Si buscas un destino dentro de España que reúna ingredientes variados y excepcionales para que la receta de tu viaje sea todo un éxito, tienes que visitar Asturias sin duda. Parques naturales, ciudades con historia, gastronomía exquisita y playas con mucho encanto son solo algunos de ellos. Te contamos todo lo que tienes que ver en Asturias cuando la visites.
25 lugares imprescindibles que ver en Asturias
Asturias es un lugar que enamora y que siempre te deja con ganas de volver. No sabemos si podrás visitar estos 25 sitios que ver en Asturias en el mismo viaje, así que guárdate la lista como la mejor excusa para regresar. Tanto si eres de playa como de montaña, te gusta el turismo gastronómico o prefieres el histórico, te encanta salir de camping u hospedarte en los mejores hoteles, Asturias tiene de todo para todos los gustos.
Gijón
Gijón es una ciudad muy viva que te atrapará con su ritmo y energía: tienes que descubrirla. Con tres grandes playas, la más conocida es la de San Lorenzo, donde te puedes refrescar a orillas del mar Cantábrico.
Otra de sus joyas, donde seguro te harás una foto para recordar el viaje, es el Elogio del horizonte, una obra escultórica de Chillida situada en lo alto del cerro de Santa Catalina. Es un lugar emblemático de Gijón que roza lo místico. Por supuesto, no te puedes marchar de aquí sin disfrutar del ocio nocturno y sin degustar una auténtica sidra, así que date una vuelta por el bullicioso y alegre barrio de Cimadevilla.
No puede faltar el menú de arroz con bogavante y tarta de San Marcos de una de las sidrerías más emblemáticas de Gijón: El Restallu.
Luarca
Esta localidad, también llamada Villa Blanca de la Costa Verde, es una de las postales más bonitas de Asturias. Disfrutar de un paseo por su puerto te hará entender por qué. Por el barrio del Cambaral, donde viven los pescadores y que toma su nombre de un pirata, parece no haber pasado el tiempo. La escarpada orografía de Luarca te permite observarla desde tres miradores: el de la Peña, la Funiar y el Chano. ¡No dudes en subir! Otra vista espectacular es la que te ofrece el faro y la capilla de Luarca, al borde de un acantilado.
No puede faltar una visita al cementerio, donde se encuentran los restos de Severo Ochoa, y que está considerado uno de los más bonitos del país.
Avilés
Es una de las ciudades más importantes del Principado, junto con Oviedo y Gijón, y la que más cerca está del aeropuerto. Su casco histórico, uno de los mejor conservados del norte de España, merece un paseo y muchas fotografías. Desde la plaza del Ayuntamiento, puedes llegar caminando hasta la iglesia Vieja de Sabugo y hasta la de San Nicolás de Bari, el Palacio de Ferrera y el de Valdecarzana o la Fuente de los caños de San Francisco.
No puede faltar el contrapunto vanguardista que ofrece el Centro Niemeyer, situado a orillas de la ría, con una amplia oferta cultural.
Oviedo
Encanto y señorío son dos de los atributos que mejor definen Oviedo, uno de los lugares más bonitos de Asturias. Esta ciudad atesora uno de los 49 lugares de España que son Patrimonio de la Humanidad, el conjunto prerrománico de las iglesias de San Miguel de Lilo, Santa María del Naranco, San Julián de los Prados, Santa Cristina de Lena, la Cámara Santa de la catedral de San Salvador y la fuente de Foncalada.
El Teatro Campoamor, donde se otorgan los Premios Princesa de Asturias, es otro de sus reclamos, así como la plaza del Carbayón y las Letras, el campo de San Francisco o la calle comercial Uría. Pero lo mejor es perderte por las calles de la ciudad, que inspiraron a Leopoldo Alas Clarín para escribir La regenta, cuya estatua de bronce está en la plaza de Alfonso II.
No puede faltar disfrutar de una buena comida en El Fondín de Trascorrales, porque la gastronomía asturiana atesora mucho más que unas buenas fabes.
