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Cuando pensamos en cuevas es casi inevitable que ciertas sensaciones inunden nuestra mente: agobio, claustrofobia, oscuridad… La lista es extensa y no muy agradable; pero no tiene por qué ser así. Te presentamos las 7 cuevas más impresionantes del mundo; cavernas dignas de las películas de Jurassic Park o de los libros de Julio Verne. ¿Te atreves a visitarlas?

Eisriesenwelt: iglú gigante en Austria

Cueva Eisriesenwelt, Austria
©thipjang/Shutterstock.com

 

En Werfen, a solo 53 km al sur de Salzburgo, se encuentra la cueva de hielo más grande del mundo. El Eisriesenwelt (literalmente, Mundo de los gigantes de hielo) serpentea a lo largo de 42 km formando un sistema de cuevas y galerías fascinantes. Una de las estructuras más impactantes es la sala Eispalast, el palacio de hielo’; sus chimeneas y cascadas congeladas de deslumbrantes colores se forman gracias al efecto chimenea. En invierno, el aire congelado se adentra en la montaña y permanece almacenado hasta que llega el deshielo. Cuando llegan las buenas temperaturas, la nieve se descongela, el agua se filtra por las grietas y hendiduras de la cueva, y se congela en los primeros kilómetros de la cueva debido a la masa de aire frío almacenada durante el invierno. Buenas noticias: puedes visitar esta cueva en grupos organizados.

 

Guilin: maravillas azuladas en la Cueva de la Caña de Flauta

Cueva de la Caña de Flauta, China
©Jimmy Ysn/Shutterstock.com

 

El nombre de esta mística cueva no se debe a su interior, sino a su exterior; a las afueras de la cueva crecen las cañas de bambú usadas tradicionalmente para fabricar flautas; de ahí su denominación. Esta cueva kárstica se extiende a los largo de 240 metros y ofrece al visitante una gama de tonos azules surrealista. Este enclave natural ubicado en Guilin, a una hora de vuelo al noroeste de Hong Kong, era ya una atracción para los lugareños hace 1200 años. Algunas salas y rocas han sido bautizadas con nombres como el Palacio de cristal, la Págoda del Dragón o el Bosque; cada una con una historia mitológica detrás. Durante la Segunda Guerra Mundial esta cueva sirvió de refugio a 1000 personas. Buenas noticias una vez más; esta cueva está abierta para visitas.

 

Mikado XXL en la Mina de Naica

Mina de Naica, México
©Alexander Van Driessche/wikicommons

 

El interior de esta cueva puede recordar a los cimientos derruidos de una casa con enormes vigas de hormigón caídas y quebradas; pero no, se trata de cristales de yeso de 14 metros de largo y 50 toneladas de peso que zigzaguean a lo largo de la cueva como los palillos caídos de un juego de mikado. Esta cueva fue descubierta en el año 2000 en condiciones nada agradables. La gruta se encuentra a 500 km de la frontera estadounidense de El Paso y a 290 metros del desierto de Chihuahua. La temperatura en su interior es de hasta 50ºC y la humedad del aire es del 100%. Lamentablemente, las visitas no están permitidas y solo puede contemplarse en fotos.

Cuevas de Waitomo: estrellas subterráneas en Nueva Zelanda

Cuevas de Waitomo, Nueva Zelanda
©Thomas Wong/shutterstock.com

 

Aunque estas cuevas se encuentran muy lejos de Europa, a 200 km de Auckland, se parecen a los autobuses londinenses: ¡tienen dos pisos! El nivel inferior se recorre en barca, y el superior a pie en excursiones organizadas que recorren las formaciones kársticas originadas hace millones de años a partir de conchas, corales y esqueletos de peces.

Los techos de esta cueva están cubiertos de larvas de un insecto luminoso, que se adhieren a la roca con pequeños hilos. La luz pálida que emiten tiene un tono azulado y hace que el techo de la cueva parezca una bonita noche de estrellas de esas que te hace decir: “¡Woooo…!“

  • Cómo llegar: vuela a Auckland y conduce un par de horas hasta llegar a las cuevas.
  • Dónde dormir: hoteles en Auckland.
  • Información adicional para tu visita aquí.

 

Gruta de Son Doong: viaje al centro de la Tierra

Gruta de Son Doong, Vietnam
©Hanoi Photography/Shutterstock.com

 

El techo de esta enorme cueva se vino literalmente abajo; desde entonces, llueve y brilla el sol en el interior de esta magnífica gruta. Esto ha permitido que una jungla brote y se extienda por su interior en una superficie de 6000 m de largo, 150 m de ancho y 250 de alto. A pesar de ser la cueva más grande del mundo, esta gruta no fue descubierta hasta 1991 por un lugareño, a 500 km de Hanoi. Desde 2014 pueden visitarla cada año solo unos pocos cientos de afortunados; eso sí, deben estar preparados para una larga caminata de 17 km.

  • Cómo llegarvuela a Hanoi y viaja unos 450 km hacia el sur. Desde la última carretera tardarás unas 6 horas andando para llegar a la entrada de la cueva. ¡Todo un reto!
  • Dónde dormir: aún no es posible reservar campings en cuevas en KAYAK, pero lo conseguiremos 😉
  • Información adicional para tu visita aquí.

Capilla de Mármol: lago General Carrera, Chile

Lago General Carrera, Chile
©Alberto Loyo/shutterstock.com

 

No hay duda alguna de que los amantes de la fotografía que se hayan aventurado en el interior de la Gruta Azul de Capri o en las cuevas doradas de la costa del Algarve han conseguido instantáneas espectaculares. Sin embargo, la foto de la cueva acuática más espectacular te espera en un lago glaciar de la Patagonia. El lago ha evolucionado a los largo de 6000 años: las olas han formado laberintos de tonos grises, azules, rosas y turquesas que confieren a la roca el aspecto del mármol. No te vayas de la región sin visitar esta maravilla de la naturaleza; eso sí, necesitarás tiempo. Debes viajar desde la capital de Chile hasta Coyhaique y, desde allí, conducir durante 5 horas. ¡Merece la pena!

  • Cómo llegar: vuelos a Coyhaique.
  • Dónde dormir: puedes encontrar hoteles por la zona o dormir en la ciudad más cercana.
  • Información adicional para tu visita aquí.

 

Cavernas de Carlsbad: velas colgantes

Cavernas de Carlsbad, Nuevo México
©Doug Meek/shutterstock.com

 

En Nuevo México, a unas tres horas del aeropuerto de El Paso se encuentran las Cavernas de Carlsbad. El interior te hará pensar en miles de velas derritiéndose, eso sí, al revés; el techo de esta caverna está plagado de enormes estalactitas de roca caliza.

¡Al agujero! Puedes acceder a esta cueva a pie o en ascensor (sí, muy americano). No te preocupes por la oscuridad y la claustrofobia, nunca estarás solo; estarás bien acompañado por unos 400 000 murciélagos de cola de ratón. Acogedor, ¿no? ¡No te preocupes! No son los parientes agresivos de la familia de los murciélagos. ¿Nuestro consejo? Cuando termines la visita espera en la entrada de la caverna y contempla a los murciélagos abandonar en masa su guarida al anochecer.

¿Qué te parecen estas cuevas? ¿Te atreverías a entrar en ellas? ¡Cuéntanoslo! Para más inspiración y vuelos baratos, visita KAYAK.

 

Artículo escrito por Stephan Brünjes; traducido y adaptado por Andrea Guisado Muñoz. Fotografía de portada: ©Anna Omelchenko/shutterstock.com

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