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Ahora que el verano casi ha acabado, KAYAK ha lanzado una encuesta para preguntar a 1000 viajeros españoles cómo creen que se deben comportar los pasajeros dentro de un avión y qué tipo de acciones son socialmente inaceptables.

Resulta que la gente tiene bastante claro qué está bien visto y qué no. Sin embargo, según la encuesta, algún que otro comportamiento tiene a los viajeros un tanto polarizados. ¿Es correcto, por ejemplo, reclinar el asiento?

Para responder a preguntas como esta, te dejamos a continuación 15 ejemplos de comportamientos que los españoles creemos que no deberían (¿o quizá sí?) darse en un avión.

1. Subir a bordo comida que desprenda un olor fuerte

Seguro que recuerdas el momento de abrir el bocadillo del recreo y encontrarte con que desprendía un fuerte olor a atún o chorizo. Pues imagínate hacerlo en un compartimento cerrado que va volando por el aire. Terrible, ¿verdad? Esta es la razón por la que solo el 11% de los españoles encuestados respondieron que está bien subir a bordo de un avión conservas de atún, sardinas y anchoas. Sin embargo, el alimento que está más prohibido es el típico queso que está delicioso pero huele fatal: solo el 4% de los encuestados dijeron que está bien llevarlo a bordo.

Comer alimentos crujientes como zanahorias y patatas fritas (un clásico entre los snacks) resulta estar bien visto solo por el 8% de los encuestados. Van seguidos de alimentos que provocan flatulencias como las alubias y las verduras como el brócoli o la coliflor (9%). Imagínate a la persona sentada a tu lado comiendo alubias antes de echarse una siesta y entenderás por qué. Entre el resto de alimentos «prohibidos», también se incluye el pescado crudo/sushi, los huevos cocidos, las pizzas enteras y las sopas. ¿Pero acaso hay alguien que entra en un avión con una sopa?

2. ¿La persona que se sienta en medio se puede quedar con los dos reposabrazos?

En internet continúa el debate sobre si la persona que ocupa el asiento del centro tiene derecho a utilizar ambos reposabrazos. Los españoles parecen estar también divididos. Una estrecha mayoría del 51% respondió que las personas a las que les toca ese asiento no tienen derecho a usar los dos reposabrazos. (Entonces, ¿dónde pueden apoyarse?).

Esto difiere del consenso general que hay entre los internautas, que defienden que sí pueden usar ambos reposabrazos. Los propios asistentes de vuelo lo han dicho en las redes sociales y algunos pilotos incluso lo han incluido en sus discursos de bienvenida. Es probable que esta ventaja sea la única compensación posible para los pobres a los que les toca sentarse en el centro. Sin embargo, aunque el resto del mundo parece haber resuelto este asunto, la polarización entre los españoles es factible.

3. Pedirle a alguien que deje de darle patadas a tu asiento

Muchas veces, lo importante no es lo que haces, sino cómo lo haces. Imagínate que alguien está dando patadas a tu asiento sin parar. Es muy probable que el culpable sea un niño. Podrías darte la vuelta y pedirle de forma educada que pare de hacerlo. También podrías pedírselo a su padre o su madre. Pero, por lo general, lo que sí está mal visto es aguantarse hasta explotar de rabia. Así que haz caso al 71% de los españoles que dicen que está bien pedirle a alguien que deje de darle patadas a tu asiento. Solo tienes que hacerlo de forma educada y con respeto.

4. ¿Está bien pedirle a alguien que te cambie el asiento?

Este tema también suscita opiniones divididas: el 49% de los encuestados respondió que está bien pedirlo si lo que quieres es sentarte al lado de tu familia, pareja o amigos. La segunda opinión más popular (con un 46%) es que puedes preguntar siempre que quieras, pero tienes que hacerlo de forma educada. Solo el 5% de los encuestados dijo que no está bien pedir que te cambien el asiento. Por lo tanto, podemos asumir que, siempre y cuando tengas una buena razón y lo hagas educadamente, tienes muchas posibilidades de recibir un «sí» como respuesta.

5. Apoyar la cabeza en el hombro de otra persona

A no ser que sea alguien de tu familia, tu pareja o un amigo, no hay ninguna razón válida para usar el hombro de otra persona como almohada. Y no es solo nuestra opinión: un enorme 87% de los encuestados respondió que es una invasión de la privacidad. Imagínate la cabeza de un desconocido apoyada sobre tu hombro, atrapándote en tu asiento mientras la otra persona ronca y babea. Lo único que puede salvarte es que el vuelo sea cortísimo…

6. ¿Está bien controlar las persianas de las ventanillas si te ha tocado ese asiento?

Mientras que el 49% cree que cualquier persona que esté a poca distancia de la persiana (incluidos los pasajeros de esa fila) puede subirla o bajarla, el 51% de los encuestados dijo que es privilegio exclusivo de la persona que se sienta junto a la ventanilla (exceptuando las instrucciones del asistente de vuelo, por supuesto).

Y la verdad es que tiene sentido. Hoy en día, con la opción de pagar por el asiento que quieres (y evitar que te toque el asiento del centro), muchas personas que eligen la ventanilla lo hacen por una razón: para disfrutar de las vistas, para tener un lugar donde apoyarse para dormir… y sí, para poder cerrar y abrir la persiana cuando quieran. Quizás es el primer viaje en avión que hace esa persona y puede que esté bastante emocionada. Debería tener la libertad de ver cómo las nubes se amontonan en el cielo o admirar el sol poniéndose a miles de metros de altura.