Ribadesella
Por aquí pasa la Ruta Atlántica del Camino de Santiago y, además de ser una ciudad de peregrinos, Ribadesella es conocida, entre otras cosas, por el Descenso del Sella, punto de encuentro de piragüistas internacionales y aficionados.
Es una actividad para todos los públicos que te recomendamos que no te pierdas si tienes la oportunidad. Pero en Ribadesella hay muchas cosas que ver. Subir a la ermita de la Guía, en el monte Corberu, te ofrecerá unas impresionantes vistas de la ciudad, de sus paseos y sus casas de colores, así como de la playa de Santa Marina. Además de una ruta por su casco histórico, te recomendamos que visites los pueblos que forman el concejo para ver sus hórreos.
No puede faltar practicar senderismo por la Ruta de los Acantilados del Infierno al atardecer para disfrutar de unas inmejorables vistas.
Parque nacional de los Picos de Europa
Todas las guías de viaje están de acuerdo en que uno de los lugares que hay que visitar en Asturias, sí o sí, son los Picos de Europa. Es el parque nacional más antiguo del país y tiene tanto que ofrecer que te recomendamos que le reserves varias jornadas en tu viaje. El Naranjo de Bulnes, o Pico Urriellu, al atardecer, los desfiladeros del Cares y Los Beyos o los municipios de Sotres y Bulnes te permitirán disfrutar de la naturaleza y de la historia de esta zona en estado puro. Es un entorno ideal para practicar senderismo, barranquismo o parapente y hacer rutas a caballo.
No puede faltar un impresionante paseo en el teleférico de Fuente Dé, sobre todo, si viajas con niños.
Lagos y santuario de Covadonga
Dentro del parque nacional de los Picos de Europa, merecen especial atención y visita los famosos lagos de Covadonga, que son dos, el de Enol y el de la Ercina, y que se formaron por el deshielo. Están situados a 1100 m de altitud. Próximo a ellos está el santuario de Covadonga, otra visita obligada que nunca defrauda, con la basílica de Santa María la Real de Covadonga y la colegiata de San Fernando. Se dice que aquí comenzó la Reconquista.
No puede faltar visitar la Cueva Santa, con la Virgen de Covadonga, una gruta con cascadas del monte Auseva que te dejará sin palabras.
Cangas de Onís
Es uno de los pueblos más conocidos de Asturias y es uno de los accesos al parque nacional de los Lagos de Covadonga. Su casco histórico alberga joyas como la Casa de Soto, las iglesias de la Asunción y de la Santa Cruz y la plaza del Mercado. Además de monumentos e historia, se dice que por aquí se preparan unos de los mejores cachopos de Asturias.
No puede faltar hacerte una foto en el icónico puente romano que cruza el río Sella, uno de los símbolos del Principado de Asturias.
Taramundi
Taramundi concentra la esencia de Asturias entre sus arroyos, cascadas, bosques, prados con vacas e, incluso, en un castro de la Edad de Bronce. En este pueblo, dominado por el campanario de su iglesia, dicen que se originó el turismo rural. De hecho, la Ruta del Agua, que te lleva a la aldea de Veigas, y el Museo de los Molinos son pioneros.
No puede faltar pasarte por el taller artesano de La Cuchillería de Taramundi si quieres llevarte un recuerdo.
Playa de Peñarronda
Asturias también es conocida por tener varias de las mejores playas de la Costa Verde. Una de ellas es la playa de Peñarronda, con forma de concha, catalogada como monumento natural. Situada entre Castropol y Tapia de Casariego, además de por su belleza, es conocida por ser un lugar ideal para la práctica del surf y para volar cometas.
No puede faltar observar la belleza del alhelí de mar, una bella planta con flores que no está presente en ningún otro lugar de Asturias.
Cudillero
Los pescadores pintaban sus casas con colores llamativos a juego con sus barcos, una tradición que se ha mantenido a lo largo de las décadas y que hacen de este pueblo tan colorido uno de los cien más bonitos de España.
Su nombre significa ‘lugar atrayente, hermoso y tranquilo’, y realmente lo es. Desde la plaza de la Marina, tendrás fabulosas vistas tanto del puerto como de las fachadas de las casas, que trepan por la ladera formado vertiginosas calles, mientras degustas alguna de las fabulosas especialidades marineras de sus restaurantes. Prepárate para hacer ejercicio y subir a todos sus miradores, Baluarte, el Pico, la Atalaya y la Garita: ¡las vistas compensan el esfuerzo!
