Desde hace unos años, Milán se ha convertido en uno de los destinos turísticos más frecuentes por lo sencillo que es encontrar vuelos baratos desde muchas ciudades de España hasta la urbe italiana. Si tú también estás planeando una escapada, revisa la lista que te proponemos a continuación con los lugares imprescindibles que ver en Milán.
La capital italiana de la moda es una ciudad de tamaño medio que puedes conocer fácilmente en un fin de semana o en un puente. Además de los monumentos y museos que acoge Milán, te hablamos de otros rincones que no puedes perderte. Ya queda menos para que descubras qué tiene este destino de especial. Es la hora de hacer las maletas.
Hay mucho que ver en Milán: los mejores 16 sitios
Lo mejor de ir a Milán es que gran parte de sus atractivos puedes visitarlos a pie. Elige un calzado cómodo y visita los principales puntos de interés, como la plaza del Duomo, el teatro La Scala o la Galería Vittorio Emanuele II. Descubre rincones mágicos, como los canales de Milán, en el distrito de Navigli, y piérdete por las pintorescas calles del barrio de Brera.
1. Plaza del Duomo

Todo recorrido por Milán debe empezar en la plaza del Duomo, que aloja una de las catedrales más espectaculares de Europa. El Duomo, o la catedral de Milán, es un templo de estilo neogótico que data del siglo XIV. El mármol rosa de la fachada da la bienvenida al enorme interior, con capacidad para cuarenta mil personas.
Dentro te esperan impresionantes estatuas, como la de Bartolomé, el apóstol, una obra en mármol «sin piel» para recordar el martirio que experimentó en vida. Merece la pena subir a la terraza de la catedral para contemplar las vistas. También en esta plaza se halla el Museo del Novecento y el Palacio Real, otros dos sitios que hay que ver en Milán.
2. Galería Vittorio Emanuele II

A un paso de la catedral se encuentra otro de los rincones imprescindibles. La de Vittorio Emanuele II es una galería comercial del siglo XIX que rezuma elegancia y recuerda a otras similares, como la de Saint-Hubert de Bruselas o la de Panoramas, en París. Estos espacios fueron la antesala de los actuales centros comerciales.
La galería Vittorio Emanuele II es muy especial. Alberga las tiendas más exclusivas y establecimientos históricos como el Café Biffi. Allí puedes descansar un rato mientras contemplas la formidable arquitectura de la galería y la bóveda acristalada. Encuentra el mosaico del toro de Turín en el suelo, písalo, da un giro completo y tendrás años de suerte.
3. Teatro La Scala

De uno de los laterales de la catedral de Milán parte una callejuela que desemboca en el teatro La Scala, uno de las edificios que hay que ver en Milán. Que no te engañe la sobria fachada de esta construcción, pues te encuentras ante uno de los teatros de ópera más famosos y populares del mundo. Se construyó en 1776, después del incendio del Teatro Real Ducal.
Desde su inauguración en el año 1778, con la ópera del compositor Antonio Salieri L’Europa riconosciuta, por este teatro han desfilado artistas como Giacomo Puccini y su Madama Butterfly o Giuseppe Verdi. Para visitar el teatro La Scala tienes dos opciones: entrar en el museo o asistir a una actuación. El museo del teatro abre a diario de 09:30 a 17:30 h y la entrada cuesta unos 12 €.
4. Plaza Mercanti

No lejos de la catedral está ubicada la plaza Mercanti, otro de los lugares que ver en Milán durante tu viaje. En la época medieval, este enclave era el epicentro de la actividad comercial, mientras que hoy en día se ha convertido en un sitio de paso imprescindible por el colorido de sus edificios y los múltiples puntos de interés.
En la plaza Mercanti está el Palazzo della Ragione, que llama la atención por su vistosa fachada de ladrillo rojo, o la Casa dei Panigarola, cuyos arcos hacen que este edificio no pase inadvertido. Por su céntrica ubicación, puedes visitar esta plaza antes o después de almorzar, pues son numerosos los restaurantes donde comer en Milán que hay en la zona.
5. Pinacoteca Ambrosiana

