Tus vacaciones estivales se acercan y has elegido Italia como destino. El país mediterráneo es siempre una buena opción para una escapada merecida y deseada, pues es mucho lo que ofrece. Italia en verano es sinónimo de playas asombrosas, rica gastronomía que degustar al aire libre, largos paseos hasta altas horas y helados al caer el sol.
Italia en verano te espera: ata bien los cabos para tu próximo viaje
En esta ocasión, vamos a brindarte una serie de recomendaciones de utilidad para que tus vacaciones sean perfectas e inolvidables. Te hablamos, por ejemplo, de qué esperar del clima y, en consecuencia, de cómo vestirte, de los lugares imprescindibles que visitar en los meses de verano, de las fiestas y celebraciones del país y de mucho más. Sigue leyendo para no perder detalle.
1. El clima en Italia en verano

Es lógico que te interese saber qué clima vas a encontrar en Italia en verano. Sobre todo, para preparar el equipaje correctamente sin que olvides nada en casa. El clima en este país es mediterráneo continental, por lo que es bastante similar al de España. Esto significa que los veranos se caracterizan por ser muy calurosos y con escasa probabilidad de precipitaciones.
Sin embargo, dependiendo de a dónde vayas, es posible que sea algo más fresco o templado. El sur y el centro de Italia son mucho más cálidos y húmedos que el resto del país, con temperaturas medias de 35 °C. En estas zonas, asimismo, pueden desarrollarse eventuales tormentas eléctricas. El norte también es caluroso, si bien las mínimas, situadas en torno a los 20 °C, facilitan el descanso nocturno.
2. Entradas a los museos y monumentos

En verano, Italia se llena de visitantes, especialmente, en las ciudades más emblemáticas, como Roma o Florencia y, por supuesto, en las zonas de costa. Por eso es recomendable adquirir las entradas a los museos y monumentos con la suficiente antelación. ¿Te imaginas ir a Roma y no poder entrar al Coliseo o a los Museos Vaticanos? Podría suceder perfectamente.
Incluso puedes considerar pagar un suplemento para evitar colas en el acceso. Para ahorrar, asimismo, valora comprar algún pase turístico, como Roma Pass, que ofrece descuentos en las entradas a los principales museos y permite utilizar el transporte público durante dos o tres días; o Firenze Card, de uso similar, pero aplicado a la ciudad de Florencia.
3. Playas

Si has elegido Italia como destino vacacional, es posible que una de las razones de peso sean sus playas. Y es que, efectivamente, este país acoge alguna de las más idílicas de todo el continente europeo. En verano es muy difícil encontrar una sola playa sin turistas, pero te recomendamos evitar las más populares y, en su lugar, apostar por algunas joyas escondidas.
La primera que te proponemos está ubicada en la región de Calabria, una de las menos conocidas de Italia. Capo Vaticano se sitúa casi en la puntera de la bota y es una playa de arena blanca y agua de color azul intenso. También la región de los Abruzos acoge interesantes tesoros alejados de la afluencia turística, como, por ejemplo, Punta Aderci, no lejos de la ciudad de Pescara.
4. Festividades y eventos

La temporada veraniega es un momento excepcional para sumergirte en las celebraciones tradicionales del país. Vayas donde vayas, es más que posible que esté celebrándose alguna festividad cerca. En julio se celebra en Siena una carrera de caballos de estilo medieval, mientras que, en Matera, al sur de Italia, tiene lugar la Fiesta de la Madonna Bruna, conmemorada con un desfile procesional.
También en julio se celebra en Venecia la Fiesta del Santísimo Redentor, donde los protagonistas son unos impresionantes barcos. En el barrio romano del Trastévere acontece la Fiesta de Noantri, con mercadillos y gastronomía. En agosto, llega a Florencia el Festival del Sol de la Toscana, un evento dedicado a las artes, como el teatro, la música y el cine.
5. Rincones mágicos

Es posible que, para visitar las grandes ciudades italianas, el momento ideal no sea el verano, pero sí lo es en ciertos lugares. Uno de ellos es la reserva natural de los lagos Lungo y Ripasottile, ubicada en el corazón de Italia, en la provincia de Rieti. En este espacio podrás conocer rutas senderistas de impresión y también bañarte en aguas cristalinas.
Bérgamo es otro destino que añadir a tu ruta. Esta ciudad se llena de vida y terrazas, donde disfrutar de un vino al aire libre. ¿Sabías que incluso en verano puedes ver nieve? En Livigno, localidad situada en los Alpes, es perfectamente posible. Otro rincón mágico es Le Fonti del Clitunno, a medio camino entre Terni y Perugia. Es estupendo para refrescarse y alejarse de las multitudes.
6. Ferragosto

A priori, no parece que agosto sea el mes ideal para visitar Italia, pero, cuando sepas qué es el Ferragosto, quizá cambies de opinión. Se trata de una festividad nacional que coincide con las vacaciones de los italianos. Aunque se celebra, sobre todo, en las zonas costeras con fiestas en la playa, lo cierto es que se trata de un evento que salpica a todas las poblaciones.
En las zonas de playa, de hecho, es muy habitual que esta jornada se acompañe de fuegos artificiales. En función de la ciudad en la que te encuentres, es posible que haya conciertos, espectáculos y otras muchas festividades para festejar el comienzo de las vacaciones. No lo dudes y súmate a estas fiestas como si fueras un residente más.
7. Espectáculos al aire libre

Las elevadas temperaturas animan a sacar el arte a la calle. Por eso, resulta habitual que al aire libre haya conciertos, espectáculos de ópera y mucho más. Estos recitales se ofrecen en espacios emblemáticos, como, por ejemplo, en las termas de Caracalla de Roma, una de las grandes atracciones turísticas de la capital de Italia.
No es el único rincón histórico que acoge actividades, porque también la Arena de Verona se convierte en un escenario musical al aire libre durante los meses de julio y agosto. Si estás de vacaciones por la costa de Amalfi y, en concreto, en Ravello, tendrás la oportunidad de disfrutar de agradables veladas artísticas en Villa Rufolo.
8. Helados para combatir el calor

Hay una cosa que no puedes dejar de hacer en Italia en verano y es ¡comer helados! Las heladerías (en italiano, gelaterie) están por todas partes, pero te recomendamos optar siempre por aquellas que elaboren estos manjares refrescantes de manera artesanal. No en vano, es la única manera de que descubras a ciencia cierta por qué gozan de fama mundial.
En Roma, la Gelateria Frigidarium es una de las más populares por sus helados artesanales. Está junto a la plaza Navona. Otra buena opción es la Gelateria Petrini. Si estás de viaje en Pisa, entonces apunta Gelateria De’ Coltelli. Cerca de Nápoles, una de las heladerías más renombradas es La Scimmietta, que está situada en la localidad de Afragola.
9. Ropa para el calor y para los templos

Al principio de este artículo nos referimos a las altas temperaturas que pueden alcanzar algunas ciudades italianas. Por ello, no hay nada como echar varios pantalones cortos en la maleta y, por supuesto, refrescarse continuamente con agua y helados. Sin embargo, tienes que saber que la ropa veraniega no es la más conveniente para entrar en los templos y otros edificios religiosos.
Y es que no puedes acceder de cualquier manera a un lugar sagrado, como es el caso de la basílica de San Pedro, en El Vaticano, por lo que deberás vestir de modo apropiado. Esto significa que deberás cubrirte tanto los hombros como las piernas. Así, antes de salir del alojamiento, echa un vistazo al plan del día para seleccionar la ropa en consonancia.