No puede faltar una visita a la capilla del Humilladero, el edificio más antiguo del pueblo, que data del siglo XIII.
Playa del Silencio
También se la conoce como playa de Gavieiru, es una playa virgen con oleaje muy tranquilo y parapetada por asombrosos acantilados. La arena habitual da paso aquí a la piedra y la grava que ayudan a que el agua —por cierto, muy fría— tenga un espectacular color esmeralda. Para llegar hasta ella, tendrás que andar unos 15 min desde el parking, cerca del pueblo de Castañeras, pero el paseo te permitirá observarla desde arriba.
No puede faltar disfrutar de su fondo marino. Llévate unas gafas de buceo.
Navia
Navia es conocida por su muralla medieval y por la Casa de Coaña, en contraste con el Casino o el Palacio de Arias, de arquitectura indiana de principios del siglo XX. Pero, sin duda, uno de sus reclamos son su parajes naturales, como la playa de Frejulfe, rodeada de un bosque de pinos y eucaliptos y donde podrás avistar muchas gaviotas y cormoranes.
No puede faltar la visita de la villa del Puerto de Vega, que está muy cerca, donde destacan la lonja y la iglesia de Santa Marina.
Playa de Barayo
Pertenece al concejo de Navia y Valdés y es otra de las playas de Asturias declaradas como Reserva Natural de la Biosfera. Las vistas desde sus acantilados te darán buena cuenta de la fuerza del mar, de la desembocadura del río y de la confluencia de la playa con el bosque. Podrás ver muchos surfistas y buceadores.
No puede faltar visitar su playa, con el grano más fino de la zona, donde se permite hacer nudismo.
La ermita de La Regalina
Situada en el municipio de Cadavedo, una zona excelente para campistas, es uno de los lugares más desconocidos de Asturias, pero, a la vez, de los que encierran más encanto y más paz. Es una pequeña ermita construida en 1931 y pintada con unos inconfundibles tonos blanco y azul, situada en un acantilado desde el que se puede divisar las playas de la Ribeirona y de la Regalina.
No puede faltar ver un distintivo hórreo asturiano junto con dos carros típicos, que se encuentra justo al lado.
Llanes
No es solo una villa marinera, sino que es una villa de película, literalmente en este caso, ya que ha sido escenario de varias, debido a la riqueza de su patrimonio artístico e histórico. Si te das una vuelta por el paseo de San Pedro, podrás observar emplazamientos como la muralla y el torreón, la basílica de Llanes y Los cubos de la memoria, una obra escultórica de Agustín Ibarrola.
No puede faltar un baño tranquilo y apto para niños en la playa del Sablón, al lado del casco histórico.
Bufones de Pría
Próximo a Llanes, puedes ver un espectáculo natural los días de oleaje bravío, con pleamar, sobre todo, en otoño e invierno. Se trata de los bufones de Pría, unas horadaciones en los acantilados nacidas de la erosión de las olas al chocar contra la roca. Por ellas, pasan chorros de agua con el viento que son expulsados a través de estas chimeneas con mucha presión. Pueden alcanzar los 20 metros de altura y emiten un estruendo, el bufido, que se escucha desde varios kilómetros a la redonda.
No puede faltar hacer una ruta de senderismo desde aquí bordeando toda la costa para ver Celorio y la playa de San Antolín.
Tapia de Casariego
Otra de las villas marineras imprescindibles es Tapia de Casariego, donde se yergue, inconfundible, su característico y famoso faro. En su puerto, desembarcó por primera vez el maíz proveniente de América. Después de asistir a una subasta en la lonja, puedes dirigirte a sus históricos barrios de San Sebastián y San Blas para disfrutar de un aperitivo a base de las famosas conservas de la zona.
No puede faltar visitar todas sus playas, además de Peñarronda. No te pierdas Serantes, Anguileiro, La Paloma, Mexota, Santa Gadea y San Blas.