Solo tienes que caminar un par de minutos para llegar a la plaza Pío XI, donde te espera la Pinacoteca Ambrosiana. Este espacio cultural data del año 1618 y se compone de las obras de la colección privada del cardenal Federico Borromeo. La colección está integrada por cuadros de Leonardo da Vinci, Tiziano o Bramantino, entre otros.
También hay otras piezas y obras pictóricas de grandes artistas, como Rafael o Botticelli. Como curiosidad, la joya de la corona de la Pinacoteca Ambrosiana es el manuscrito con la obra del poeta Virgilio, cuyo propietario, por cierto, fue el poeta y filósofo Petrarca. También se conserva en este lugar un mechón de pelo de Lucrecia Borgia, hija de Rodrigo Borgia.
6. Iglesia Santa Maria delle Grazie

Entre los templos que visitar en Milán, no podíamos olvidarnos de la iglesia Santa Maria delle Grazie. Este convento podría pasar inadvertido si no fuera porque acoge el fresco de La última cena, de Leonardo da Vinci, sin duda, su mayor reclamo y una de las pinturas más famosas del mundo. Esta obra data de 1498, si bien se ha restaurado en múltiples ocasiones.
Este fresco ha sido desde siempre objeto de debate por la expresión facial de los apóstoles, pero también por la misteriosa identidad de algunos de los personajes. Dada la relevancia de esta obra histórica, debe reservarse la entrada con antelación. La iglesia Santa Maria delle Grazie se localiza en la plaza homónima, a solo 20 minutos a pie de la catedral.
7. Basílica de San Ambrosio

Otro de los templos imprescindibles que ver en Milán es la basílica de San Ambrosio. Debido a que ostenta el nombre del patrón de la ciudad, es una de las iglesias más veneradas por los milaneses. Pero, además, se trata de un edificio sumamente antiguo que data del siglo IV. Destaca por la fachada de ladrillo rojo y por las dos torres de diferentes alturas.
Después de deleitarte con el exterior, si tienes tiempo, será interesante que accedas al interior, donde tendrás la oportunidad de ver el Sarcófago de Estilicón, además de los esqueletos de san Ambrosio, san Gervasio y san Protasio, en la cripta. La basílica de San Ambrosio está en la plaza del mismo nombre, no lejos de la iglesia Santa Maria delle Grazie.
8. Castillo de los Sforza

El castillo de los Sforza es otro de los sitios que visitar en Milán en tu próximo viaje. No en vano se trata de uno de los monumentos más icónicos de la capital de Lombardía. Construido durante el siglo XIV como fortaleza, ha sido destruido y levantado en varias ocasiones. En la actualidad, alberga una pinacoteca, una biblioteca y una decena de museos.
Entre ellos está el Museo de Arte Antiguo, el Museo Egipcio, el Museo de Artes Decorativas o el Museo de Instrumentos Musicales. Como ves, la visita al castillo de los Sforza puede ser un plan de lo más entretenido y te llevará toda la mañana si quieres recorrer las diferentes salas y los espacios. El acceso al patio del castillo es gratis, no así la entrada a los museos.
9. Barrio de Brera

El barrio de Brera es uno de los distritos con más personalidad de Milán. Situado al norte del teatro La Scala, este vecindario está lleno de encanto. La atmósfera bohemia impregna todas y cada una de sus calles, cafeterías, establecimientos comerciales, galerías de arte y restaurantes.
En el distrito de Brera no hay presión por llegar a ningún lugar. Solo tienes que caminar sin rumbo mientras vas descubriendo rincones fotogénicos o, tal vez, una pintoresca taberna en la que sentarte para tomar un aperitivo. Este es, además, un barrio muy animado en el que hay múltiples bares para tomar una copa al caer la noche.
10. Pinacoteca de Brera

Y ya que estás explorando este barrio de Milán, te proponemos detenerte en la Pinacoteca de Brera. Destacado como uno de los museos que visitar en Milán, este espacio expositivo aglutina una interesante colección de obras de importantes artistas, como Caravaggio, Rubens, Tintoretto o Rafael.
En el interior, por ejemplo, tendrás la oportunidad de admirar cuadros como La adoración de los magos, de Correggio, La última cena, de Rubens, o La boda de la Virgen, de Rafael. La Pinacoteca de Brera es, sobre todo, una visita recomendable para los interesados en la pintura de temática religiosa, dado que es la que predomina en toda la exposición.
11. Barrio Navigli: los canales de Milán

