Eso de conocer gente es como andar por un campo minado, así que… ¿por qué no llevarlo a los aires? Olvídate de sitios ruidosos, llenos de humo, citas a ciegas que dan miedo y esos encuentros casuales. Lo de hoy son las citas en el aire.
Cómo lo vemos nosotros
- • Ya estás en la misma onda.
- • Tienes un público cautivo.
- • Por donde lo veas, el contacto físico es inevitable.
- • Si todo sale bien, nunca os volveréis a ver.
El amor a primera vista
«Recuerdo una pasajera que no podía quitar sus ojos de un hermoso bailaor español que iba de gira a Australia; él a penas hablaba inglés, pero acabaron casándose a las DOS SEMANAS.» – Sarah, sobrecargo.
El destino determina muchas cosas, pero algunas veces ciertas herramientas te permitirán hacer la primera movida.
Algunas aerolíneas inteligentes hacen uso de las redes sociales para ayudar a los pasajeros a tener una mejor experiencia en vuelo. Si te conectas a Meet & Seat de KLM podrás elegir a tu compañero de asiento con base en vuestros perfiles de Facebook y LinkedIn. South African Airways ha imitado esta tendencia con su check-in social.
Si eres el tipo de viajero que con trabajos logra hacer check-in – ya no hablemos de un check-in social – aún hay esperanza. Manda una solicitud de chat, bebida o una comida completa a quien tú quieras usando el sistema para ordenar alimentos y enviar mensajes entre asientos en vuelos de Virgin America.
A medida que el wi-fi se hace cada vez más común en los vuelos, tus apps de citas serán tan útiles en vuelo como en tierra. Digamos que tu radio de búsqueda de Tinder será un poco menor de lo normal, pero tienes un montón de gente como que va como sardinas en lata para elegir. Pero recuerda: sé sutil a la hora de rechazar una propuesta. No vaya a ser que te toque ir al lado del desafortunado o la desafortunada por las siguientes 12 horas. ¿No hay wi-fi? No pasa nada. La app conocida como Wingman, próxima a salir, se conoce como «el Tinder a 20.000 pies», ya que también funciona por medio de Bluetooth.
Por supuesto, la suerte a veces les sonríe a algunos viajeros afortunados:
«Iba volando a Irlanda para pasar Navidades y me di cuenta de que mi asiento estaba junto al de un chico guapísimo de ojos azules. Me abroché el cinturón de su asiento en lugar de hacerlo con el del mío y empezamos a conversar. Resultó que habíamos ido a la misma universidad, teníamos amigos en común e, incluso, habíamos sido vecinos; pero nunca nos encontramos hasta ese vuelo. En un arranque, John le dijo a la azafata que era nuestro aniversario de bodas y ella volvió con champán para nosotros. Quince horas después, había sido la cita más larga de mi vida. Al separarnos en Abu Dhabi, le dije en irlandés «slan go foill«, es decir, «adiós, por ahora»; y él respondió «claro que go foill» (claro que sólo por ahora). Siete meses después, cuando volví a casa para quedarme, John fue a buscarme al aeropuerto y el resto, como dicen por ahí, es historia. Llevamos cuatro años juntos y seguimos discutiendo sobre quién besó primero a quién :).» Noelle
Por otro lado, si la suerte te falla, usa estos viejos trucos:
- ♥ Espera a que vayan al baño y ponte detrás de ellos en la cola.
- ♥ Espera a que vayan al baño y siéntate en su asiento «por error».
- ♥ Acércatele un poco en el pasillo «porque el avión va petao».
- ♥ Mira de reojo qué están leyendo o qué peli van viendo, métete a Google y empieza una conversación sobre ello.
- ♥ Quédate dormido contra su hombro (sin babear). Obviamente, esto no funcionará si no vas sentado junto al otro.
- ♥ «Accidentalmente», coge su maleta del compartimento o, mejor aun, ayúdale con la suya.
- ♥ Déjale tu número en su bolsa/mochila o donde puedas meter la mano.
O bien, lo más trillado de todo, simplemente empieza a conversar y mira si hay química.
Hagas lo que hagas, que no se quede en el aire.
¿Y tú has encontrado al amor por los aires? ¿Qué tácticas te funcionaron?
Foto: ©Flickr.com/emily792872
