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Hay muchísimas cosas que ver en Bolonia. Puede que esta ciudad no sea la más conocida de Italia a la hora de hacer turismo, lejos de sus hermanas mayores como Roma o Venecia. Sin embargo, Bolonia tiene mucho que ofrecer a los turistas que deseen visitarla, pues se respira un aire medieval en el ambiente que a muchos les recuerda a Santiago de Compostela.

La llaman «la ciudad roja» por el color de sus casas y tejados, y es una de las ciudades de Italia que mejor conserva su arquitectura medieval. Además, en Bolonia se encuentra también una de las universidades más antiguas del mundo. Pasea por sus plazas y las calles con pórticos que no parecen tener fin, visita sus numerosos templos religiosos y descubre los siete secretos de Bolonia.

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La plaza Mayor, donde comienza nuestra ruta con todo lo que ver en Bolonia

Nuestra ruta con todo lo que ver en Bolonia la comenzamos visitando su centro neurálgico: la plaza Mayor (Piazza Maggiore, en italiano). Un lugar imprescindible para cualquier turista. La particularidad de esta plaza es que su aspecto apenas ha cambiado desde la Edad Media, por lo que conocerla podría considerarse una especie de viaje en el tiempo.

En ella podrás visitar edificios destacados de Bolonia, como la basílica de San Petronio, patrón de la ciudad, la quinta más grande del mundo, en cuyo interior se encuentran magníficas obras de arte como el Matrimonio Místico de Santa Caterina y otros frescos de Giovanni de Módena. En esta plaza también se encuentra el Palacio Comunal, en el que podrás visitar la sala Farnesio, la sala Urbana o la pinacoteca. En el centro de la plaza se encuentra la fuente de Neptuno, de la que se dice que, rodearla dando una vuelta completa, trae buena suerte.

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Las dos torres de Bolonia

Durante el Medievo se cree que la ciudad de Bolonia llegó a tener hasta 180 torres construidas, aunque a día de hoy solamente quedan dos en pie: las torres gemelas Asinelli y Garisenda. De estas dos, la primera es la que se mantiene en mejores condiciones. Tiene una altura de 98 metros, por lo que requerirá de un esfuerzo importante para subir todos sus escalones hasta arriba, desde donde tendrás una vista panorámica de Bolonia por encima de sus tejados, que hace que valga la pena todo el esfuerzo empleado en subirla.

Estas torres tenían un papel defensivo en una época de conflictos en la zona entre el Pontificado y el Sacro Imperio Romano Germánico. En cuanto a la torre Garisenda, que se encuentra justo al lado, no se puede visitar y habrá que conformarse con verla desde abajo, con la peculiaridad de que, igual que la torre de Pisa, está inclinada.

Il Quadrilatero, la mejor zona para una experiencia gastronómica

También en el casco histórico de Bolonia, al lado de la plaza Mayor, hay un conjunto de estrechas calles a las que se les da el nombre de Il Quadrilatero, uno de los lugares más bonitos de toda la ciudad. Si decides visitarlas, procura que sea durante los días del fin de semana, ya que es cuando sus calles se convierten en peatonales. Lo más característico de Il Quadrilatero son sus tiendas con productos locales y frescos, como la mortadela boloñesa, la salsa boloñesa y un gran surtido gastronómico.

Si te hospedas en algún alojamiento con cocina, puedes hacerte con algunos productos en Il Quadrilatero y cocinarlos allí. Para que ubiques fácilmente la zona, debes saber que está limitada y cerrada por cuatro calles: Via Castiglioni, Via Clavatura, Pórtico del Pavaglione y Via degli Orefici. Además de locales de comida, también hay restaurantes de una calidad exquisita, entre los que se encuentran los mejores de la ciudad.