Uno de los barrios más encantadores de Milán es el de Navigli, conocido por ser el distrito de los canales. De forma tradicional, la ciudad italiana estaba compuesta por diversos canales que suponían un ir y venir de mercancías. Hoy en día, solo quedan dos en este barrio, pero dan fe de una vibrante historia. Su ambiente alternativo atrae tanto a lugareños como a viajeros.
Aparte de su aura mágica, Navigli es uno de los epicentros del ocio nocturno de Milán. También es una zona ideal para recorrer en bicicleta. Hay algunos atractivos, como el callejón de Las Lavanderas o la bonita iglesia de San Cristóforo. Si te apetece y dispones de tiempo suficiente, puedes embarcarte y hacer un bucólico crucero por los canales.
12. Quadrilatero d’Oro

Tras visitar el área Quadrilatero d’Oro comprenderás por qué Milán está considerada la capital mundial de la moda y el diseño. Este perímetro aloja algunas de las tiendas más lujosas de la ciudad. En este lugar están presentes las firmas más exclusivas, en el área delimitada por las calles Corso Venecia, Via della Spiga, Via Alessandro Manzoni y Via Monte Napoleone.
Es más, Via Monte Napoleone figura en uno de los peldaños más altos del escalafón de las calles más caras del mundo, junto a otras tan afamadas como la neoyorquina Quinta Avenida. Sabemos que el Quadrilatero d’Oro no es apto para todos los bolsillos, pero esto no significa que no puedas darte un agradable paseo disfrutando del ambiente y de los escaparates de uno de los distritos más distinguidos del mundo.
13. Columnas de San Lorenzo

Las Columnas de San Lorenzo forman parte de un yacimiento arqueológico ubicado al sur del centro histórico de Milán. No hay muchas ruinas de origen romano en la capital lombarda y estas son algunas de las más impresionantes. El complejo está formado por un total de dieciséis columnas de mármol que conmemoran que una vez Milán fue capital del Imperio romano.
Situadas frente a la iglesia de San Lorenzo, estas columnas son fácilmente accesibles desde el barrio de Navigli, siguiendo los canales. Ambas visitas, así, pueden combinarse de manera que aproveches hasta el último instante del viaje a Milán. Esta zona se caracteriza por el ambiente juvenil y por la cantidad de bares que hay donde sentarse a recobrar fuerzas.
14. Parque Sempione

Y si te apetece un poco de verde, te proponemos el parque Sempione, uno de los lugares que visitar en Milán que más te sorprenderá. Este pulmón verde se localiza a continuación del castillo de los Sforza. De estilo inglés, cuenta con un lago y varias extensiones de césped que, los fines de semana, cuando hace buen tiempo, están atestadas de domingueros.
Si prefieres el parque Sempione para ti solo, entonces es mucho mejor ir entre semana. Merece la pena explorar un poco este enclave e ir descubriendo sus puntos de interés. Por ejemplo, en uno de sus extremos está el Arco de la Paz, levantado en tiempos de Napoleón. La Torre Branca es otro de los atractivos del parque. Sus 109 m de altura prometen unas bellas vistas desde la cima.
15. Cementerio Monumental

Quienes busquen algo diferente que ver en Milán, quizá el Cementerio Monumental sea una buena opción para ellos. Más que un cementerio, muchos lo califican como un museo al aire libre por las tumbas y mausoleos que contiene, de preciosa estética. En más de 250 000 m² hay espacio también para la tumba de algunos personajes célebres.
Durante el recorrido (para orientarte, incluso puedes solicitar un mapa en la entrada del cementerio), te toparás con tumbas que son verdaderas obras de arte. Te encontrarás con la réplica de la Columna de Trajano, pero también esculturas inspiradas en la última cena e, incluso, tumbas decoradas con pirámides. Sin duda, una de las cosas más curiosas que ver en Milán.
16. Museo Nacional de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci

En último lugar, te sugerimos visitar el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci, que va a encantarle a toda la familia. Se trata de uno de los museos más importantes del mundo en estas disciplinas, pues trata diferentes ramas (física, astronomía, fotografía, cine, óptica, acústica, etc.) desde una perspectiva muy didáctica.
Creado en honor a Leonardo da Vinci, este museo también expone bocetos, planos y maquetas de algunas de sus obras. Incluso alberga una selección de inventos que revolucionaron el mundo. En la colección, por ejemplo, es posible encontrar desde un transatlántico a una central termoeléctrica; desde un submarino a un detector magnético. Abre todos los días, excepto los lunes.