Un dicho reza “Madrid me mata”. Y es que no hay ciudad en España más viva ni con más nervios que su capital. Nosotros nos hemos planteado el reto de buscar diez actividades interesantes que no te van a costar nada de nada. Vivir puede ser inmensamente gratificante y barato. Toma nota.
Descubre cosas gratis que hacer en Madrid
Solo llegar: no hay mejor forma de llegar a una ciudad (más si no tiene playa) que en tren. Y Madrid puede presumir una estación única. En Atocha encontrarás unos jardines tropicales que son para caerse de culo. Además, la propia estación –con su arquitectura de hierro– es de los pocos edificios de la ciudad representantes del modernismo.
De Madrid al cielo: después de dejar las maletas, observa gratis el skyline de la capital desde el mirador del edificio del ayuntamiento, que no está lejos de la propia estación. En este mismo edificio se programan un montón de exposiciones gratis. ¡Ah! Y un secreto, en una de las plantas, encontrarás sofás para echarte una siesta “ZZZZzzzz”.
Comer: una de las cosas que más me maravilla de Madrid son sus tabernas y lugares con tapas exquisitas. Gratis, gratis no son porque debes pagar la bebida. Pero si te acercas por la calle de Ponzano o por los alrededores de Ventas durante la temporada taurina (mayo-septiembre) vas a flipar. Otros lugares recomendables son los bares y el Mercado de Maravillas y el de San Fernando. Además, cerca de la plaza de la Paja se tapea de coña, más si coincide con el Rastro (cada domingo). Finalmente, si eres estudiante o tienes algún amigo que lo sea, pide que te lleven a los comedores de los colegios mayores (famosos por sus menús low cost) o al bar de la antigua Complutense.
Honrar a los muertos: bueno, sé que nos es muy normal perderse por lugares misteriosos, pero este es un consejo de “gato viejo”. Para conocer la intrahistoria de Madrid, no hay nada mejor que visitar el Panteón de los Hombres Ilustres (cerca de Atocha) y las tumbas de Goya y Cervantes; además de visitar, de forma obligada, el Cementerio de la Almudena (el más grande España). Aquí podrás encontrar las tumbas de Vicente Alexandre o Dámaso Alonso, entre otros.
Ponerte cultureta: si por algo destaca Madrid es por su turismo cultural. Por lo general, casi todos los museos de la ciudad son gratis cada día a partir de las 18-19 horas, empezando por el Museo del Prado y el Reina Sofía. La Fundación Thyssen solo es gratuita los lunes por la mañana. Otros lugares que no te cobrarán (previo consulta de horarios) son el Museo Geominero, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando o el Museo del Romanticismo.
Estar a la última: todo son gustos, pero para estar realmente al día en arte contemporáneo no puedes dejar de visitar la Sala Tabacalera, la Casa Encendida, la Caixa ni Matadero. Son espacios de arte que programan cosas fuera de circuito. Además, si eres un amante de la fotografía, no dejes de visitar el Centro Conde Duque o las dos salas de exposiciones de la Escuela EFTI (cerca de Atocha).
Viajar al pasado: bajo el título de “Madrid para todos” se ofrecen rutas de dos horas para grupos de unas 25 personas totalmente gratuitas. Hay dos itinerarios monumentales: uno que transportará al Madrid de los Austrias y otro que te llevará al de los Borbones. El primero, los jueves y viernes (a las 16 horas); el segundo, sábados y domingos (a las 12 horas). Otra pista: si quieres entrar gratis al Palacio Real, puedes hacerlo a diario entre las 4 y las 6 de la tarde. Y si lo que te va es admirar el cambio de guardia, puedes ir cada miércoles a las 12 a. m.
Rueda tu propia película: precisamente, en la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense se rodó Tesis. La relación de Madrid con el cine español viene de largo. Deambular por sus calles puede transportarte a un auténtico plató. Aquí van algunos escenarios emblemáticos: las Torres KIO y el edificio de la Schweppes (El Día de la Bestia), la mismísima Gran Vía (Abre los Ojos), la Plaza de la Vila y la Plaza Mayor (Átame y Volver, de Almodóvar), el Madrid de los Austrias (El Capitán Alatriste) y la Estación de Atocha (El ultimátum de Bourne).
Cine por la patilla: ya te has pateado las calles de Madrid para convertirlas en tu plató particular. Pues ahora te toca admirar algunos de los edificios que se han convertido en los templos del celuloide. Aquí encontrarás El cine Doré (donde se aloja la Filmoteca), el cine Callao o la fachada de los cines Renoir son edificios que no puedes perderte. Para ver cien por la patilla, tendrás que acercarte horas antes a la Academia de Cine o al Centro Cultural Conde Duque.
Música: la vida nocturna de Madrid es tan variada como su música. Para disfrutarla no hay nada mejor que consultar las guías locales; pero, como en todos los sitios, hay lugares de peregrinaje casi obligados. En el Conservatorio Superior de Música de Madrid se programan conciertos de música clásica. En la Negra Tomasa, latina ,y en el Honky Tonky, rock. Si te gusta el jazz, un buen referente puede ser el Central Café (cerca de la Plaza Santa Ana). Excepto en los recintos públicos, en todos deberás consumir, pero el espectáculo es gratis.
Calzarte unas zapatillas: no eres noctámbulo y sí amante del ejercicio. Pues sin problema, porque Madrid es una gran plaza para los amantes del ejercicio urbano. En el centro están el Parque del Retiro (visitar su palacio de Cristal es obligatorio), los Jardines de Oriente o Madrid Río. Más a las afueras puedes correr por la Casa de Campo, el parque de la Quinta de la Fuente del Berro y Campo del Moro (menos conocidos).
Como suele decirse “no son todos los que son, pero son todos los que están”. Hemos empezado diciendo que Madrid destaca por su oferta. Por esto, nada mejor que al llegar te hagas con una guía local para actualizar nuestros consejos. Sea como sea, no te pierdas un atardecer desde el Templo de Debod (templo original de Egipto donado a España); no hay mejor manera de acabar el día y este post.
Artículo escrito por @flixmerino y revisado por Andrea Guisado Muñoz. Fotografía de portada: ©Jose Angel Astor Rocha/Shutterstock.com.
