¿Qué harías si tuvieses 48 horas para visitar Brooklyn, Nueva York, y tu presupuesto no es el más flexible? Le hemos preguntado a un periodista y escritor de Brooklyn, Cameron Cook, que comparta con nosotros sus mejores consejos para disfrutar de la Gran Manzana con un presupuesto ajustado. Esta es su propuesta…
Si hablas con cualquier neoyorquino sobre la última década (este escritor incluido), lo más seguro es que empiece con la retaila sobre cuánto ha cambiado la ciudad, de los alquileres imposibles, de los bloques de pisos chapuceros y de cómo la invasión de los brokers de Wall Street han hecho de Nueva York una ciudad prohibitiva para muchos. Es cierto que los neoyorquinos tienen tendencia a exagerar, pero, por desgracia, muchas de estas quejas son ciertas: parece que los lugares de interés favoritos desaparecen minuto a minuto delante de nuestros ojos (algunos famosos como el Pearl Paint, Other Music, Winnie’s bar… y estos solo en el último año).
Sin embargo, a veces nos quedamos atrapados en este bucle y nos olvidamos de que todavía hay muchísimas razones por las que visitar Nueva York; además, incluso las ciudades más caras del mundo, tienen actividades para los visitantes más modestos. Hay un millón de listas en internet con las actividades más obvias y conocidas, por este motivo, Cameron Cook nos cuenta cómo un neoyorquino de Brooklyn pasa el fin de semana con amigos y evita las trampas para turistas.
Acabas de aterrizar y tienes jet lag, sed y hambre. Encuentra la mejor forma de llegar a la ciudad desde el aeropuerto y viaja con una preocupación menos.
Sábado a las 10 a. m.: desayuno en Greenpoint
© Daryan Shamkhali/Unsplash.com
Asumamos que el viernes te acostaste a una hora decente y el sábado te levantas fresco y preparado para atacar la ciudad. Eso sí, el desayuno es lo primero. Cuando Frankel’s abrió el año pasado era imposible pasar de la puerta. Sin embargo, la novedad de los primeros meses ya ha pasado y es más fácil disfrutar de los deliciosos bagels y sándwiches de este establecimiento judío tipo deli. En Russ and Daughters puedes disfrutar de la comida típica de Nueva York sin tener que ir hasta Manhattan. ¿Lo mejor? Su salmón ahumado.
Si eres más de dulce que de salado, en Peter Pan Donut and Bakery Shop puedes comerte los mejores donuts de la zona (no te molestes en pedir otra cosa del menú). El Peter Pan es un esencial de la zona desde siempre y sus recetas sencillas y deliciosas no encuentran rival en el barrio. Si visitas este establecimiento polaco durante el verano, es mejor que vayas por la tarde y les pidas que pongan una bola de helado dentro de tu donut… ¿No hace falta que te diga cómo está eso, no?
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Sábado al mediodía: parque, pizza y tiendas de discos en Williamsburg
Un paseo por el McCarren Park, en el límite entre Williamsburg y Greenpoint, es una oportunidad única para observar a los lugareños de la gran ciudad; ya sea un grupo de jóvenes con resaca devorando una pizza vegana de Vinnie’s o un grupo de hombres judíos ortodoxos jugando al criquet en una pista de béisbol (verídico). Uno de las pocas tiendas insignias bienvenidas en el barrio es Rough Trade, la legendaria tienda de música británica. Este tipo de tiendas están desapareciendo a un ritmo alarmante; y Rough Trade es uno de los pocos establecimientos en el vecindario donde disfrutar de una experiencia musical completa (aunque también me recomiendo Earwax en North 9th street). En Rough Trade también se celebran conciertos en directo, así que no te olvides de consultar su programa.
Bushwick © Mary-Ann Ee/Eyeem.com
El barrio de Williamsburg ha sido invadido por cadenas de tiendas de ropa durante los últimos años (juraría que estuve en un festival ilegal de música punk en el sótano de lo que ahora es un J.Crew), pero todavía puedes encontrar tiendas vintage como About Glamour donde comprar sin quedarte en números rojos. También puedes visitar el negocio de toda la vida Beacon’s Closet y, si llegas hasta Bushwick, la tienda Urban Jungle ofrece una gran selección de moda vintage para hombres.
5 p. m. : ostras en Greenpoint
Greenpoint Fish & Lobster Co. se ha convertido en uno de mis lugares favoritos para cenar. Los precios son algo altos, pero, atento: cada día tienen happy hour de ostras entre las 3 y las 6 de la tarde. Si buscas una cocina menos sofisticada, ve en busca del puesto de tacos que suele ponerse en North 6th street y Bedford Ave. Una zona con mucho tráfico, pero tienen una torta de lengua deliciosa por unos $6 (5,5 €).
8 p. m.: de copas por Brooklyn
© Hieu Vu Minh/Unsplash.com
Brooklyn Bowl es una bolera, restaurante, bar con música en vivo… todo en uno. Te recomendamos llegar temprano, ya que suele llenarse bastante; pero la comida (cortesía de Blue Ribbon) y el ambiente merecen la pena. Pasea bajo el puente de Williamsburg hasta el Baby’s All Right, otro local nuevo que se ha unido a los favoritos del barrio.
