturistas.

Parque natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche en Huelva y Sevilla

Es el segundo parque natural más grande de España, por detrás del de Cazorla, Segura y las Villas, y atesora un impresionante bosque de castaños. ¿Qué podría simbolizar mejor el otoño que este fruto? El color ocre de las hojas de los castaños en esta estación se intercala con el verde perenne de las dehesas copadas por alcornoques y encinas. En Aracena, localidad que presta su nombre a la sierra, encontrarás la Gruta de las Maravillas, una de las cuevas más visitadas de España. Con una extensión de 1,2 km alberga varios lagos y galerías en tres niveles. Las formas de sus estalactitas y estalagmitas y el repiqueteo de las gotas de agua erosionando las rocas, llenan de magia este lugar.

No te quedes sin probar: El jamón ibérico de bellota. De las dehesas de esta zona es la denominación de origen protegida jabugo, una auténtica delicia.

Castañar del Tiemblo en Ávila

Los erizos de las castañas caídos sobre la tierra junto a las hojas secas y las setas tapizan este frondoso bosque de castaños. Sus curiosas y retorcidas formas hacen que el paseo junto a ellos sea un reclamo divertido y entretenido para ir con niños. Además, las sendas están muy bien señalizadas y no presentan dificultad. Si eres amante de la fotografía, sube hasta la Garganta de la Hiedra, desde la que podrás tomar instantáneas espectaculares de todo el paisaje.

El mejor recuerdo: Hazte una foto dentro del tronco del castaño más antiguo y más grande del lugar, al que llaman El Abuelo. Se calcula que tiene unos 500 años.

Hayedo de Tejera Negra en Guadalajara

Sin duda, los hayedos son los parajes que más encanto tienen para visitar en otoño. El de Tejera Negra es el que se encuentra más al sur de toda Europa. En él, el tono dorado de las hojas que cubren el suelo solo se interrumpe por el verde del musgo y el azul de los ríos Lillas y Zarzas.

Es otro de los destinos imprescindibles si eres aficionado al turismo micológico, ya que durante esta época crecen abundantes «Boletus edulis». Aprovecha para realizar una de sus rutas circulares, la Senda de Carretas o la Senda del Robledal, antes de que el invierno cubra de nieve toda la zona durante más de dos meses.

Antes de tu viaje: Es obligatorio que reserves aparcamiento si decides hacer la Senda de Carretas, que también te dará derecho al acceso.

Acerca del autor

Fátima Mora SeguraFátima es una castellano-manchega que ama su tierra y sus costumbres, pero sin olvidar sus raíces paraguayas. Apasionada del arte y la historia, le encanta estar en constante aprendizaje, por lo que en sus viajes realiza rutas o visitas guiadas, con el objetivo de sumergirse en la cultura del lugar, así como conocer su historia y leyendas. Revisa el Instagram de Fátima para inspirarte con sus viajes.

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