Mercato delle Erbe, para ir de compras

Siguiendo con el turismo gastronómico de Il Quadrilatero, Bolonia cuenta con un gran mercado cubierto en el centro histórico: el Mercato delle Erbe. Se encuentra muy cerca de la plaza Mayor, así que si estás por la zona puedes venir hasta aquí a degustar algunos de los ingredientes frescos que ofrecen los diferentes puestos.

Además, es un mercado poco frecuentado por turistas por lo que te aseguras que todo lo que verás es totalmente tradicional y no enfocado al turismo. Lo que más vas a encontrar son quesos, embutidos, fruta, verduras y vino, así que puedes hacer una pequeña degustación de todo un poco y llevarte lo que más te guste. Además, tiene un amplio horario de apertura, desde las 07:00 h hasta las 24:00 h, de lunes a jueves, y hasta las 2:00 h, los viernes y sábados.

Piazza de Santo Stefano, un rincón medieval

También conocida como «la plaza de las siete iglesias», la Piazza de Santo Stefano es uno de los rincones de la ciudad mejor conservados desde la Edad Media. Su edificio más importante es la basílica de Santo Stefano, un complejo religioso que, en realidad, surge de la unión de cuatro iglesias.

Se puede visitar y en su interior encontrarás una réplica del Santo Sepulcro. En origen, las iglesias que formaban este complejo eran siete, de ahí el nombre popular de la plaza, aunque actualmente solo queden cuatro en pie, que reproducen los lugares por donde transcurrió la Pasión de Cristo.

Los siete secretos de Bolonia

1. La Finestrella, el único canal de agua superviviente de los tiempos en que Bolonia estaba llena de ellos.

2. Tres flechas clavadas en una viga de la Strada Maggiore, que se dice que fue un intento fallido de asesinato.

3. Los atributos originales de Neptuno eran demasiado grandes para la iglesia, así que el escultor lo tuvo que modificar y lo intentó hacer a su manera con un pequeño truco visual: situate detrás de la estatua, sobre la baldosa de diferente color, y lo verás.

4. El arco de los susurros, en los pórticos del Palazzo del Podestá.

5. Una oda de la Edad Media al cannabis en un fresco de uno de los pórticos bajo la Torre Scappi.

6. La luz solar colándose por un agujero de la basílica de San Petronio, de noviembre a marzo.

7. La cara del diablo en la Piazza de Santo Steffano.

Los pórticos, un lugar por donde pasear

Bolonia está repleta de calles con pórticos por los que pasear relajadamente mientras observas los escaparates de las tiendas. Si se pusieran en línea recta todos los pórticos de la ciudad, ocuparían 40 km. Uno de los más conocidos es el Pórtico de San Luca, que une el casco histórico con el santuario Madonna di San Luca, y está conformado por 666 arcos. La mayoría de estos pórticos fueron construidos durante el Medievo, ya que la universidad recibía a tal cantidad de estudiantes que para ampliar las viviendas sin quitar espacio a los transeúntes, se decidió hacer sobre la calle con la construcción de pórticos.

Santuario de Nuestra Señora de San Luca

Sobre una colina, se ubica este santuario rodeado de naturaleza. La leyenda cuenta que su origen se debe a que en ese lugar apareció la Virgen con su hijo, por lo que se decidió levantar un templo en el lugar para venerar la aparición. Se trata de un edificio de estilo barroco que no te puedes perder en tu visita a Bolonia, y al que podrás llegar cogiendo el autobús número 20 en Farini y haciendo un transbordo en Villa Spada en el 58. Si te ves con energía, también puedes subir caminando, ya que el trayecto puede suponer más de 1 hora de subida.

Acerca del autor

Marcos Fernández CaamañoNacido en un pequeño pueblo marinero de Galicia y viviendo en Madrid, Marcos desea llenar su mapa de chinchetas con los lugares visitados. Como historiador y geógrafo, lo que más le apasiona es conocer el pasado de las ciudades y pueblos que visita, siguiendo una filosofía de “no hay nada que no sea interesante”.  

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