Domingo al mediodía: brunch y Prospect Park
Llegados a este punto es obligatorio que pases la tarde del domingo disfrutando de un delicioso brunch neoyorquino, ¿por qué no hacerlo en Brooklyn? Tom’s Restaurant en Prospect Heights es un restaurante de la vieja escuela que parece sacado de un episodio de Laverne and Shirley. Los domingos siempre hay que esperar, pero los camareros salen a la calle y ofrecen aperitivos gratis a la gente que espera en la cola (lo nunca visto). Recuerda lo que tienes que pedir: tortitas de limón y ricotta.
Con el estómago lleno, lo que apetece es un paseo por el parque y, como seguro que ya has estado en Central Park, cualquier ciudadano de Brooklyn te recomendará el Prospect Park. Este parque tiene todas las atracciones y servicios que puedes encontrar en el de Manhattan, pero hay menos gente (y menos monopatines). En los días de sol resulta muy placentero pasear por el lago que, cuando llega el invierno, se convierte en una pista de patinaje sobre hielo.
2 p. m.: hora de la cultura
Brooklyn Botanic Gardens © Wylerson/Eyeem.com
Al final del parque se encuentra el Brooklyn Museum, donde el primer sábado de cada mes se celebran eventos gratuitos muy interesantes (importante llegar temprano). Hay debates, entradas reducidas a las exposiciones del momento, DJs y bandas de música en el enorme atrio del museo. Además, exponen la colección permanente. Si prefieres la naturaleza, justo al lado se encuentra el Brooklyn Botanic Garden, un lugar donde perderse durante horas entre plantas y flores.
5 p. m.: te has ganado una pausa en Bed-Stuy
Bed-Stuy en invierno © Justin Brown/Eyeem.com
Lo que más temen los habitantes de Brooklyn es el aburguesamiento de su barrio. Sin embargo, se trata de un fenómeno imparable, incluso en la zona de Bed-Stuy; un lugar que solían evitar los ciudadanos ávidos de la ley. No obstante, lo que en su día era una zona prohibida para la mayoría de personas, hoy se ha convertido en un refugio para artistas. A pesar de los cambios, mientras caminas por sus calles y contemplas los edificios de ladrillo puedes descubrir la esencia original del barrio.
Peaches, por ejemplo, es un restaurante que apuesta por la comida sureña combinada con el ambiente de Brooklyn. Después, haz una parada para tomar algo en Project Parlor o en Tip Top Bar & Grill, donde no encontrarás turistas y donde TODO se hace a la parrilla. Además, tienen una máquina de música estupenda.
8 p. m.: mis restaurantes favoritos en Chinatown
© Khachik Simonian/Unsplash.com
Es verdad que he dicho que nos quedaríamos en Brooklyn, pero, de alguna forma, Chinatown es una extensión de este barrio: es baratillo, lleno de cultura y en cada callejón te aguarda una aventura. Toma el tren A y bájate en Canal St, donde puede que aún puedas visitar un montón de tiendas llenas de bolsos de imitación y camisetas únicas de Nueva York. Para cenar tengo un par de recomendaciones que nunca fallan: Nice Green Bo o Great NY Noodle Town, uno en frente del otro en Bayard St. En Green Bo puedes tomarte la mejor sopa de dumplings de cerdo del continente. También puedes probar el pato con arroz especial de Noodle Town por solo $5. Si te queda espacio para el postre, visita la heladería Chinatown Ice Cream Factory: lleva más de 30 años en el barrio y tiene sabores de locura como sésamo, durio o taro.
10 p. m.: el mejor karaoke de Nueva York
Winnie’s (cerrado, por desgracia) solía ser el campeón indiscutible de los karaokes en Chinatown. De hecho, se dice que en las noches calmas de luna llena aún se puede oír a la mismísima Winnie cantando en chino mandarín. BINY (Best in New York) es el mejor local del momento y cuenta también con habitaciones privadas para que no tengas que pasar vergüenza delante de un montón de desconocidos. Aunque esta es la gracia, ¿no?
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Puede que la ciudad esté cambiando, pero hay cosas que nunca lo harán: la gente borracha adora los karaokes, puedes sobrevivir un verano en la ciudad a base de perritos calientes y helados de Mr. Softee y Nueva York sigue siendo uno de los lugares más increíbles del mundo.
Ahora que tienes todas las recomendaciones para disfrutar de Brooklyn, seguro que quieres visitar también otras partes de la ciudad. No pierdas tiempo en el tránsito desde el aeropuerto gracias a esta guía que te muestra cómo llegar a la ciudad desde los tres aeropuertos en taxi, metro o coche. Tú decides qué medio se adapta mejor a ti.
Nota: los precios se basan en búsquedas realizadas el 27 de abril de 2017 para fechas de viaje en 2017. Los precios de los vuelos son para un billete de ida y vuelta en clase económica con tasas e impuestos incluidos (a excepción de las tasas de equipaje). Los precios de los hoteles son para una noche en una habitación doble. Los precios no están garantizados y pueden variar.