Parque Nacional de Somiedo
En este parque puedes disfrutar de cinco ríos, Pigüeña, Saliencia, Somiedo, Sousas y el río del Valle, y de varios arroyos, además de sus espectaculares desfiladeros y prados. Una de las atracciones de este precioso lugar son las brañas, unas cabañas de pastores con techo de escobas que salpican las innumerables rutas de senderismo que puedes hacer por aquí.
No puede faltar, si tienes la oportunidad, una visita en otoño para disfrutar del colorido de los bosques de hayas, arces y robles y para poder avistar águilas.
Teverga
Forma parte del parque natural de Las Ubiñas-La Mesa y es un lugar perfecto para los amantes del senderismo. En otoño, puedes perderte por el Hayedo de Montegrande y, en verano, puedes hacer una ruta hasta el puerto de Marabio y conocer sus tres grandes cuevas surgidas de la erosión de agua en la roca caliza, el Sumidoiro del Fondadal, el sistema de la Vegalonga y la cueva del Vistulaz.
No puede faltar una caminata por la Senda del Oso y, hacia el mediodía, podrás ver cómo se les da de comer a los osos que viven por allí.
Cabo de Peñas
Si en tu viaje por los lugares más bonitos de Asturias estás a la caza de un atardecer, te recomendamos que lo disfrutes desde el cabo de Peñas. Desde su mirador sobre el acantilado, podrás divisar también el islote de Erbosa, uno de los más grandes de Asturias. Su faro, que data de mediados del siglo XIX, ha sido protagonista en el cine y alberga un museo interactivo y un centro de interpretación del medio marino.
No puede faltar probar las exquisitas sardinas en el pueblo de Candás, que se encuentra muy cerca siguiendo la costa.
Castropol
La ría del Eo desemboca en esta ciudad formando un estuario muy bien conservado y donde se pueden contemplar muchas especies de aves acuáticas, sobre todo, en verano y en invierno. El centro histórico de Castropol destaca por sus calles empedradas y, en el paseo del puerto, puedes degustar sus famosas y exquisitas ostras, de hecho, en mayo se celebra un festival dedicado a este manjar.
No puede faltar, y te lo recomendamos efusivamente, hacer una visita en junio, durante el Corpus Christi, para ver sus calles tapizadas con alfombras de flores.
Figueras
Muy cerca de Castropol, a orillas de la ría del Eo y enfrente de Ribadeo (Galicia), te sugerimos, como curiosidad, que visites su astillero. Dentro de la localidad, acércate a sus fuentes, destinadas antiguamente a una labor, como la del Pelamio, destinada al curtido de pieles, Rapalacóis, donde se lavaban los lacones y jamones, y la de A Ribeira, utilizada como lavadero. Si te quieres dar un baño, las playas de Arnao, San Román y el Tesón te están esperando.
No puede faltar una visita al Palacete Peñalba si quieres ver influencias de Gaudí en esta parte de la península, puesto que fue construido por uno de sus discípulos.
Vegadeo
Limita con Galicia y es otra de las zonas de paso de peregrinos del Camino de Santiago. No dejes de visitar en su centro histórico la iglesia de San Esteban de Piantón ni la de la Asunción y San Roque y hacer, mejor en coche, la ruta de los palacios para asombrarte con la arquitectura de las casas palaciegas de toda la zona. Y si viajas con niños, puedes pasar un día muy agradable en la zona recreativa del Noveledo.
No puede faltar recorrer la senda de los 12 puentes que cruzan los ríos cercanos, el Suarón y el Monjardín.
Pravia
La excelente ubicación de Pravia, cerca de Avilés, Gijón, Oviedo y Cudillero, y su maravilloso entorno a orillas del río Nalón hacen que sea una parada obligatoria en nuestro viaje por los lugares más bonitos de Asturias. Entre sus atractivos arquitectónicos imprescindibles, podemos destacar la muralla, la iglesia de San Juan de Santianes, la colegiata de Santa María la Mayor y el Palacete de Solís, una joya indiana.
No puede faltar degustar en una de sus afamadas queserías el queso Afuega‘l Pitu, uno de los mejores de la zona.