7. Usar auriculares al ver o escuchar algo

Esto no debería generar ningún tipo de discusión. Si estás escuchando tus canciones favoritas de acid jazz o viendo la última película que ha salido sobre coches que dan vueltas de campana y explotan en el aire, lo mejor es que sean tus propios oídos los que escuchen ese ruido. El dato no es para nada una sorpresa: el 80% de los encuestados opinan que está bien usar auriculares en estos casos. Consejo extra: si estás viendo una comedia o un monólogo, no te rías con todas tus fuerzas. El 79% de los encuestados prefieren no escuchar carcajadas fuertes.

8. Llevar zapatos en el baño

Hay algunos lugares del avión donde puede estar bien visto que te quites los zapatos. El baño no es uno de ellos. Por esta razón, el 85% de los encuestados contestaron que es mejor dejarse los zapatos puestos antes de ir al baño. Porque… esos charcos alrededor del váter no se han formado por unas inocentes nubes de lluvia.

9. Quitarse los calcetines

Si bien las opiniones sobre si está bien quitarse los zapatos en un avión o no están muy divididas (te dejamos los resultados más abajo), quitarse los calcetines parece ser un pecado capital. El 86% de los encuestados no quieren ver los pies de un desconocido mientras intentan relajarse a bordo de un avión. ¿Será porque les ponen nerviosos los olores? ¿Quizás tienen miedo de que los dedos de los pies de otra persona invadan su espacio personal? Sea lo que sea, la idea no parece haber sido muy bien recibida por los encuestados de nuestro país.

10. No te quites los zapatos en un avión

¿Tienes la sensación de que algunas personas se obsesionan con los pies durante los vuelos? En este caso, un abrumador 73%. Ese es el porcentaje de encuestados en España que respondieron que no está bien quitarse los zapatos en un avión, mientras que el 27% restante no ve que sea un problema. Claramente hay una división entre las personas que han tenido que sufrir el horrible olor de unos pies durante un vuelo y las que creen que solo se puede estar realmente a gusto cuando te quitas los zapatos. ¿En qué grupo estás tú?

11. Cortarse las uñas en un vuelo

Sí, parece que la gente se corta las uñas mientras vuela. Incluso las de los pies (créenos, lo hemos visto). Sin embargo, el 88% de los españoles no cree que esto sea de recibo. Obviamente, cualquiera que se siente en un rango de tres metros de la persona en cuestión corre el peligro de que una uña termine en su café. Y, por supuesto, esto significa que estarías incumpliendo dos normas: la de cortarte las uñas y la de descalzarte en el avión.

12. Apoyar los pies en el asiento de delante

Seguro que has visto alguna vez a alguien apoyando las piernas o las rodillas en el asiento que tiene delante. Y resulta que al 88% de los españoles encuestados no les parece para nada bien.

Primero, porque cualquier cosa que haga que el asiento de alguien se mueva hacia adelante y hacia atrás (como usarlo para poner las piernas en posición de descanso o apoyarte en él cada vez que te levantas) es muy molesto para la mayoría de los pasajeros. Sobre todo, si estás intentando dormir o comer. Segundo, si lo vas a hacer, por favor, no te quites los zapatos ni los calcetines. Ya te hemos confirmado que a nadie le gusta ver los pies de los demás en los aviones.

13. Despertar a alguien si tienes que salir (para usar el baño)

El 64% de los encuestados piensan que es perfectamente lícito despertar a alguien si necesitas salir al pasillo. Siempre y cuando lo hagas para ir al baño. Esta última parte es clave. Si molestas a los demás por algo totalmente necesario, no hay problema. Pero si lo que quieres es salir al pasillo para ponerte a hacer flexiones, yoga o contarle un chiste al compañero que se sienta en la otra fila, mejor no despiertes a nadie.

14. ¿Está bien dormir en la bandeja plegable?

Mientras que el 41% de los encuestados piensa que está bien apoyar la cabeza en un sitio donde han comido miles de desconocidos está bien, el 59% cree que no debería hacerse. Por supuesto, algunos pasajeros están tan desesperados por encontrar una posición cómoda para dormir que están dispuestos a sacrificar su propia higiene y la del pasajero que se sentará allí después.

15. Por fin, la pregunta más importante: ¿está bien reclinar el asiento?

Esta es la madre de todos los debates sobre qué se puede y qué no se puede hacer en un avión. Y los españoles no nos salvamos de la disputa. Según las respuestas de nuestra encuesta, el 56% cree que puedes reclinar el asiento siempre y cuando le preguntes al pasajero de atrás educadamente.

Pero no todos piensan lo mismo. Por ejemplo, el 14% piensa que puedes reclinar tu asiento sin problema si estás en un vuelo de larga distancia; el 8% opina que puedes hacerlo si la persona de delante lo hace primero; y el 16% cree que puedes reclinar el asiento en cualquier momento. Al fin y al cabo, esa es la razón por la que los asientos tienen esa función. Eso sí, quizás es mejor que te guardes esa opinión y no se la sueltes al pasajero de dos metros que está sentado detrás de ti.

Ahora que ya sabes cuáles son los comportamientos socialmente aceptados en los aviones, es hora de que empieces a buscar tu siguiente vuelo.

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